Nación
Consternación en La Guajira por desaparición de cinco personas: un empresario brasileño, un deportista antioqueño y tres sucreños
No hay pistas de ninguno de ellos, exceptuando a los tres sucreños, quienes las primeras hipótesis darían cuenta que aparecieron sin vida dentro de cuatro sacos.
Al menos cinco personas se encuentran desaparecidas en el departamento de La Guajira, según los casos reportados en los últimos días. Uniformados de la Policía, Fuerza Aérea, Armada Nacional y funcionarios de la Fiscalía General de la Nación adelantan las actividades indagatorias para establecer sus paraderos.
Empresario brasileño
Uno de los primeros casos que trascendió es el de Fernando Botti, el extranjero de origen brasileño, cuyo paradero es desconocido desde el pasado 11 de mayo.
Según las declaraciones entregadas por la hija, su progenitor salió de Maracaibo, Venezuela, con rumbo a Maicao, en La Guajira, luego de que un conocido de él lo convenciera de que en esta zona se cierran grandes oportunidades de negocio.
“Estaba allí por negocios y su compañero dijo que se dirigía a una reunión y nunca regresó”, apunta la mujer a través de su mensaje, revelando que, desde la fecha, su padre tampoco le ha contestado el celular.
Se pudo conocer que Fernando Botti, habla perfectamente el español y no sería la primera vez que sale de su país para hacer negocios, donde en esta ocasión el tema sobre la mesa era los mariscos, debido a que en esta zona entre Colombia y Venezuela son especialistas en este producto.
“Mi papá es muy inteligente, pero también cree que nada le pasará. Yo no sabía que esa región fuese tan peligrosa”, señaló Carol, quien también mencionó que este caso ya fue reportado ante la Fiscalía General de la Nación, así como la embajada, con el fin de adelantar la investigación para esclarecer el paradero de este hombre.
Deportistas antioqueños
Fernando Antonio Uribe Giraldo es un deportista antioqueño que desapareció el pasado sábado, 13 de mayo, cuando practicaba kitesurf en el mar Caribe.
Uribe Giraldo se encontraba en compañía de otros tres amigos en La Guajira, exactamente en El Cabo de la Vela, y el viento dificultó un poco la jornada deportiva. Dos de los hombres lograron levantar cometa y salieron a la orilla, pero a Fernando y otro de los aficionados se les complicó un poco más y después de un tiempo el tercero de ellos también salió con muy pocas noticias de Fernando.
“Ya después llegó el otro parcero que estuvo con él flotando un rato, él dice que todos dos lograron levantar cometa y arrancaron a andar, y en un momento volteó a mirar, vio Fernando otra vez embollao’ y llegó a la orilla y lo mandó a buscar con otro barquito, pero ya no se veía”, relató uno de los hombres que estuvo con Fernando practicando kitesurf.
La versión conocida por este medio, de uno de los sujetos que estuvo los últimos minutos que vieron a Fernando antes del naufragio, deja ver que no era uno de los más experimentados en el deporte que practica solo por hobby, o al menos, eso pudo percibir el hombre que relató los angustiosos momentos.
La Fuerza Armada Colombiana continúa en las labores de búsqueda a ocho kilómetros al sur del Cabo de La Vela.
“Tan pronto se recibió el reporte por parte de la Capitanía de Puerto Bolívar - La Guajira, los tripulantes de la Estación Primaria de Guardacostas de Santa Marta dieron inicio a la operación de búsqueda y rescate. Según la corregidora del Cabo de Vela, el deportista de kitesurf habría desaparecido debido a la alta intensidad del viento, lo que le impidió retornar a la orilla”, precisó la Armada en un comunicado.
Sucreños desaparecidos
Otro de los casos que tiene en alerta a las autoridades en La Guajira es la desaparición de tres hombres, supuestamente originarios del departamento de Sucre. Las alarmas se encendieron porque, al parecer, estas personas aparecieron sin vida dentro de cuatro costales, en jurisdicción del corregimiento de Pelechúa, en la zona rural del Distrito de Riohacha.
Presuntamente, se trata de Jaime Monroy, Carmelo Badel Gómez y Julio Ordóñez, quienes fueron vistos por última vez el 29 de abril mientras se movilizaban en un vehículo por el corregimiento de Buritaca, límites de Santa Marta con La Guajira.
Monroy, era un reconocido ganadero que iniciaba a comercializar un producto de alto costo utilizado para la fabricación de medicamentos relacionados con tratamientos hepáticos e incluso para elementos tecnológicos, que estaba directamente relacionado con cálculos biliares bovinos.
Badel Gómez, fue el conductor contratado para llevarlos hasta el sitio, donde concretarían el negocio del producto, y quien dio pistas a sus familiares de las vías que tomaría para ello, incluso alcanzó a avisar que en medio del camino se había desviado a Santa Marta y de ahí, hacia la zona de Buritaca.
Por último, Julio Ordóñez, era la persona que había realizado el enlace del negocio entre el ganadero y los compradores del producto.