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Este es el relato de un sobreviviente de la masacre en Barranquilla
Uno de los sobrevivientes contó como fueron los momentos angustiantes en medio de los disparos.
Varios han sido los detalles que se han conocido con el pasar de las horas sobre masacre que tiene atemorizada a la capital del Atlántico y ocurrió este domingo 29 de enero, recientemente salió a la luz el testimonio de quien sería un sobreviviente de los terribles y sanguinarios hechos registrados exactamente en la carrera 8 con calle 52 en un establecimiento comercial conocido bajo la razón social de “Tienda y Estadero la 8″, donde cuatro sujetos que se movilizaban en dos motocicletas, una de marca Bóxer y la otra era NKD. A eso de las 9:05 p. m. asesinaron a cuatro personas.
El sobreviviente sería un celador informal de la zona, quien aseguró que conocía a una de las víctimas y segundos antes, solo segundos, había sentido que no debía acercarse como un presentimiento.
Según contó el hombre al que se le reserva la identidad por su protección personal, uno de los sicarios llegó al sitio y para divisar a las víctimas pidió una cerveza, poco después se acercó y comenzó a disparar indiscriminadamente.
“Fueron momentos de pánico porque el tipo llegó, pidió una cerveza y se dirigió hacia donde estaban los cuatro muertos, cuando iba para donde ellos sacó una mini uzi e hizo la primera ráfaga”, contó el sobreviviente.
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De acuerdo con el relato del celador, como lo llamaremos en esta nota, el sicario salió del sitio caminando y sin prisa y no contento con los disparos que había hecho a las cuatro víctimas, dio media vuelta y volvió a accionar el arma desde la distancia.
“Iba a mamarle gallo a una de las víctimas, pero fue el mismo Dios el que me dijo devuélvete, o sino yo hubiera caído. No había alcanzado a llegar cuando sentí la primera ráfaga”, dijo en su relato el celador.
Las cuatro víctimas fueron identificadas Reinaldo José Orozco Picalua, quien se desempeñaba como patrullero activo de la Policía metropolitana. En el sitio también fallecieron Ever José Lizama Melgarejo, Javier Andrés Guevara Correa y Ronald José Zabala Sarmiento.
En medio de los disparos, seis personas más resultaron heridas, quienes también fueron ya identificadas Emanuel Cabezas Ahumada, Valentina Zulay Mattos y Santiago Manuel Peralta Márquez. Zulay Mattos permanece en la clínica del Prado, mientras que Peralta Márquez fue ingresado a la clínica La Victoria.
Aunque los hechos siguen siendo materia de investigación por parte de los funcionarios competentes, el alcalde distrital, Jaime Pumarejo, y el comandante de la Policía metropolitana, brigadier general Jorge Urquijo, revelaron las primeras teorías que rodean lo acontecido. Al parecer, todo tiene su génesis en el narcotráfico.
“La búsqueda de rentas criminales por parte de las estructuras que se dedican a la exportación de sustancias ilícitas, que luego los lleva a vender los excedentes localmente a través del microtráfico, terminan siendo los dinamizadores de la extorsión, de los cobradiarios, hurtos y de otros fenómenos como alquiler de armas para cometer sicariatos”, explicó el mandatario.
En ese sentido, el oficial Urquijo indicó que, posiblemente, una de las cuatro víctimas mortales se dedicaba a las actividades de cobradiario o como coloquialmente conocemos bajo el nombre de gota a gota.
Para las autoridades, el crimen múltiple obedece a una pugna entre grupos criminales que buscan adueñarse de las rutas de los cobradiarios.
“Al parecer por la confrontación de estas rutas habría una retaliación y se desencadenó este hecho”, expuso el brigadier general.
Para la policía, la masacre fue cometida por cuatro sujetos. Los dos parrilleros descendieron de las motos y, aprovechando que las víctimas estaban concentradas en el partido de futbol Junior vs. Medellín, atentaron contra ellas.
“Ya estamos recibiendo información. Estamos trabajando con las cámaras del sector que afortunadamente lograron captar momentos previos y posteriores. Esperamos capturar a los autores materiales”, dijo el comandante Urquijo.
El alcalde de la ciudad confirmó que los cuatro responsables están plenamente identificados. Además, la recompensa por la ubicación o información que permita establecer el paradero de los autores pasó de 80 millones de pesos a 100 millones.
“Están identificados en las cámaras y con fuentes humanas. Hay retratos de estas personas. Queremos que la gente nos siga colaborando”, anotó Jaime Pumarejo.