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Así vivió sus últimas horas de vida turista caleño que fue arrastrado por la corriente en las playas de Palomino, en La Guajira

Juan David viajó hasta La Guajira con una de sus amigas más cercanas, Ángela Olaya, con el fin de disfrutar varios días de descanso en las costas del país.

Redacción Semana
26 de julio de 2023
Juan David Rondón Jiménez.
Juan David Rondón Jiménez era oriundo de Cali y amante de los viajes. | Foto: Suministrada a Semana

Desde el pasado 21 de julio, amigos y familiares de Juan David Rondón Jiménez viven momentos de angustia, luego de conocer sobre su desaparición en las aguas de Palomino, en La Guajira.

Todo empezó en medio de la celebración del Día de la Independencia, cuando Juan David viajó hasta La Guajira, junto a una de sus amigas más cercanas, Ángela Olaya, con el fin de disfrutar varios días de descanso en las costas del país.

“Nosotros llegamos el 20 de julio, tuvimos el vuelo en Cali-Bogotá-Barranquilla. De ahí llegamos a Palomino más o menos a las 5:00 de la tarde, para pasar unos días de descanso, esa era la idea. Por eso, pues aprovechando el día festivo pedimos permiso en la empresa cada uno, para poder disfrutar de días de descanso. Sí, ese era la intención”, así lo indicó a SEMANA, Ángela Olaya.

Playa de Palomino, en La Guajira, donde murió una pareja de extranjeros.
Playa de Palomino, en La Guajira. | Foto: A.P.I

Esa tarde de jueves, al llegar e instalarse en el hotel, salieron a la playa a ver el atardecer que Palomino les regaló esa primera noche. Cuando empezó a oscurecer buscaron donde comer y llegaron hasta un lugar donde daban clases de salsa; Ángela aseguró que Juan bailó y disfrutó de la compañía de otras visitantes que allí se encontraban. Posteriormente, volvieron al hotel y se fueron a dormir, puesto que les esperaban varios días con diferentes actividades.

Al día siguiente, todo comenzó con tranquilidad. Justo a la hora del almuerzo, Juan llegó hasta un restaurante local a probar la comida típica, “comió pescadito que le gustó muchísimo”, dijo Ángela.

En la tarde del viernes, nuevamente se dirigieron a la playa para ver el atardecer. “Yo no vi ninguna señalización. Nadie nos dijo: ‘no se pueden meter o está picado el mar, está peligroso’. Nadie nos dijo nada y había mucha gente dentro del mar, nosotros nos quedamos viendo el atardecer, tomamos fotos y cuando ya como que no se ve el sol, nos sentamos y él me dice: ‘metámonos al mar’”.

Juan David Rondón Jiménez.
Juan David Rondón Jiménez había viajado por gran parte del mundo. | Foto: Suministrada a Semana

El inicio del calvario

Ángela dijo que decidió quedarse en la arena, pues ella no cuenta con habilidades de natación, así que por más que Juan le insistió, al final solo lo vio cómo él ingresaba a las aguas de Palomino.

“Se quita la camiseta e ingresa al mar, luego oscurece y ya la gente comenzó como a salir y yo ya no lo veía. Yo dije: ‘pues él salió de pronto hacia el hotel, no sé a comprar algo o algo así’. Entonces yo me voy hacia el hotel y pues en el camino quizá me lo encuentro o están en el hotel”.

Al llegar al hospedaje, Ángela esperó por varios minutos, pero al percatarse que no volvía, decidió regresar a la playa; sin embargo, al acercarse el camino se tornaba cada vez más oscuro, por lo que decide pedir ayuda al personal del hotel. Fue allí cuando alertó en la recepción, llamaron a la Policía municipal y al ver que no llegaban, ella junto a una chica del lugar, fueron con linternas hasta el sitio donde vio a Juan por última vez.

“Fuimos las dos inicialmente y después me alcanzan más personas del hotel, ya acompañadas de hombres y otra mujer. Caminamos hacia el punto donde estábamos, no lo vemos. Entonces seguimos como caminando más al fondo, hasta un punto donde ya, pues como que no podíamos seguir caminando. Cuando estábamos allá, llaman de la Policía, dicen que ya están en el hotel, entonces nos regresamos y lo que sé es que ellos no llegaron rápido porque estaban como atendiendo una riña”, contó Ángela.

Juan David Rondón Jiménez.
Juan David Rondón Jiménez en Times Square, Nueva York. | Foto: Suministrada a Semana

Y agregó: “Cuando llego al hotel, los policías me toman como los datos. Yo le digo, pues qué vamos a hacer, que si con lanchas o cómo lo vamos a buscar y me dicen: ‘no, a esta hora nadie los va a salir a buscar porque la Policía ya no tiene lanchas, no tienen embarcación para buscar’. Dijeron que debía esperar al otro día que estuvieran los pescadores, para que los pescadores ayudaran a buscar. Yo le digo, ‘pero ¿qué puedo hacer?’. Entonces me dice: ‘pedirle a Dios’, esa fue la respuesta de uno de los policías”.

De acuerdo con el testimonio de Ángela, la Policía les cuestionó el haber entrado al mar borrachos. Inmediatamente, ella refutó a los uniformados, puesto que ninguno de los dos se encontraban en estado de embriaguez.

El hallazgo del cuerpo

Una de las noches más largas y angustiosas de su vida, tuvo que pasar Ángela, sola en su cuarto de hotel. Siendo alrededor de las 5:00 de la mañana, tal como se lo había recomendado la Policía, fue en busca de los pescadores locales. Pero no tuvo a la suerte de su lado, pues el grupo de pescadores que usualmente se encontraba en la zona, no había llegado temprano.

“Llegamos hasta un punto donde se llama La Boca, allí cualquier persona que estuviera, le decíamos que si nos podía conseguir una lancha o que cómo la conseguíamos y así como que voz a voz, llegó a un representante de esa playa y él amplía como el rango de búsqueda; (...) él me ayudó a encontrar a la persona que tenía la lancha para que comenzara a buscarlo. Después me voy a encontrar con un policía en la playa en el punto donde estábamos cuando sucedieron las cosas, y cuando iba en camino el representante de la playa me dice que encontraron un cuerpo. Allí cogimos una moto y pues efectivamente era Juan”.

Juan David Rondón Jiménez.
Juan David Rondón Jiménez junto a su amiga Ángela Olaya. | Foto: Suministrada a Semana

¿Se pudo evitar?

Ángela, con mucha tristeza, asegura que la muerte de su amigo pudo evitarse, ya que al llegar a Palomino no encontraron señalizaciones o avisos que indicaran el peligro del mar en el sector. Incluso manifestó que en el hotel donde se hospedaron no recibieron alertas sobre las condiciones climáticas de la zona.

Por otro lado, familiares y amigos honran la memoria de Juan, recordándolo como un excelente ser humano, amante de los viajes, el rock y la vida, que ha dejado una huella irremplazable en los corazones de quienes lo conocieron.

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