La providencia incluye decenas de conversaciones entre el exmandatario y su abogado. SEMANA conoció el audio de una de estas. | Foto: Guillermo Torres

Judicial

“Yo no tenía a Diego Cadena como un abogado clandestino”: expresidente Álvaro Uribe

El exmandatario aseguró que jamás le dio órdenes al jurista para que cometiera delitos.

18 de marzo de 2022

El expresidente Álvaro Uribe Vélez detalló la manera en que conoció en el año 2018 al abogado Diego Cadena y las instrucciones que le dio para que “corroborara” las versiones que se venían conociendo sobre un plan para enlodarlo en un proceso penal a fin de acusarlo de tener vínculos con grupos paramilitares en el departamento de Antioquia.

En su intervención en la audiencia convocada este viernes, el exmandatario aseguró que en una visita que hizo a Estados Unidos tuvo información de que varios exparamilitares habían recibido ofrecimientos económicos y beneficios jurídicos para que declararan ante las autoridades judiciales.

Estos mismos exparamilitares -aseguró- estaban dispuestos a retractarse puesto que estaban arrepentidos y querían decir toda la verdad. Uribe les comentó a sus abogados de confianza, Jaime Granados y Abelardo de la Espriella, y les pidió consejos sobre lo que se debía hacer para corroborar estas versiones.

Pocas semanas después, lo contactó el abogado Diego Cadena por intermedio del exsenador Mario Uribe Escobar. El jurista tenía un reconocimiento por acceder a las cárceles de Estados Unidos y adelantar varios procesos en ese país. “Si tenía visa de trabajo en Estados Unidos, no podía ser un delincuente”, señaló el exmandatario.

En las comunicaciones con Cadena, le puso de presente que corroborara toda la información y confirmara si lo que le estaban diciendo era verdad. “No había potencial para convertir una gestión en un delito”, precisó Uribe al indicar que la única orden era que le comunicara constantemente lo que averiguara. Para el expresidente, Cadena jamás fue un abogado clandestino o en la sombra, como se ha querido presentar.

“Yo no le encomendé tareas a Diego Cadena para que delinquiera, sino para que corroborara”, precisó el exjefe de Estado (2002-2010).

Sin embargo, Uribe sí reconoció que debido al desespero y la presión por lo que estaba ocurriendo hizo algunos comentarios desobligantes en contra de los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana, por considerar que no estaban haciendo las cosas de manera correcta.

En el dolor de lo que me ocurría hice comentarios injustificados ni apropiados [...]. A los dos abogados los respeto mucho, nunca he pretendido controlarlos”, precisó.

Según Uribe, en más de una oportunidad le hizo menciones a Cadena para que fuera cauteloso y cuidadoso: “Siempre pedí a Diego Cadena buscar solamente la verdad y actuar dentro del riguroso marco de la ley”.

Prueba de esto fue el episodio con Deyanira Gómez, entonces pareja sentimental del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, con quien Cadena se encontró en un restaurante en el centro de Bogotá para hablar sobre la supuesta retractación que quería firmar su esposo en la cárcel La Picota de Bogotá.

“Fue una trampa de Deyanira”, le reclamó Uribe a Cadena, indicando que si él hubiera aceptado esa oferta está casi seguro de que lo hubieran capturado “e inmediatamente iban por mi persona. Todo eso estaba coordinado por la Corte y la fecha coincide con los rumores sobre una captura en mi contra”.

“¿Por qué no puedo contar mi historia?”

En su intervención, Uribe reclamó el hecho de que no se le permitiera defenderse de las acusaciones que se hicieron en su contra durante las diligencias. El expresidente indicó que, pese a que no venían al caso, los representantes de las víctimas (Iván Cepeda, el exfiscal General, Eduardo Montealegre; el exvicefiscal Jorge Fernando Perdomo; Deyanira Gómez) lo señalaron de ser paramilitar, director de la Aeronáutica Civil para beneficiar a Pablo Escobar, integrante de la Oficina de Envigado, entre otros agravios. Todos estos señalamientos, aseguró, afectaron su buen nombre y honra.