Barranquilla
Este es el criminal que asesinó a conductor de la empresa Cooasoatlan en Soledad: $40 millones de recompensa por su paradero
Los investigadores del Gaula de la Policía de Barranquilla tienen videos de la cámara de seguridad del vehículo y de otros lugares cercanos a donde ocurrió el asesinato.
En medio de la crisis de seguridad que se vive en Barranquilla por cuenta del asesinato de José Luis Chávez Ardila, de 51 años de edad, conductor de la empresa Cooasoatlan, y por la que compañías como Sobusa, María Modelo, Coochofal, Transportes Lolaya, entre otras, decidieron frenar su operación durante este viernes 6 de septiembre, la Policía Metropolitana dio a conocer el rostro del criminal responsable de este hecho.
Luego de varias horas de análisis de cámaras de seguridad de la zona y del mismo vehículo donde asesinaron al hombre, los investigadores del Gaula pudieron obtener el rostro completo del sicario que perpetró este ataque criminal que ha generado pánico entre el gremio transportador y los mismos usuarios.
Los videos de las cámaras de seguridad son la prueba reina que tienen las autoridades contra estos sujetos que son buscados por los agentes de inteligencia y por los que ofrecen una recompensa de hasta 40 millones de pesos para quien brinde información.
Y es que en medio de esta crisis de seguridad que viven los choferes de buses en Barranquilla y el área metropolitana, SEMANA conoció unos mensajes que habría enviado el Clan del Golfo a las directivas de la empresa Cooasoatlan luego de las denuncias que la compañía realizó por extorsión ante el Gaula de la Policía.
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Según conoció este medio de comunicación, el mensaje que fue enviado a un trabajador de la empresa dice lo siguiente:
“Señor, ya que me mandaron su número en donde está con los conductores de Cooasotlan, díganle que la única solución en donde los dejemos de atacar es que el señor García, su gerente, se ponga en comunicación y, que si el Gaula nos escribe otra vez otra vez, le damos de baja a algún conductor”, aseguran.
De igual manera, sostuvieron los criminales que: “Hace 13 días le hicimos un llamado en donde no hizo sino omitir y darle nuestro número al Gaula, ese es el resultado; si quieren seguir trabajando que llegue a la mesa de diálogo y cuadre su situación con nosotros, de lo contrario seguimos en pie de lucha contra los conductores”.
Incluso, uno de los conductores de Cooasoatlan se atrevió a hablar con SEMANA y aseguró que aunque laboraba con cierto miedo, la Policía les había dicho que “les garantizamos su seguridad”.
“El conducto regular en estos casos es denunciar para que el Gaula pueda actuar en medio de todas estas amenazas. Pero mire, eso no funcionó porque acá denunciaron y mientras el Gaula estaba supuestamente verificando e investigando, nos mataron al compañero”, indicó.
“No es posible que esos bandidos tengan más poder que la misma Policía que es la que los investiga. Así como mataron al compañero José Luis, lo pueden matar a uno y nada pasa porque en años anteriores estas situaciones se han presentado, pero nada pasa y nos siguen matando”, sostuvo.
En el panfleto inicial que el Clan del Golfo le envió a la empresa Cooasoatlan se logró leer: “Por orden del Estado Mayor del Ejército Gaitanista de Colombia se le informa al gerente de la empresa de transporte Cooasoatlan que tiene 24 horas a partir de hoy para que se comunique con nosotros y poder dialogar de forma pacífica para llegar a unos buenos acuerdos que se vienen tocando con todo el gremio de transporte terrestre público aquí en el departamento del Atlántico”.
En el escrito aseguraban: “Estamos retomando el control absoluto del Atlántico y nos hacemos responsables del atentado del bus de la empresa Lolaya, el día 18 de agosto del año en curso, en el barrio Ciudadela Metropolitana; decisión tomada por culpa de sus dirigentes que hacen caso omiso a nuestro llamado buscando protección con el Gaula. No siempre van a estar cuidándolos”.
La situación de orden público en Soledad, Atlántico, es supremamente grave, pero la alcaldesa Alcira Sandoval no ha salido a dar la cara en medio de la crisis.