ENTREVISTA

“Ya se habla de un secretariado de las disidencias de las Farc”: fiscal Barbosa explica la guerra en Arauca

En entrevista con SEMANA, desde la capital araucana, el fiscal Francisco Barbosa reveló que hay reconfiguración de las organizaciones criminales y dio detalles de la matanza en la frontera con Venezuela.

11 de enero de 2022
Francisco Barbosa
Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana. | Foto: Juan Carlos Sierra

El fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, viajó a Arauca a liderar las investigaciones tras la matanza de decenas de personas ocurrida en el inicio de 2022, por cuenta de los fuertes enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN.

En la capital araucana, en la dirección seccional de la Fiscalía, Barbosa habló con SEMANA sobre la violencia que sacude a esta región del país. Reveló que ya se habla incluso de comandos conjuntos y de un secretariado de las disidencias de las Farc, y pidió la unión de la institucionalidad para enfrentar este desafío.

SEMANA: las informaciones sobre la matanza en Arauca indican que por lo menos 28 personas murieron en estos primeros días de 2022. ¿La cifra puede ser mayor?

FRANCISCO BARBOSA (F. B.): son más. En estos momentos van 31 homicidios que se produjeron en diferentes municipios del departamento, especialmente en la zona de Saravena; pero también en Cubará (Boyacá). Sabemos que son 21 colombianos, ocho venezolanos y hay dos personas por identificar. Siete de ellas tenían órdenes de captura. Tenemos todas las necropsias realizadas. Así mismo, hay dos muertos más, en Toledo (Norte de Santander), y estamos estableciendo si hay vínculos de causalidad. Todo esto, efectivamente, ha generado un trastorno para esta región. Aquí estoy liderando el equipo que ordené desde mi despacho para las investigaciones. Lo que tenemos que hacer es esclarecer rápidamente y que el país sepa lo que está ocurriendo.

SEMANA: ¿a qué obedece esta masacre, sin precedentes en la historia reciente del país?

F. B.: le doy un dato para que lo tenga claro la audiencia: desde que me posesioné como fiscal general de la Nación hace casi dos años, habían ocurrido 19 homicidios en este territorio, producto de las acciones de las disidencias de las Farc y el ELN. Y en apenas tres días de 2022 se produjeron 31. Es decir, estamos hablando de una situación bastante complicada. Aquí hay una circunstancia histórica de control del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en Saravena, Arauquita, Fortul, Tame, en Arauca capital, con incidencia en el estado Apure, del lado venezolano. También hay disidencias de las Farc (los frentes 10, 28 y 45). Esto ha generado una serie de conflictos por la cercanía con Venezuela, donde se han ubicado campamentos de esas organizaciones criminales y que tienen incidencia en el territorio. Hay un enfrentamiento entre el ELN y las disidencias de las Farc. Esta última organización se está presentando en esta zona del país como un comando conjunto de oriente, adscrito a un secretariado de las Farc. Eso quiere decir que se está generando una organización criminal alrededor de lo que eran las Farc.

Esta matanza tiene que ver con el control territorial que empiezan a ejercer dichas disidencias en Arauca. Ha habido extorsiones de estos disidentes, liderados por Arturo y Ferley, a incluso familiares del ELN en esta región del país.

SEMANA: fiscal, usted habla de comandos conjuntos y de un secretariado de las disidencias de las Farc. Cuando uno en Colombia se refiere a un secretariado se remite inmediatamente a esa organización de Tirofijo, el Mono Jojoy, Raúl Reyes, Alfonso Cano, entre otros. ¿Se reencauchó acaso esa estructura?

F. B.: hay informaciones que empiezan a surgir a raíz de las interceptaciones. Se habla de un proceso de reorganización o reconfiguración de lo que fueron las Farc. Existe el comando conjunto de occidente, en Cauca y Nariño, con las columnas Dagoberto Ramos, Jaime Martínez, Carlos Patiño, el antiguo frente 30 de las Farc, la Franco Benavides. Han venido desplazando al ELN de esos territorios, principalmente con el acantonamiento en Tumaco de la columna Oliver Sinisterra, de lo que eran las antiguas guerrillas unidas del Pacífico, y también de Los Contadores. Ahí hay una estructura.

La otra es el comando de frontera, en el Putumayo, con el antiguo frente 48 de las Farc y al mismo tiempo con lo que se denomina el frente 1, que lidera Iván Mordisco, y el frente Carolina Ramírez. Existen otros problemas en el sur del Tolima, en parte del Huila, en Algeciras, pero no se conocían la existencia ni el nombre de comandos conjuntos de oriente. Hasta ahora es una información que empieza a aparecer y que estamos verificando. Hay una unión de estructuras criminales, el frente 10 con el 28 y 45. Y en Norte de Santander tenemos el frente 33, que atentó contra el presidente Iván Duque y el Aeropuerto Camilo Daza, en el que murieron dos explosivistas de la Policía, y la Brigada 30 del Ejército. Esa disidencia ha venido siendo acompañada por la disidencia del frente 37 que está empezando a bajar hacia la región del Magdalena Medio para enfrentarse con el ELN.

¿Qué produce todo esto? Hay un enfrentamiento entre las disidencias de las Farc con el ELN. Las disidencias se empiezan a unir, a tener una estructura compleja y se pueden generar enfrentamientos no solo en Arauca, en algunas partes de Casanare, sino en Norte de Santander, el Magdalena Medio y el sur de Bolívar.

Fiscal Francisco Barbosa, en entrevista con SEMANA, en Arauca
Fiscal Francisco Barbosa, en entrevista con Yesid Lancheros, Subdirector de Información de SEMANA, en Arauca | Foto: Archivo particular

SEMANA: en Arauca, ¿qué se disputan estas organizaciones criminales? ¿Cuáles son esas rentas ilícitas?

F. B.: la extorsión, el robo de combustible y las líneas de paso a través de la frontera (para el narcotráfico). Parte del problema es que existen relaciones entre el lado venezolano y el lado colombiano entre estas organizaciones. Tenemos información precisa que indica que hay un sector de la Guardia venezolana en la frontera que tiene relaciones con el ELN, y obviamente las circunstancias con las disidencias de las Farc ha sido muy complicada en la frontera. Aquí no solo hay narcotráfico, sino minería ilegal, hay coltán, un mineral muy importante.

SEMANA: ¿y qué ha hecho la Fiscalía?

F. B.: frente al tema de los bienes, por ejemplo, tenemos 28.000 millones de pesos en 294 bienes que les hemos quitado a los criminales, sobre todo a las estructuras del ELN y de las disidencias de las Farc. Aquí hay contrabando de ganado, testaferrato, hemos podido incrementar nuestra acción con 24.000 millones de pesos a 213 bienes de la disidencia 10 de las Farc, Martín Villa.

También tenemos 239 bienes del ELN, por 1.718 millones de pesos. Venimos actuando de forma contundente, pero vuelvo y repito: no es solo la Fiscalía la que debe estar acá. Nosotros cumplimos con la función de investigar y esclarecer. Acá se necesita el acoplamiento de todo el Estado, eso es fundamental. Hoy tenemos 132 capturas de integrantes de grupos armados ilegales, 77 disidentes de las Farc y 55 del ELN. Este es el octavo desplazamiento que hago por Arauca desde hace tres años y medio que le sirvo al Estado. Estamos liderando acciones con las delegadas de crimen organizado, seguridad ciudadana, con la unidad especial y la dirección seccional.

SEMANA: ¿quiénes eran las víctimas de esta matanza de 31 personas en Arauca?

F. B.: siete de esas personas tenían órdenes de captura. Pertenecerían a las disidencias del frente 10 de las Farc.

SEMANA: ¿qué papel representa la Segunda Marquetalia, comandada por Iván Márquez, en esta guerra en la frontera?

F. B.: no solo en Venezuela se esconde Iván Márquez, sino también alias Pablito, el jefe de guerra del frente oriental del ELN, que forma parte del Coce, y que generaron estas acciones criminales. En Venezuela existe una especie de alianza, de diálogo, entre el ELN y la Segunda Marquetalia para enfrentar a las disidencias de las Farc.

No hay evidencia para la Fiscalía de una suerte de guerrilla, o un grupo armado que se denomine Segunda Marquetalia, que opere en el territorio colombiano. Lo que existe es una idea que tienen estas personas en Venezuela para incidir, comprar frentes y buscar combatientes que no tengan organización. Eso lo intentó hacer alias El Paisa, yendo al frente 48, sobre el río Putumayo, donde buscaron ponerles un brazalete a cambio de ayudas para poder fortalecer su organización. Tenemos evidencia de que intentó también hacer unas reuniones con Gentil Duarte e Iván Mordisco y no pudieron fructificar esas negociaciones. También intentó, en el Cauca, hacer unos avances con esas organizaciones, con el mismo alias Matamba, y no pudieron tampoco.

La Segunda Marquetalia es un proyecto que está en Venezuela, intentando ingresar a Colombia. A raíz de la muerte de algunos cabecillas ha generado consecuencias en el territorio.

SEMANA: ¿el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de qué lado está en esta confrontación?

F. B.: no tenemos información técnica que nos permita decir que existan líneas de contacto entre el gobierno de Maduro y esto que está ocurriendo. Lo que nosotros sí sabemos es que existe un sector de la Guardia venezolana que tiene relaciones directas con el ELN.

SEMANA: fiscal, usted es claro al advertir sobre una reconfiguración de las Farc. ¿Cree que el país no ha dimensionado lo que está ocurriendo?

F. B.: se sabía que la firma del Acuerdo de Paz no iba a ser la terminación absoluta del conflicto. Se sabía que iba a existir un número importante de personas que no iba a aceptar las condiciones establecidas en el Acuerdo de Paz. Lo vimos con aquellos que abandonaron ese proceso, como Iván Márquez, Romaña, Santrich, etc., que optaron por otro camino.

Más allá de las discusiones teóricas, y como fiscal, lo que sí tengo que decirle al país es que no vivo en un mundo idílico, en un mundo ficcional o fantasioso. Vivo en la realidad. Llevo más de 170 movimientos por el territorio, hablando, escuchando, investigando y acompañando a los funcionarios que hacen esta tarea, viendo la cara más fea del país. A mí no me toca ver la cara amable de Colombia, me toca ver la cara criminal. Y lo que estoy viendo, desde hace algunos meses, es una reconfiguración en una multiplicidad de territorios de organizaciones criminales que empiezan a tener una importancia atada al narcotráfico, la minería ilegal. Son motores económicos alrededor de los cuales se ha construido y se empiezan a reconstruir tejidos de conflicto.

Lo que hacemos en la Fiscalía, al igual que el Ejército y la Policía, es contener. Hay que decirle al país que no existe un mundo idílico: lo que estamos viviendo en Arauca, Norte de Santander, Magdalena Medio, Cauca, Nariño, en el sur del Valle, Putumayo, Caquetá, Guaviare, Guainía, en el golfo de Urabá, en el norte del país, en el Pacífico chocoano, caucano y nariñense, no es una historia idílica. Y debemos tener claridad sobre cuál es la acción institucional.

SEMANA: ¿es, entonces, una nueva fase de la guerra en Colombia?

F. B.: lo planteo como una nueva dimensión de los retos institucionales que tiene el país. No son los retos que uno quisiera, pero son los que nos toca. Estar acá en Arauca, hablando de estas circunstancias, es un reto. A esto hay que plantearle liderazgo y una acción clara en el marco de la institucionalidad y del respeto a los derechos humanos. Por eso estamos despachando desde Arauca y nuestros equipos no están abandonados en el terreno, como ocurría durante mucho tiempo, que desde Bogotá se lanzaban las órdenes y no se venía a verificar qué estaba pasando.

Hoy tenemos más de 43 órdenes de captura vigentes contra esas estructuras, contra alias Arturo, Ferley, Pescado, que son del frente 10; contra Antonio Medina, del 28; contra alias Pablito, del ELN; contra todas estas disidencias y organizaciones. Estamos trabajando de la mano con el Ejército y la Policía para hacer efectivas las órdenes de captura y entrar en una dinámica judicial con estas personas.

SEMANA: el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, en su más reciente columna dominical en El Tiempo, escribió lo siguiente sobre Arauca: “Importante que la Fiscalía tome cartas en el asunto y desmantele el lavado de dinero que se mueve en la hotelería, la construcción, la ganadería y muchas de las actividades comerciales”. ¿Qué le responde?

F. B.: cuando nosotros llegamos a la Fiscalía establecimos la estrategia Argenta. ¿Cómo opera? Una delegada de finanzas criminales está trabajando de la mano con crimen organizado y seguridad ciudadana. Lo hemos hecho en todo el territorio nacional.

En Arauca, como señalé, van 294 bienes por un valor de 28.000 millones de pesos que han sido objeto de medidas cautelares con fines de extinción de dominio. 21 establecimientos de comercio, 36 embarcaciones, además de acciones contra el contrabando de ganado, testaferrato, concierto para delinquir y extorsión. Y no solo en esta zona. Hoy tenemos un reto en Santander, en Bucaramanga, en Norte de Santander, donde hay una circunstancia gravísima que tiene que ver con la cibercriminalidad. Por eso le agradezco al Congreso que le haya permitido a la Fiscalía tener hoy una nueva dirección contra la cibercriminalidad. Todo lo que tiene que ver con criptomonedas, cibercriminalidad, está generando un proceso de lavado de activos y de dineros que entran al país sin ningún tipo de control para poder alimentar todo lo que tiene que ver justamente con aspectos que afectan la vida y la seguridad de los colombianos.

SEMANA: fiscal, Arauca ha estado inmersa además en sonados escándalos de corrupción. El gobernador, José Facundo Castillo, fue capturado por presuntamente entregarle la contratación del departamento al ELN…

F. B.: la acción de la Fiscalía en el departamento ha sido impresionante en materia de corrupción. No solo con la captura del gobernador, que está con medida de aseguramiento en centro carcelario, sino al mismo tiempo contra el exgobernador Ricardo Alvarado. Tenemos secretarios de Gobierno, de gabinete, tanto en el gobierno departamental como en las alcaldías.

Tenemos incluso personas del PC3, que es la organización clandestina que alimenta el trabajo popular en esta zona del país para las disidencias de las Farc. Capturamos a 13 personas, dentro de las cuales había personas que participaban en la Mesa Nacional de Víctimas. Estaba la presidenta y, cuando se capturó a esa persona hace un año, hubo una gran crítica de las organizaciones de derechos humanos que se conectaron a la audiencia de imputación, diciendo que la Fiscalía había actuado contra algunas personas o defensores de derechos humanos. Incluso hubo organizaciones internacionales. Y se empezaron a desconectar cuando empezaron a escuchar los audios de las interceptaciones, en los que estaba claramente la actividad delincuencial de esas personas. Muchos de ellos están en preacuerdos o buscando principios de oportunidad en la Fiscalía.

En temas de seguridad ciudadana, en Arauca, tenemos el 45 % de esclarecimiento de homicidios, es un indicador más alto que el de Bogotá. Tenemos 100 % de esclarecimiento de feminicidios. En medio ambiente, logramos la primera imputación por ecocidio contra los cabecillas de las disidencias, Gentil Duarte, Iván Mordisco y Jhon 40. Seguimos conteniendo. El debate de Colombia es: todos tenemos que ponernos al frente para contener la criminalidad y seguir permitiendo que este país pueda avanzar.

SEMANA: ¿cuántos hombres en armas tienen hoy las disidencias de las Farc?

F. B.: estamos hablando de entre 4.000 y 5.000 personas en todo el país.

SEMANA: ¿eso no es ya una guerrilla?

F. B.: eso es una organización. Alias Ernesto, uno de los ideólogos de las disidencias del frente 10 de las Farc, dice que sería parte del comando conjunto de oriente, adscrito a un secretariado nacional de las Farc. Nosotros no tenemos información que constate eso claramente. Pero lo cierto es que empiezan a mostrar una intención clara de reorganización y reconfiguración en el territorio.

SEMANA: ¿están buscando conformar una nueva guerrilla?

F. B.: a mí me da mucha tristeza, como colombiano, tener que plantear todos estos temas, pero creo que es un deber como funcionario público y como fiscal decirle al país que no es una situación fácil. Estamos viviendo un proceso en el cual el reto de la institucionalidad y de nuestro Ejército, Policía y Fiscalía tiene que ser uno: combatir esta criminalidad. Nosotros debemos judicializar y llevar a estos criminales ante los jueces de garantías.

SEMANA: ¿cree que el país no ha dimensionado lo que está ocurriendo?

F. B.: hay dobles discursos. Veo unos idílicos, hechos para Dinamarca y no para Cundinamarca. Hay unos discursos hechos más con las ganas que con la realidad, a partir de las teorías, y los hechos son completamente distintos. Como decía en su momento el presidente Barack Obama, uno puede tener derecho a sus propias opiniones, pero no a sus propios hechos. Y los hechos son uno solo: lo que estamos viendo.

Por eso estamos hoy en Arauca, van 31 muertos, no sé cuántos muertos va a haber, estamos encima con todos nuestros equipos operativos en el terreno. En Colombia es necesario que se dimensione que tenemos unos retos institucionales que han surgido por cuenta también de fenómenos como el narcotráfico, la minería ilegal y otras economías criminales que han sido vistas de una manera bastante suave por algunos sectores y que alimentan la guerra.

SEMANA: en las investigaciones de la Fiscalía sobre estas disidencias de las Farc, ¿han encontrado que tengan alguna ideología?

F. B.: recuerde que las Farc de antes tenían una configuración histórica, ideológica, que se fue perdiendo con el paso de los años por los vínculos con el narcotráfico. Lo que nosotros hemos visto es que son organizaciones atadas al negocio del narcotráfico, de la minería ilegal, y que algunas quieren disfrazar ideologías para tratar de reconfigurar esas guerrillas y darles un componente político, si se quiere. Tienen vínculos con economías criminales y un accionar criminal que lleva a la violación de derechos humanos de la gente.

Las personas tienen derecho a vivir en paz y tranquilidad, pero cuando estos grupos empiezan a atacar de esa manera y, al mismo tiempo, se atan esas estructuras criminales de narcotráfico y minería ilegal, y asesinan a los líderes sociales, amedrentan a las personas que se encuentran en sus lugares, diciéndoles que las asesinan si no cumplen sus reglas, estamos hablando de unas circunstancias mucho más complejas.

SEMANA: ¿qué decirle a la gente en Arauca, que está aterrorizada con lo que está pasando?

F. B.: uno tiene que venir y poner la cara. Hablar con la gente. El reto que tenemos es unirnos todos, pensar que debemos optar por fortalecer la institucionalidad y garantizarles la seguridad, la justicia y el Estado social de derecho a los colombianos.

SEMANA: fiscal, ¿qué información tiene sobre lo que pasó en Cali, en que el ELN se atribuyó el atentado contra el vehículo del Esmad y que dejó a 13 policías heridos?

F. B.: estamos con los grupos investigativos en el terreno, con actos urgentes. Son manifestaciones de poder de estas organizaciones que quieren mostrar una circunstancia de control urbano en algunos lugares del país. En las manifestaciones violentas del año pasado nosotros capturamos a dos miembros del ELN, a los hermanos Lerma, que estaban desempeñando un papel de desestabilización y destrucción, tanto en Puerto Rellena como Siloé, en Cali. Esas personas están tras las rejas. Estas estructuras minoritarias quieren causar un daño, mostrar un efecto amplificador, pero las autoridades estamos encima y los responsables estarán muy pronto en la cárcel.

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