Judicial
Video | Así le seguían los pasos a Otoniel en las selvas de Antioquia y Chocó
Se trata de una grabación enviada a otro miembro del “estado mayor” del Clan del Golfo. Advierte problemas financieros y la necesidad de encontrar un encargado para la operación de tráfico por el Pacífico. El segundo video muestra a Otoniel montado en una mula por los caminos de herradura del Nudo de Paramillo.
En poder de SEMANA está el video más reciente de Otoniel, grabado por él mismo. En primer plano aparece entre los árboles, se ve subido de peso y con su habitual gorra negra. Otoniel expresa sus preocupaciones frente a la operación del Clan del Golfo, sobre todo por el manejo de los miles de millones producto del narcotráfico: “Hay cuadrar lo de finanzas, me preocupa bastante más lo de finanzas; eso ha estado duro, hay que meterle a eso”, dice la comunicación.
La grabación fue enviada a otro miembro del “estado mayor” del Clan del Golfo a través de un correo humano, como acostumbra a hacerlo Otoniel, quien no usa celulares ni computadores para comunicarse con sus lugartenientes. Lo hace a través de cartas o videos enviados en memorias USB a través de correos humanos.
Habla también de la necesidad de poner una persona al mando de la zona del Pacífico: “Hay que mirar quién va a quedar responsable de ese Bloque Pacífico, si usted o Javier, con tal de que estén en comunicación y comiencen a mover la gente. Yo medio le comentaba a Javier, él a veces tiene cosas buenas, pero para mover tropa como que a veces se ‘entotuma’. En estos días estuve con él, andábamos juntos, pero estaba como embolatado en cosas de tropa. De finanzas sabe, pero en cosas de tropa a veces lo veo embolatado”.
El Clan del Golfo ha tenido duros golpes en los últimos meses por parte de las autoridades, lo que ha desarticulado la dirigencia de la organización criminal. Pero como sucede con esos grupos, quien cae es reemplazado por otro de los integrantes de menor jerarquía que resulta ascendido.
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Por eso Otoniel también habla del nombramiento de un nuevo miembro en la cúpula. “Ya en estos días nos toca mirar cuál es otro hombre que entra al ‘estado mayor’ como suplente, o ahí miramos cómo lo vamos a poner. Yo le había dicho a la ‘sangre mía menor’ que está encargado del archivo general de todo, que ir cuadrando cosas, que fuera muy bueno, que fuera a hablar con usted y con Herrero... No muchas personas porque se calienta demasiado. Ese marica trabaja y sabe mucho de eso, ese no es güevón, desde que estaba el difunto Giovanni mantenía metido en esa vuelta, entonces para que tenga conocimiento. De pronto hay alguna cosa que quiera hablar por allá, atiéndalo y hable bien con él que está metido en cosas de administraciones, no es güevón, maneja mucha vaina por ahí”.
Otoniel no improvisa. Así como se mueve entre los ríos de la región, por tierra tiene gente esperándolo para sus desplazamientos que siempre los hace en mula o caminando. Nunca usa vías, ni rurales ni principales, tampoco se monta en camionetas. Sus movimientos los hace serpenteando los caminos de herradura en el Nudo de Paramillo.
En otro video conocido por SEMANA, el máximo cabecilla del Clan del Golfo muestra su cotidianidad. Fue tomado hace apenas unas semanas.
En el video, el primero en aparecer es uno de sus hombres de confianza, quien está vestido de pantalón y camiseta azul con botas de caucho y lleva un machete terciado. Está bañado en sudor, camina despacio, se detiene y revisa entre los matorrales. Segundos después aparece otro de sus lugartenientes, también con botas de caucho, pantalón azul y un machete en la cintura, pero la camiseta es verde y lleva un morral de color rojo. Aparece otro hombre de pantalón claro y camisa a cuadros, que cruza por un puente hechizo camuflado en la maleza.
No pueden faltar los perros que lo acompañan en todos sus desplazamientos, en este caso son tres. Minutos después aparece el temido Otoniel, que más parece un campesino. Montado en una mula café, con paso cansino, vestido de jean, botas de caucho, una chaqueta oscura y un poncho encima. El equipaje es el mismo de siempre: un morral de mano que lleva terciado en la espalda.