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“Serie sobre ‘Popeye’ es un insulto para las víctimas”

A propósito del estreno de “Alias JJ”, Semana.com habló con el hijo de uno de los pasajeros del vuelo HK-103 del avión de Avianca que explotó en los aires el 27 de noviembre de 1989 por órdenes del cartel de Medellín.

7 de febrero de 2017
Federico Arellano es abogado, defensor de derechos humanos y por varios años ha liderado una lucha jurídica en favor de las víctimas del narcoterrorismo. | Foto: Cortesía Federico Arellano

El 27 de noviembre de 1989, Federico Arellano se preparaba para ir al colegio mientras su padre, el tenor Gerardo Arellano, había decidido volar temprano a Cali para asistir a una misa. Sin embargo, Gerardo jamás llegó. Una bomba puesta por el cartel de Medellín debajo de una silla en el avión en el que viajaba explotó poco después de sobrevolar Soacha. La aeronave se desintegró en el aire. No hubo sobrevivientes.

A partir de ese día, Arellano emprendió una lucha por conocer la verdad del caso. Estudió derecho y desde hace 28 años trabaja para esclarecer lo que realmente sucedió ese día. En entrevista con Semana.com, Arellano opina sobre la nueva serie de televisión Alias JJ, basada en las memorias de uno de los sicarios de Pablo Escobar.

Semana.com: ¿Qué opinión le merece el estreno de una nueva narco serie, esta vez basada en ‘Popeye’?

Federico Arellano: Ha sido básicamente la de siempre, es una apología al crimen. Esto no solamente es un insulto para las víctimas, sino que también envía un mensaje nocivo para las futuras generaciones porque ven una posibilidad de creer en algo que es entre comillas bueno para gente menos favorecida. Eso sencillamente termina minando a la sociedad.

Semana.com: Hay quienes afirman que estas series son una manera de contar la historia...

F.A.: Este es un problema gravísimo. Las historias que se ven en televisión no son las historias de la verdad. Las historias de la verdad, y se lo digo con conocimiento de causa, las conoce uno cuando está metido en los procesos penales donde está la realidad de los hechos. Lo que muestran en televisión no es lo que realmente ha pasado. Uno entiende que hay una parte de ficción que tiene que tener el producto televisivo, pero no puede la ficción tener el protagonismo frente a la realidad. Eso es lo que necesita la gente de este país, saber lo que pasó. La realidad tiene que prevalecer siempre.

Semana.com: ¿Cómo explica usted la fascinación por contar las historias de estos personajes?

F.A.: Sin duda el morbo, sumado a la falta de justicia, da como resultado una necesidad mercantilista de los canales y de los medios de comunicación que resulta en rating. Esta es una suma absolutamente dolorosa y nefasta para la sociedad porque primero no actúa la justicia y las víctimas no tienen respuestas. Y sobre esas dos anteriores se suma el propósito mercantilista de un medio de comunicación poderoso que quiere mandar un mensaje nefasto que no es cierto para obtener rating y ganancias millonarias sin contar la verdad.

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Semana.com: ¿Qué siente usted al ver este tipo de series en televisión?

F.A.: Yo como víctima pero más como abogado le digo lo siguiente: cada semana llego de los despachos luego de ver que los procesos no avanzan. Y si prendo la televisión y lo primero que veo es a mi victimario, pues por lo menos para mí eso no es agradable. Es un tema revictimizante, pero así como yo conozco la verdad hay gente que no conoce los procesos y por ende, cree todo lo que le están metiendo en la televisión.

Semana.com: Entonces, ¿cómo les contamos a los colombianos esta historia, si se nota que es algo que vende...?

F.A.: El morbo es muy difícil de quitar. No sólo en Colombia sino también en varios países en los que he vivido. Estamos ávidos de conocimiento, de la realidad de las cosas. Sin embargo, como la gente no profundiza ni tiene la capacidad de ir al punto al que necesariamente hay que ir para conocer la verdad, termina por dejarse meter los dedos en la boca de los medios de comunicación y entiende el mensaje equivocado porque “si lo dicen los medios es porque es así”, y resulta que así no es.

Semana.com: ¿Cuál es el mensaje que están enviando estas series?

F.A.: El peor, porque si la historia fuese contada de una forma diferente, si le dieran por ejemplo un enfoque en favor de las víctimas y no más bien enalteciendo a los más grandes criminales de la historia, como a Hitler y Pablo Escobar y sus secuaces, pues la gente no estaría viviendo lo que está viviendo hoy.

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Semana.com: Hablemos de ‘Popeye’, ¿qué cambia a que el centro de la historia no sea el jefe sino el sicario?

F.A.: Infortunadamente, de esos bandidos hay algunos que hablan mucho, entre ellos el señor ‘Popeye’. Y es triste ver que ahora es un tipo que se ha vuelto una estrella y eso es lamentable para los que hemos luchado del bando bueno, pues estamos siendo opacados por la maldad. Porque hoy ‘Popeye’ es materia de consulta y es una superestrella de los medios de comunicación. Y hoy,le hacen un homenaje a la maldad de Popeye. ¿Por qué no hacen eso con los buenos? Porque no hacen eso con personajes tan importantes que mató ‘Popeye’. ¿Por qué hacen una apología al crimen? ¿Por qué como colombianos seguimos consumiendo esto? ¿Cuál es el morbo de este país sobre los narcoterroristas? No lo entiendo.

Semana.com: ¿Alguna vez como víctima le han consultado para hacer parte de este tipo de proyectos?

F.A.: Le voy a poner un ejemplo. A mí me llegó una invitación muy elegante y membreteada por parte del presidente de Caracol cuando lanzaron una de esas series, pero para mí más que una invitación, fue un insulto. Por supuesto, la manera más clara de manifestar mi reproche fue no asistir al evento. Pero no así los hijos de otras víctimas como por ejemplo los Galán, los Lara y los Antequera. Yo respeto sus posiciones, seguramente políticas, pero no estoy buscando nada más que la verdad, la justicia y la reparación. Yo no accedo a ese tipo de invitaciones.

Semana.com: ¿Cómo compara usted los relatos de estas historias en los años posteriores a la época del narcotráfico y cómo se cuentan hoy?

F.A.: Lo de hoy es un manejo amañado, acomodado. Se lo digo desde los procesos como abogado, las aparentes verdades que están mostrando en los medios de comunicación no son más que una falacia.

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Semana.com: ¿Cuál es la posición mayoritaria de las víctimas?

F.A.: El clamor es generalizado. Estamos indignados. Semana tras semana, en los despachos judiciales consulto qué ha pasado; cómo podemos dinamizar los procesos en verdad, justicia, y reparación y cuando prendo la televisión veo un homenaje a un victimario, por supuesto que esto nos indigna no sólo a nosotros sino también a un país entero.

Semana.com: ¿Qué mensaje les da a los colombianos?

F.A.: Es muy difícil hacer esta recomendación. Finalmente este es un tema subjetivo porque inclusive las víctimas quieren ver qué van a contar, porque quieren saber algo. Pero lamentablemente están entendiendo mensajes errados. Por eso es terrible lo que están haciendo los medios en ese sentido. Ojalá que los corazones de las víctimas que prendan el televisor después de lo que acabo de decir lo puedan entender con beneficio de inventario.

Semana.com: ¿Piensa verla?

F.A.: No pienso verla aunque tendré que ver algunos capítulos, aunque realmente por convicción no veo ningún tipo de programas que sean apología al narcoterrorismo.

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