Las redes sociales se han convertido en el principal vehículo de las campañas de odio contra los ciudadanos del país vecino. | Foto: Getty images

MIGRACIÓN

¡Ojo con la xenofobia!

En medio de las jornadas de protesta han aumentado las acusaciones que señalan a los venezolanos de sembrar el caos. Esas afirmaciones no tienen sustento pero podrían agravar la situación humanitaria de los migrantes.

30 de noviembre de 2019

La noche del viernes 22 de noviembre la histeria colectiva reinó en Bogotá. Miles de capitalinos se armaron con palos, cuchillos y lo que encontraran a su alcance para defender sus casas y conjuntos residenciales de una supuesta ola generalizada de saqueos y hurtos. En medio del caos tomó fuerza el rumor de que los líderes de esas hordas eran venezolanos a los que les habían pagado entre 20.000 y 50.000 pesos para sembrar la intranquilidad en la ciudad. Por redes circularon mensajes de voz en los que personas sin identificar decían que un familiar en el Ejército, en la Policía o en algún organismo de seguridad del Estado les aseguraban que había un plan para que los venezolanos saquearan las viviendas de los bogotanos.

Esa misma noche las autoridades desmintieron esos rumores. No hubo una ola generalizada de robos a viviendas, ni mucho menos, los venezolanos comandaban esos grupos que nunca existieron. Como señaló el alcalde Enrique Peñalosa, todo formó parte de un pánico generalizado orquestado por alguien que se beneficiaría de ello.

Sin embargo, muchos ciudadanos se quedaron con la versión de los audios que circularon por redes y aumentaron aún más su temor y odio hacia los venezolanos. Esa percepción creció cuando Migración Colombia expulsó 59 ciudadanos venezolanos el lunes, acusándolos de estar involucrados en “una serie de actividades que pondrían en riesgo el orden público y la seguridad nacional”.

Todo esto ha mostrado que la xenofobia ha aumentado de manera acelerada por cuenta de las redes sociales. En ese sentido, un estudio, realizado por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), revela que, en el caso de Twitter, el 74,5 por ciento de “los trinos percibe la migración venezolana de forma negativa”.

En las redes sociales cada vez salen más mensajes que culpan a los venezolanos de quitar el empleo de los colombianos, de aumentar la criminalidad y de organizar las protestas. Esas acusaciones, señala Rocío Castañeda, oficial de Información Pública de la Acnur, “se hacen sin fundamento, sin tener prueba por ejemplo de la nacionalidad de la persona que se señala o de su vinculación con los hechos que se le imputan”.

Como explican los expertos en migración, ninguno de esos prejuicios tienen sustento. Ni siquiera las autoridades dan validez a esas afirmaciones. Las cifras de Migración Colombia muestran que en la actualidad hay 1.488.373 venezolanos en el país, y que solo 1.100 han sido expulsados. Es decir, el 0,07 por ciento, una cifra mínima.

El estudio de la FIP, de agosto de este año, concluye contundentemente que no hay relación alguna entre la presencia de venezolanos en el país y el aumento de la criminalidad. Si bien hay más de ellos relacionados con delitos, su participación sigue siendo marginal: menos del 1 por ciento de la población carcelaria es venezolana. De igual manera, no hay investigaciones que sustenten la relación entre la llegada de los venezolanos y el crecimiento del desempleo del país.

Los anteriores datos significan que la amenaza venezolana no existe y que más bien el país experimenta un aumento de la xenofobia, que como explica Martha Márquez, directora del Instituto Pensar de la Universidad Javeriana, ha sido exacerbada por algunos sectores de la sociedad para usar a los venezolanos como chivo expiatorio. Un problema que hay que atender, para evitar graves consecuencias no solo para los venezolanos sino para la sociedad colombiana en su conjunto.

Un brote de xenofobia descontrolado podría traer el aumento de la violencia en el país y problemas de orden público, en los que los venezolanos llevarían la peor parte.