NACIÓN
Video | Policías evitaron que mujer saltara al vacío desde el Puente Alberto Pumarejo de Barranquilla
Entre lágrimas, la mujer decía que estaba atravesando una complicada situación económica y no tenía con qué alimentar a los animales de su fundación.
Momentos de angustia se vivieron en el Puente Alberto Pumarejo de Barranquilla, luego de que una mujer identificada como Yamile intentara lanzarse al vacío, argumentando que tenía una fundación para animales y no tenía con qué alimentarlos, ya que no cuenta con un empleo o el apoyo que le permita obtener recursos económicos.
En imágenes que circulan en redes se aprecia que al lugar llegaron varios uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla y, aprovechando un descuido, uno de ellos se abalanzó sobre la mujer y la sujetó, mientras entre lágrimas ella narraba por qué estaba contemplando quitarse la vida.
“Tengo una fundación de animales y nadie me quiere ayudar. No tengo empleo, tengo muchos problemas económicos con la fundación, mis animales necesitan ayuda y yo necesito estabilidad. No me quieren ayudar, vengo peleando con el maldito gobierno, hace tiempo he enviado cartas a la Gobernación y a la Alcaldía, pero aquí lo único que hacen es robarse el maldito dinero”, se le escuchaba decir a la mujer, mientras un policía la sujetaba.
Tras tranquilizarla para que no tomara la fatal decisión, los policías finalmente sujetaron a la mujer con una cuerda y la subieron a los protectores laterales del Puente Alberto Pumarejo, siendo rescatada sana y salva.
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Luego la mujer fue puesta a disposición de profesionales de la salud para que recibiera atención médica y, además los uniformados habrían gestionado ayuda para que puedan atender su caso.
Y es que casos como el de Yamile se han venido presentando en varias regiones del país. En algunos, por fortuna las personas logran ser convencidas, mientras en otros las personas terminan acabando con su vida. La semana pasada en Ibagué, una mujer perdió la vida luego de que se lanzara al vacío desde el Puente de la Variante en Ibagué, Tolima, a pesar de que al lugar llegaron varios uniformados de la Policía para intentar persuadirla y evitar que tomara esa decisión.
De acuerdo con medios regionales, la mujer fue vista llorando en este punto y con el pasar de los minutos se fue acercando al borde del puente. Por lo tanto, al ver lo que la mujer se iba a lanzar al vacío, los policías presentes en el lugar corrieron para tratar de evitarlo, pero ya era demasiado tarde.
“Nos informaron sobre un caso acá en el Puente de la Vida, llegamos al sitio y nos demoramos solo dos minutos para atender esta situación. Al llegar nos reporta la Policía y Bomberos que la persona lastimosamente ya se había lanzado de esta estructura. Observamos para todos lados y encontramos una gorra que había dejado la señora y en esta se encontraba el número de teléfono del esposo. En ese momento lo llamamos para contarle sobre este difícil hecho. Él llegó a los pocos minutos muy alterado, lloraba, no comprendía la situación, se le notaba el desespero, tanto así, que también tenía intenciones de lanzarse al vacío, por lo que la Policía tuvo que actuar y retirarlo del lugar, tuvo que ser hasta esposado por su comportamiento”, dijo Andrea Gutiérrez, auxiliar de enfermería de la empresa de ambulancias, Salud 24, en entrevista con Alerta Tolima.
Este hecho hizo recordar lo ocurrido el 6 de febrero de 2019, día en que una mujer identificada como Jessi Paola Moreno también decidió acabar con su vida y la de su hijo de 10 años, luego de abrazarlo y lanzarse al vacío con él desde el Puente de la Variante.
Ese día, Jessi Paola Moreno llegó a dicho puente a eso de las seis de la mañana, cuando este estaba en proceso de construcción; se sentó en uno de los bordes de la estructura y desafiando la gravedad se lanzó al vacío, no sin antes atar a su cuerpo con una correa y una cobija a su pequeño hijo.
En su momento, Semana habló con varias fuentes, consultó a las autoridades y contrastó todo lo que se había dicho sobre ese caso, y constató que Jessi Paola Moreno tenía un cuadro clínico de depresión severa, fomentado por una decepción amorosa y una crisis económica. No hubo amenazas, desalojos, embarazos, enfermedades ni una carta de confesión.
Además, una cosa quedó clara: la idea de acabar con su vida y la de su hijo la mujer la pensó varias semanas atrás. “No me insista, esta decisión no la tomé hoy, ni ayer, sino hace 15 días”, le dijo a uno de los socorristas que le suplicaba le diera la mano, o entregara a su hijo.
Finalmente, el menor fue la víctima silenciosa de esa dolorosa escena: aseguran que siempre mantuvo la calma, “mamita, no lo haga por favor, no me quiero morir, déle la mano a los policías que la quieren ayudar”, cuentan que le decía el pequeño a Moreno mientras acariciaba el rostro de su confundida madre y la consentía con besos de súplica.