Natalia correa, joven que denuncia abuso sexual luego del concierto de Bad Bunny en Bogotá
Natalia correa, joven que denuncia abuso sexual luego del concierto de Bad Bunny en Bogotá. | Foto: Twitter @natu1_nat

Denuncia

Video: joven denuncia en dramático relato que fue víctima de violencia sexual tras asistir al concierto de Bad Bunny en Bogotá

La joven expresó a SEMANA que tras lo ocurrido lloró mucho y no pudo dormir, pues “había quedado bastante impactada”.

25 de noviembre de 2022

El pasado jueves 24 de noviembre, mediante la red social Twitter, una joven denunció que fue víctima de violencia sexual luego de asistir al concierto del puertorriqueño Bad Bunny en el estadio El Campín de Bogotá el pasado domingo 20 de noviembre.

La joven, quien está registrada como @natu_1nat, es Natalia Correa, una estudiante de enfermería de 24 años que narró lo sucedido en siete cortos audiovisuales.

Allí expresó que luego de salir del concierto, en las primeras horas del lunes 21 de noviembre, estaba buscando un carro por medio de las plataformas digitales, pero debido a que su teléfono se descargó tomó la decisión de ir caminando sobre la avenida carrera 30 (o NQS), en sentido sur-norte.

Mientras caminaba, intentó sin éxito y en repetidas ocasiones hacerle la parada a algún vehículo de transporte público para que la llevaran a su casa, la cual, según dijo, queda ubicada cerca del Campín, por lo que aclaró que siguió caminando sola y sin estar en estado de alicoramiento o bajo efectos de sustancias psicoactivas.

La joven le expresó a SEMANA que se encontraba sola, debido a que su plan inicial era asistir al evento en compañía de su prima, pero ella fue una de las víctimas de estafa de la boletería falsa que vendieron a muchas personas y por esa razón no pudo ingresar al concierto.

Natalia manifestó que cuando iba llegando a la estación de TransMilenio Simón Bolívar, una camioneta de color blanco y vidrios polarizados se detuvo sobre la vía, bajó el vidrio y un señor -el que conducía- le dijo: “Hola, ¿cómo estás?, ¿te puedo hacer una pregunta?”. En ese momento, ella volteó a mirarlo y se acercó a la camioneta, pues pensó que el hombre buscaba una dirección y ella conoce el sector, por lo que pensó que podía ayudarlo con algunas indicaciones, si este lo hubiera requerido.

El hombre terminó de bajar el vidrio y en un acto de ‘buena fe’, ella ubicó sus manos sobre la puerta, y cuando él la agarró de las manos “de una vez, empecé a sentirme rara. Obviamente empecé a ver borroso. O sea, yo no estaba tomada, realmente estaba bien, pero en el momento en que él me agarra la mano, yo me sentí débil”.

En ese momento, Natalia desconoció cómo el hombre logró meterla a la camioneta. Luego, según narró en los videos, el sujeto desvió “por una de las cuadras del barrio; más o menos llegando a la casa de Santa Fe, hizo una parada. En ese momento él trata de besarme, empieza a besarme, a acercárseme por el cuello, por la oreja, a querer bajar. Yo en ese momento lo paro, pero no tenía la suficiente fuerza para quitarlo”, agregó la joven.

Aseguró, además, que el sujeto le dijo “tranquila, yo te voy a llevar a tu casa”, pero ella le contestaba con una negativa y le pedía que la dejara en el lugar donde estaba estacionada la camioneta, porque se quería bajar del vehículo, pero él le dijo que no la iba a dejar hacerlo. Luego, volteó por otra cuadra y se estacionó. Ella entonces se percató que la puerta no tenía seguro y, en un intento por escapar, él la tomó del bolso fuertemente, al punto que logró romperlo.

En el mismo, la joven tenía sus pertenencias y le pidió varias veces al hombre que por favor la dejara ir, pero él le decía que no, que ella debía entrar, porque él le iba a proponer algo y tenía que aceptarlo.

“Cuando eso sucede empezó a arrancar el carro, suavecito y me dice: ‘Súbase o arranco rápido y la arrastro’; yo le dije: ‘Si yo me subo, usted suelta mi bolso’, y él me dijo que sí”, continuó diciendo la joven.

“Cuando empecé a llorar, él me dice que lo mire. Yo obviamente no lo quería mirar, a lo que él procede a agarrarme la mano, ponerla en su miembro y masturbarse él mismo, pero con mi mano. Este señor dura más o menos cuatro minutos masturbándose con mi mano y durante ese intervalo de tiempo, él me pregunta que si me gusta, que lo hiciera más duro, con fuerza, que lo disfrutara... Yo lo único que hacía era mirar hacia otro lado, mientras él manipulaba mi mano a pesar de que yo le dije varias veces que parara”, agregó con la voz entrecortada.

Asimismo, el sujeto manoseó a la joven (la baja el top) y mientras esto pasaba le decía palabras “muy obscenas como ‘qué rica estás, qué rico sabe’, y pues obviamente yo no paraba de llorar, porque yo no quería estar en esa situación, él me estaba obligando a hacer cosas que yo no quería”.

Luego de eso, ella se subió el top que llevaba y le dijo que la dejara ir, ante lo cual el sujeto quita los seguros, la empuja, le dice que se “largue”. Y ella, al bajar de la camioneta, se fue por varias cuadras para llegar finalmente a su casa, pues estaba muy asustada.

La joven, en diálogo con SEMANA, expresó: “Llegué a mi casa, lloré por un rato, no pude dormir en toda la noche y la verdad me sentía supermal. Nunca había pasado por una situación como esa, la verdad había quedado bastante impactada”.

Asimismo, manifestó que “en el momento no tuve el valor [de contarlo o denunciarlo], después le comenté a uno de mis amigos y él fue el que me dijo que hiciera la denuncia”.

Ante el hecho, la Secretaría de la Mujer de Bogotá contestó desde la cuenta oficial de Twitter: “Nos gustaría contactarte para brindarte nuestros servicios desde la #LíneaPúrpura. Nos podrías enviar tu nombre completo y número de teléfono por DM? Quedamos atentas!”.