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Esta es la historia de la madre y capitana Aurora López, de la Policía del Atlántico, que trabaja con los indígenas mokaná
Nació en Santa Marta, Magdalena, y actualmente estudia psicología.
Aurora María López García, de 30 años de edad, nació en la ciudad de Santa Marta, en el departamento del Magdalena, y desde hace 11 años que logró entrar a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander para ser oficial de la Policía Nacional de Colombia no se ha ido la pasión de servir a las comunidades.
López García hoy se encuentra en el grado de capitana en la institución policial y es mamá de una niña de 6 años de edad y actualmente se encuentra estudiando psicología.
Además, es la comandante de la estación de Policía en el municipio de Tubará, en Atlántico, donde siempre la caracteriza su peculiar sonrisa, pero también la mano dura contra la delincuencia.
Actualmente, su vocación por servir a la comunidad no tiene fronteras, es por ello que articuladamente con su equipo de trabajo, viene liderando distintas acciones que buscan vincular a las comunidades indígenas como los mokaná, en la realización de diferentes actividades que contribuyan al sano esparcimiento, la interacción social, la cultura de la legalidad, la promoción de espacios pedagógicos y prevenir la vinculación de jóvenes a cadenas delictivas y situaciones de vulnerabilidad y riesgo.
“Toda profesión se inicia con un sueño y continúa como un reto y si a esto le sumamos lograr el balance perfecto entre ser mujer, madre, esposa y policía, puede ser una combinación muy satisfactoria, pero como madre me llena de orgullo servir a la institución”, dijo la oficial
La capitana López asegura que ser madre y oficial de la Policía Nacional de Colombia es un gran reto porque la seguridad ciudadana es lo que debe garantizar, pero también un entorno lleno de amor para su hija y su familia.
“Los sacrificios que se hacen son muchos, pero para resaltar y ser específica, el mayor de ellos es, el no poder vivenciar de manera presencial cada una de las etapas de crecimiento y aprendizaje de mi niña, como tampoco poder gozarme cada travesura cuando agrega a su tierno lenguaje una palabra nueva, no poder estar constantemente en todo su proceso médico y en cada uno de sus avances. Pero el momento más sensible de sacrificio como madre Policía es cuando se enferma, no poder estar ahí para poder atenderle y entregarla en manos de alguien que hace las veces por mí”, detalló.
La oficial aseguró que amaría que su hija cuando cumpla la mayoría de edad sea integrante de la Policía, pero que todo lo decidirá ella cuando esté adulta.
De igual manera, envió un mensaje a todas las madres que hoy no pueden estar con sus familias por estar sirviéndole al país: “Para ti madre policía, que eres hermana, esposa, amiga y el pilar de tu familia, que con tu valentía, disciplina y entrega expones tu vida para proteger a nuestra sociedad. Portadora de una misión sin fronteras que brinda seguridad y confianza, elegiste como bandera servir a los demás, donde día tras día defiendes la vida de los demás con lealtad, vocación y entrega”.
Durante su trayectoria institucional, también ha trabajado en la Policía Metropolitana de Santa Marta y en la Dirección de Incorporación de la Policía Nacional. Su vocación de servir a la comunidad le ha traído diferentes reconocimientos en su carrera policial, como 48 felicitaciones y 3 condecoraciones.