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Elección del procurador: Wilson Ruiz es ternado por la Corte Suprema
El exmagistrado del Consejo Superior de la Judicatura se alzó con la mayoría de los votos y venció a Alberto Yepes, exconsejero de Estado, y Enrique Gil Botero, exministro de Justicia. La carrera por la Procuraduría toma más forma.
La Corte Suprema de Justicia ya tiene su ternado para relevar a Fernando Carillo Flórez en la Procuraduría General de la Nación. Wilson Ruiz Orejuela, con 16 votos a favor, se convirtió en el segundo de los tres nombres que conforman la terna que conocerá el Senado de la República. Eventualmente, los senadores deberán someter a votación los nombres y quien gane será el nuevo procurador general.
Ruiz Orejuela, oriundo del municipio de Florida, Valle del Cauca, es abogado de la Universidad Libre de Colombia y se ha desempeñado como magistrado y presidente del Consejo Superior de la Judicatura y procurador delegado en los tiempos de Alejandro Ordóñez Maldonado. Este último, cuando fue elegido en 2008, también había sido ternado por la Corte Suprema.
En el pulso que vio ganador a Ruiz Orejuela también participaron diferentes nombres de peso. Albero Yepes Barreiro, exconsejero de Estado, Enrique Gil Botero, exmagistrado de la Corte Constitucional y exministro de Justicia, y Jorge Armando Otálora Gómez, exdefensor del pueblo, hicieron parte de la puja pero no lograron convencer a los magistrados y se fueron con las manos vacias.
El amplio presupuesto anual de un billón de pesos y una planta de más de 4.000 trabajadores vuelven al órgano de control en objeto de deseo e interés. Además, quien presida la Procuraduría podrá controlar las investigaciones y sanciones que se adelanten a ministros, gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, entre varios funcionarios públicos más. Su valor político es inmenso.
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Vale recordar que, el pasado 11 de agosto, el Consejo de Estado destapó también su carta para ocupar la dirección del Ministerio Público. Dos terceras partes de los magistrados de esta corporación eligieron a Juan Carlos Cortés González, abogado de la Universidad del Rosario y que desde enero de 2017 era la mano derecha del actual procurador Fernando Carrillo Flórez. En una convocatoria que contó con más de 25 candidatos, entre los que sobresalían Luis Felipe Henao, exministro de Vivienda, y Humbero Sierra Porto, exmagistrado de la Corte Constitucional, Cortés González se llevó el espaldarazo de esta alta corte.
Cortés González fue el favorito de 20 consejeros de Estado que le depositaron su confianza por encima de Humberto Sierra Porto y Luis Felipe Henao.
Por el momento, solo restaría que el presidente Iván Duque anuncie oficialmente el nombre de su persona elegida y, de esta forma, cerraría la terna. Todo indica que la ministra de Justicia, Margarita Cabello Blanco, será la tercera ternada y competirá hombro a hombro contra Cortés González y Ruiz Orejuela. Los tres tendrán que poner a prueba su capacidad de manejo y convencimiento en el Congreso si desean reemplazar a Carrillo Flórez.
En una interesante coyuntura se daría el arribo del nuevo procurador general. La Corte Interamericana de Derechos Humanos está cercana a definir de fondo la demanda del senador Gustavo Petro en contra del Estado colombiano por el proceso disciplinario que la Procuraduría le inició cuando fungía como alcalde de Bogotá. La decisión podría repercutir en las capacidades que reposan sobre el órgano de control al momento de investigar e imponer sanciones a ciudadanos que fueron elegidos democráticamente para ocupar cargos públicos. Es decir, el afectado sería el nuevo procurador.
Voces cercanas al gobierno dan por hecho que la ministra de Justicia es la ungida del presidente Duque para conformar la terna a la Procuraduría.
Adicionalmente, coincide con el proceso penal por fraude procesal y soborno de testigos al expresidente Álvaro Uribe Vélez. En todas las actuaciones de este carácter se da siempre la intervención de un procurador delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
En este orden de ideas, las semanas veníderas serán claves para calcular cómo se mueven y acomodan los intereses políticos alrededor de la elección. En votaciones de este estilo, nada está dicho. Por ejemplo, en los últimos días, las fichas en el Congreso se han movido en apoyo de Carlos Camargo Assis para llegar a la Defensoría del Pueblo cuando todo pintaba en favor de Elizabeth Martínez Barrera, que sorprevisamente renunció a su aspiración cuando faltaba menos de una semana para que la Cámara de Representantes votara.
En lo relativo a la Procuraduría, la carrera hasta ahora toma forma.