NACIÓN
Este es el pueblo del Atlántico que ahora tendrá agua potable 24/7
Mejoraron las condiciones eléctricas de la bocatoma en el Canal del Dique para que los equipos de bombeo funcionen aunque se vaya la luz.
La gobernación del departamento del Atlántico anunció la realización de obras en el punto de captación del acueducto del municipio Manatí, con las que se optimizó la prestación del servicio de agua potable en este municipio del sur del departamento.
Los trabajos permitirán que de ahora en adelante el municipio cuente con la prestación del servicio y el preciado liquido 24 horas al día, todos los días de la semana.
“Esto es gracias a las inversiones que realizamos para mejorar las condiciones eléctricas de la bocatoma que está en el Canal del Dique, que ahora cuenta con nueva infraestructura y planta eléctrica de emergencia con transmisión automática, para que los equipos de bombeo funcionen aunque se vaya la luz. Con esto, los habitantes de Manatí ya pueden disfrutar un servicio de acueducto continuo, óptimo y con buena presión, que mejorará notablemente su calidad de vida“, indicó la gobernadora Elsa Noguera.
Según la misma mandataria departamental en su visita al municipio, antes la comunidad de ese municipio solo tenía agua 12 horas al día o un día de por medio.
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La gobernadora agregó que el proyecto contó con una inversión de 898 millones de pesos y garantiza un caudal de 120 litros por segundo en la captación de agua cruda.
Por su parte, la secretaria de Agua Potable y Saneamiento Básico del Atlántico, Lady Ospina, explicó que para optimizar el sistema fue necesario la construcción de una infraestructura para el centro de transformación eléctrica y se adquirió una planta de emergencia con transferencia automática.
Asimismo, la funcionaria resaltó que el agua captada desde el Canal del Dique es conducida a través de una línea de tubería de 13,5 kilómetros, hasta llegar a la planta de tratamiento de agua potable ubicada en Manatí.
“Continuamos con nuestra apuesta de optimizar el servicio de agua potable en el departamento, para que los atlanticenses cuenten con este preciado líquido en sus casas con una mayor presión y continuidad. Esto va a mejorar, sin duda, la calidad de vida de los casi 20 mil habitantes de Manatí”, resaltó Ospina.
Sandra De la Rosa, quien vive en Manatí hace 37 años, manifestó su alegría por contar con el servicio de agua potable continuo y con buena presión cada vez que abre la pluma, en su casa ubicada en la urbanización Villa Carreto.
“Hemos sentido una mejora en el servicio de agua. Antes llegaba solo por unas horas o cada tres días, y uno tenía que abastecerse llenando varios tanques. Pero ahora el servicio viene todos los días y eso me ha cambiado la vida y la de mis hijas”, aseguró Sandra.
Pez gigante
En la tarde del pasado miércoles, 24 de mayo, se conoció la noticia de un grupo de cinco jóvenes que capturaron a un pez gigante mientras practicaban pesca submarina como hobby.
Se trata de un pez mero que pesó 297,8 kilogramos y midió 2,3 metros de altura. El espécimen fue encontrado en el sector conocido como Tres Piedras, en las playas de Santa Verónica, en el municipio de Juan de Acosta, departamento del Atlántico.
Joseph Molina, Alex Molina, Jesús Molina, Hernando Baldovino y Carlos Alvares, fueron los jóvenes que lograron esta hazaña. Joseph, en conversación con el medio local Zona Cero, dio a conocer cómo fue atraparlo y luego la odisea de traerlo a tierra.
“Ese día empezó a las 5:30 de la tarde del domingo, con una buena organización logística: equipos, combustible y meriendas. Al día siguiente, nos dirigimos primero a un punto que está a 18 kilómetros de nuestro punto de salida, pues el agua en las costas estaba turbia. Después de muchas inmersiones sin resultado decidimos descansar”, contó.
Sin embargo, al retomar la actividad dieron con, literalmente, el pez más gordo. Molina explicó que luego del arponeo bajó a 22 metros de profundidad, en ese momento su corazón latía a mil por hora, pues la cuerda que sostenía a esta bestialidad estaba tensa y costaba mantenerlo quieto.
Les tomó 30 minutos poder llegar hasta el mero y fue su hermano, Alex Molina, quien logró llegar hasta el pez, para llevarlo a la superficie. Inmediatamente, se encontraron con otro reto: subirlo a la lancha.
“Después fue otra odisea para subirlo a nuestra pequeña embarcación y sacarlo”, aseguró Joseph. Finalmente, con maniobras pusieron al pescado de casi 300 kilos en la embarcación y tomaron rumbo a tierra, donde la comunidad se impresionó al ver un animal de esa magnitud.