CAUCA
"Si tengo que morir, muero en mi territorio": lideresa Yaneth Mosquera
En entrevista con SEMANA, y tras el atentado con granada sufrido en la madrugada de este martes, la Mujer Cafam reafirmó su lucha por el territorio y el empoderamiento de las comunidades negras.
A las 3 de la madrugada de este martes, una granada fue lanzada a la casa de la lideresa Yaneth Mosquera. La intención era asesinarla a ella y a sus familiares. El estruendo ocasionó algunas perdidas materiales, pero todos salieron ilesos. El mensaje fue contundente: los violentos van en serio. Y aunque Yaneth, galardonada como Mujer Cafam en el año 2007, tiene protección, sabe que eso no es suficiente. Ahora pide más ayuda del Gobierno nacional para seguir ejerciendo sus labores de liderazgo. "No me van a callar", dice. SEMANA habló con ella.
SEMANA: ¿Usted cómo está tras el atentado de esta madrugada?
Yaneth Mosquera (Y.M.): Ahora ya estoy bien, un poquito más calmada, pero aturdida.
SEMANA: ¿Qué fue lo que ocurrió?
Y.M.: A las 3 de la madrugada se escuchó una fuerte explosión en la casa de mi hija, donde me estaba quedando, en El Patía. Escuchamos el desorden. Imagínese, una granada explotarle a uno ahí a pocos metros, fue una cosa horrible. Afortunadamente no nos pasó nada y todos estamos bien.
SEMANA: Usted desde hace un año venía recibiendo panfletos, ¿esas amenazas se habían vuelto a repetir en los últimos días?
Y.M.: Sí, eso ha seguido, todo el tiempo ha estado ahí. Me mandan mensajes de textos y panfletos, pero yo hago las denuncias respectivas y todo queda ahí, porque como uno no puede probar nada y las autoridades le dicen que eso era solo un papel. Eso ha sido reiterativo, el último mensaje que recibí fue hace quince días, donde me decían que me declaraban objetivo militar. Siempre hago la denuncia y ya, pero ahora la cosa ya pasó de castaño a oscuro.
SEMANA: ¿Por qué la quieren matar?
Y.M.: Yo pienso que por reclamar nuestros derechos, por proteger nuestra comunidad, proteger nuestras mujeres, nuestros niños y niñas, y por ser la voz de los que no tienen voz en este país. Yo sigo pensando que esto no puede continuar, que hay que ponerle más cuidado a este tema; entiendo que el Gobierno no tendrá plata para proteger a cada líder social, pero hay que buscar una forma de cómo hacemos la protección colectiva en los territorios para que nosotros podamos estar salvaguardados.
SEMANA: ¿Es la primera vez que atentan contra usted?
Y.M.: Así, un atentado como este, nunca. Lo que siempre ha pasado son el envío de panfletos y mensajes de texto.
SEMANA: ¿Ha pensado abandonar su territorio?
Y.M.: No. La verdad, si yo tengo que morir, muero en mi territorio. No pienso hacerlo, quiero continuar con mi trabajo, porque soy la voz de quienes no tienen voz, y yo no tengo por qué huir y dejar abandonados a los míos. No veo por qué tengo que salir corriendo de mi territorio, de mi espacio, donde tengo mis usos y costumbres.
SEMANA: ¿Emocionalmente cómo se siente hoy?
Y.M.: Bastante baja de nota, pero aspiro a tener la fuerza suficiente para resistir y continuar adelante. Sé que mañana me levanto y sigo siendo la misma Yaneth, con más ánimo.
SEMANA: ¿Hoy cuáles son sus principales temores?
Y.M.: Morirme. Me da miedo morirme, y no de morirme de covid, porque sé que el virus no me va a matar, sino morirme en manos de alguien que yo no sé quién es, dónde está, y que no me dé la cara para decirme por qué me quiere matar.
SEMANA: ¿Qué grupo armado está detrás de las amenazas contra usted?
Y.M.: El último mensaje de texto decía que eran disidencias de las Farc, pero yo conozco a nadie, no tengo nada que ver con nadie y no me meto con ellos. Yo solo hago mi trabajo, que es lo que me gusta hacer.
SEMANA: ¿Qué trabajos está usted realizando ahora con las comunidades afrodescendientes del Cauca?
Y.M.: Yo soy una lideresa, defensora de Derechos Humanos, que anda en cada uno de los rincones de este país, directora de la Fundación Mujer con Valor, presidenta del Consejo Comunitario África - Popayán y delegada del Espacio Territorial de Consulta Previa para comunidades negras, afro-raizal y palenquera del país. Yo lo que hago es ir a la comunidad, tratar de visualizar y decirles que tienen unos derechos, y que esos derechos hay que protegerlos; por lo tanto, no vamos a permitir que nadie entre a contaminar nuestros espacios, porque esos son nuestros usos y costumbres. A lo largo de muchos años me he dedicado a empoderar a la comunidad y visibilizar las diferentes problemáticas.
SEMANA: ¿Esa labor es la que molesta a los violentos?
Y.M.: Pienso que sí, porque no veo qué otra cosa. No conozco a nadie de los malos, no sé quiénes son; simplemente yo voy a cualquier lugar que la comunidad me pide que llegue. Yo no entiendo qué es lo malo que estoy haciendo para ganarme estos atentados y amenazas.
SEMANA: Uno de los panfletos de hace un año le recriminaban a usted y a otro líder de la zona una presunta postura en contra de la realización de una doble calzada entre Santander de Quilichao y Popayán, Cauca…
Y.M.: No es que nos opongamos, porque nosotros sabemos que la doble calzada es un beneficio para el departamento y Colombia, ya que esa es una vía nacional. Lo que estamos diciendo es que se haga la consulta previa para saber dónde van a quedar nuestras comunidades y en qué estado las vamos a dejar, porque cada vez que quieren tratan una vía, hacen lo que se les da la gana y están desplazándonos cada día más. Solo reclamamos nuestros derechos.
SEMANA: Hace trece años usted fue galardonada como la mujer Cafam por las luchas y la protección de desplazados en su territorio, ¿qué ha pasado con sus proyectos desde entonces?
Y.M.: Me ha pasado de todo, pero sigo siendo la misma Yaneth que en su momento ganó el Premio Cafam y que sigue trabajando por las comunidades. Me han pasado cosas buenas, otras no muy buenas, regulares, pero eso me ha enseñado a crecer, a madurar. Lo único que pido ahora es que se me dé la oportunidad de seguir haciendo ese trabajo comunitario.