Así fue el traslado en Brasil de Jaime Saade, señalado asesino de Nancy Mestre en Barranquilla

La Policía Federal de Brasil, en conjunto con la Inteligencia de la Policía Militar de Minas Gerais lograron la captura de Jaime Saade, condenado a 24 años de prisión por el abuso sexual y posterior asesinato de la joven Nancy Mestre, en hechos registrados el primero de enero de 1994 en la ciudad de Barranquilla.

Después de 29 años, Jaime Saade Cormane será extraditado a Colombia, pero antes fue trasladado a Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, tras ser capturado en el municipio de Marechal Deodoro, en Alagoas.

Su captura se produjo a más de 2.000 kilómetros de distancia de Belo Horizonte, donde se había radicado desde 2020, cuando fue ubicado e identificado por Martín Mestre, el padre de la joven víctima de estos hechos, quien no descansó hasta lograr que el proceso que había iniciado en Colombia continuara, porque el señalado asesino se había fugado de la capital del Atlántico.

Esposado, vestido de pantalón de color beige y camiseta blanca y unos tenis, fue llevado hasta el Comando Estatal de Aviación en un avión PMMG a Belo Horizonte. Llegó al aeropuerto de Pampulha y fue llevado a la Superintendencia Regional de la Policía Federal en Minas Gerais. Así lo indicaron desde la misma Policía Federal.

Al bajar del avión, Saade fue custodiado por al menos seis agentes fuertemente armados de la Policía Militar de ese país, y otros agentes de la Policía Federal, fue subido a una camioneta y más o menos cinco carros de las autoridades escoltaron el traslado. Su aprensión es considerada por las autoridades de la República Federal de Brasil como una de las acciones más importantes de la inteligencia.

“Colombiano buscado en su país de origen por crímenes bárbaros fue arrestado por la Policía Militar de Minas Gerais y la Policía Federal”, dijeron desde la Policía de ese país al referirse a los hechos cometidos por Saade en Colombia, más exactamente en Barranquilla, la capital del departamento del Atlántico.

Saade Cormane, por casi tres décadas, evadió a las autoridades. SEMANA conoció que incluso en medio del fuerte operativo, habría intentado escapar, sin embargo, no logró su cometido. Tras realizar todo el trámite de identificación fue trasladado, bajo estrictas medidas de seguridad, a la sede de la Superintendencia Regional de la Policía Federal en Alagoas.

Ahora en Minas Gerais, está en marcha el plan de extradición a Colombia, para así cumplir la pena que le impuso un juez por su responsabilidad del crimen de la joven que, para ese momento, tenía tan solo 18 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado con un impacto de arma de fuego en la cabeza y con rastros de haber sido abusada sexualmente.

Saade, quien para ese entonces tenía 31 años, aseguró que Nancy, la noche de los hechos, en pleno Año Nuevo, se había quitado la vida, disparándose en la cabeza. Sin embargo, toda la evidencia demostraba que se había tratado de un homicidio. El relato del padre de la víctima durante todos estos años fue crucial para las autoridades, y mucho más su perseverancia e insistencia. En múltiples ocasiones, envió cartas a las autoridades de Brasil, y pagó detectives para seguirle el rastro al asesino de su hija.

En 1996, el Juzgado 11 Penal del Circuito de Barranquilla emitió la condena para Saade por esos hechos, pero su paradero ya era todo un misterio. Para esa entonces, su familia era de poder y adinerada, con conexiones le ayudaron a salir del país sin dejar rastro.

Pero no pudo esconderse para toda la vida. El trabajo de Martín Mestre, el padre de Nancy, dio resultado y fue encontrado en Porto Alegre, donde había cambiado su identificación con documentación falsa, haciéndose pasar como Henrique dos Santos Abdala, y había hecho una nueva vida, incluso estaba casado y tenía dos hijos.