Nación
Atención | Consejo de Estado tumbó sanción disciplinaria contra Eduardo Merlano, el recordado senador de “¿Usted no sabe quién soy yo?”
En 2012, había sido destituido e inhabilitado por diez años por tráfico de influencias. El Consejo de Estado le decretó en noviembre de 2014 la pérdida de investidura.
Once años después de los bochornosos hechos que protagonizó al utilizar sus influencias y cargo para evitar que un grupo de policías le impusieran una multa de tránsito, el exsenador Eduardo Carlos Merlano Morales vuelve a ser noticia. Esta vez, el Consejo de Estado le anuló la sanción disciplinaria que existía en su contra por tráfico de influencias en servidor público.
Merlano se hizo conocido en todo el país luego que fuera grabado en la madrugada del 13 de mayo de 2012, reclamándole airadamente a los policías que lo retuvieron por manejar en aparente estado de embriaguez. “Yo soy senador de la República tienes que tener respeto (...) Mire, colaboración, por eso llamemos al coronel de la Policía. ¿Cómo me va a tratar usted así?”, le señalaba el senador del partido de La U a los policías mientras intentaba subirse, como fuera lugar, a su vehículo.
Los policías de tránsito, cumpliendo con su deber, le manifestaban que no podía hacerlo, puesto que tenía la licencia vencida y estaba en aparente estado de embriaguez. A lo que Merlano les respondía: “Yo soy senador de la República, 50 mil votos, 50 mil personas votaron por mí y ustedes me van a faltar el respeto. Se los digo de buena manera muchachos (en referencia a los agentes) o ustedes no conocen lo que es el sector público”.
El dirigente político, con el fin de evitar la inmovilización de la camioneta adscrita al Congreso, llamó directamente al centro de control de la Policía de Barranquilla con el fin de comunicarse con el director de la Institución, general Óscar Pérez Cárdenas. Por estos hechos, en el 2012, la Procuraduría General lo destituyó e inhabilitó por 10 años para ejercer cargos públicos.
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Sin embargo, la defensa de Merlano radicó una demanda de nulidad y restablecimiento del derecho ante el Consejo de Estado, advirtiendo que la Procuraduría General no podía sancionarlo disciplinariamente. Después de varios años de estudio, el alto tribunal le dio la razón y ordenó anular definitivamente los alcances de estos fallos.
“(...) toda vez que dicho ente de control no tenía competencia para imponer una sanción que restringiera el ejercicio de los derechos políticos del actor, quien fue elegido popularmente para desempeñar el cargo de senador y que valga resaltar también conlleva a la restricción del ejercicio de derechos políticos de sus electores”, advirtió el Consejo de Estado en la decisión de 16 páginas.
La decisión añade que “sin perjuicio de que se trata de dos sanciones cuya naturaleza es distinta, es perfectamente posible considerar que, para el caso en estudio, ya un juez —en este caso, el Contencioso-administrativo— impuso, en el marco de un proceso judicial respetuoso de las garantías procesales mínimas, la pérdida de investidura, que vendría a ser la máxima sanción para el servidor elegido popularmente”.
Merlano salió ganando por punta y punta, puesto que el Consejo de Estado le ordenó a la Procuraduría General de la Nación “pagarle los salarios y las prestaciones sociales dejadas de percibir desde la fecha de su retiro hasta el 14 de noviembre de 2014, fecha en la que quedó en firme la providencia que declaró la pérdida de investidura de senador. De la condena, la Procuraduría General de la Nación deberá descontar todo lo que el demandante hubiera percibido en el sector público, si a ello hubiere lugar”.
En noviembre de 2021, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia lo vinculó formalmente a un proceso penal por el delito de tráfico de influencias de servidor público. Por el momento el caso está quieto en el alto tribunal.