Hallan cadáver de mujer envuelto en bolsas plásticas en zona rural de Santa Marta: estaba atada de pies y manos

En medio de la conmemoración del día Internacional de la Mujer, la Policía confirmó el hallazgo de un cuerpo sin vida en la vereda Tinaja, zona rural perteneciente al corregimiento de Guachaca, en Santa Marta.

El cadáver fue encontrado hacia el mediodía de este martes, 7 de marzo. De acuerdo con el reporte preliminar que manejan las autoridades, la víctima sería una mujer, cuyo cuerpo quedó tendido en plena vía y cubierto por bolsas plásticas. Además, también se conoció que se encontraba atada de pies y manos.

Aunque el hallazgo sigue siendo materia de investigación y Medicina Legal será la institución encargada de revelar la identidad de la occisa, se presume que puede tratarse de Liliana Rodríguez, una mujer que fue capturada por el delito de concierto para delinquir, pero el 15 de diciembre de 2022 quedó en libertad por vencimiento de términos.

Presunto feminicidio en Santander

Justo en el parqueadero del conjunto residencial Torres de Campo Verde, de Piedecuesta (Santander), un hombre de 62 años agredió con un cuchillo a su expareja, quien falleció mientras recibía atención médica en un hospital. El crimen ha causado conmoción en la región.

La noche del sábado, 4 de marzo, la familia Rojas Duarte se reunió para festejar los 15 años de una de sus integrantes. La celebración transcurrió con normalidad, todos disfrutaron y compartieron en familia. Sin embargo, en horas de la madrugada del domingo, 5 de marzo, todo se transformó en dolor y llanto.

Hacia la 1:30 a. m., Mariela Ortiz León, la abuela de la quinceañera, se despidió de sus seres queridos y salió del lugar rumbo hacia su vivienda. Pero antes de irse, Rubén Rojas Duarte, abuelo de la quinceañera y expareja de Ortiz León, se ofreció a llevarla.

Sin imaginar la tragedia que se avecinaba, Mariela Ortiz aceptó y subió al vehículo de su exesposo. Minutos después llegaron al conjunto residencial Torres de Campo Verde; los dos se bajaron del carro, Rojas Duarte abrazó a la mujer para despedirse y justo en ese momento la atacó.

Mientras la abrazaba, el hombre sacó un cuchillo y le propinó una puñalada a Mariela Ortiz en el pecho, dejándola gravemente herida. “La señora salió corriendo y les dijo a los vigilantes que ese hombre le había hecho algo, cruzó la portería y se desplomó en el parqueadero. Tenía una puñalada en el lado izquierdo del pecho”, contó a Vanguardia un testigo.

Enseguida, los guardias de seguridad alertaron a las autoridades y solicitaron una ambulancia, la cual no llegó. Segundos después, uniformados de la Policía acudieron al lugar y trasladaron a Mariela Ortiz al hospital de Piedecuesta, pero debido a la gravedad de la herida fue remitida al Hospital Internacional de Colombia (HIC).

Mariela Ortiz León fue sometida durante varios minutos a maniobras de reanimación y, tras ser estabilizada, fue llevada a sala de cirugía. Aunque los médicos hicieron todo lo posible por salvarla, hacia las 6:00 a. m. su corazón dejó de latir, justo el mismo día (5 de marzo) que cumplía 51 años.

Mientras esto ocurría, Rojas Duarte aprovechó para intentar escapar; sin embargo, no logró llegar muy lejos. Una patrullera de la Policía, quien conoció el caso, lo detuvo cuando huía a bordo de un vehículo. En medio del procedimiento de requisa le halló el cuchillo, con el cual le causó la lesión a su expareja.

El brigadier general José Roa, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, se pronunció sobre lo sucedido y aseguró que la mujer “fue atacada por su excompañero sentimental, quien le propinó una herida con arma cortopunzante, la cual le causó la muerte minutos después mientras recibía atención médica en un centro asistencial. Frente a esos hechos tenemos que manifestar que una valerosa uniformada, en medio de la reacción, logró la captura del individuo que pretendía huir”.

En la recolección de evidencias, la hija de Mariela les manifestó a las autoridades que los problemas de celos entre la pareja venían desde hace mucho tiempo y, por ello, su progenitora, cansada de las agresiones físicas y verbales, decidió terminar la relación y separarse del agresor en diciembre del año 2022.