Incautan más de mil kilos de marihuana en vías de La Guajira; estaban envueltos en plástico

En la lucha frontal contra el narcotráfico y mediante los controles que realiza la Seccional de Tránsito y Transporte del Departamento de Policía de La Guajira, se logró la incautación de 1.056 kilos de marihuana en la vía que comunica Palomino con la ciudad de Riohacha.

La acción de los uniformados se presentó sobre el kilómetro 34, vía Palomino-Riohacha, cuando las unidades de tránsito le hacen el requerimiento a una persona que se movilizaba en una camioneta Chevrolet Dimax, quien omite la señal de pare, dándose a la fuga y dejando el vehículo abandonado en el km 24, vereda Santa Rita.

Al verificarlo, observaron que en el interior había 24 costales con 48 paquetes cada uno, para un total de 2.112 paquetes, con peso aproximado de 1.056 kilogramos, los cuales, según la Prueba de Identificación Preliminar Homologada (PIPH), se trataba de marihuana.

Según labores investigativas, esta sustancia estupefaciente tenía como destino la Alta Guajira, donde sería almacenada y, posteriormente, transportada –vía marítima– a las islas del Caribe, en cuyo mercado exterior está avaluada en más de 3.000 millones de pesos.

El Departamento de Policía de La Guajira continúa trabajando para contrarrestar los delitos que afectan la seguridad y tranquilidad de la ciudadanía, invitando a seguir denunciando a través de la línea única de emergencia 123 cualquier tipo de acto delictivo que afecte la seguridad en el departamento.

En otro operativo, dentro del plan de la lucha frontal contra las estructuras de crimen organizado, y en el marco de la estrategia institucional implacables contra el delito, la Seccional de Investigación Criminal, con un trabajo coordinado con la Fiscalía General de la Nación, logró la incautación de 6 armas de fuego tipo fusil, municiones y material de intendencia.

La diligencia judicial fue desarrollada mediante orden de allanamiento y registro a un inmueble ubicado en zona rural del municipio de Uribía, donde unidades de investigación criminal hallan dentro de costales y un cajón de madera 6 armas de fuego tipo fusil, 120 cartuchos calibre 5.56 milímetros, 223 cartuchos calibre 7.62 milímetros, 9 proveedores calibre 7.62 milímetros, 10 proveedores calibre 5.56 milímetros y 4 chalecos portaproveedores.

El descubrimiento de este arsenal fue posible gracias a labores de investigación que dieron pistas sobre la existencia de un inmueble que estaría siendo utilizado para ocultar el armamento.

“Con este resultado operacional, se logra diezmar el accionar criminal de un Grupo de delincuencia Común Organizado dedicado al hurto y homicidio en tramo vial Uribía-Cabo de la Vela. Este resultado minucioso de inteligencia e investigación nos permitirá identificar y ubicar a estos delincuentes que vienen afectando la vida e integridad de los ciudadanos; de igual forma, con el equipo técnico de balística se estará realizando el peritaje pertinente para verificar si las armas incautadas han sido utilizadas en casos registrados de homicidio”, dijeron las autoridades.

Policía “inocente”

Un nuevo capítulo se empezó a escribir esta semana en la investigación que se adelanta por la masacre de tres jóvenes en zona rural del municipio de Chochó (Sucre). El mayor de la Policía Cristian Alberto Salamanca Betancourt, quien fue capturado el pasado lunes, se declaró inocente de los delitos de privación injusta de la libertad y tortura.

En contra del mayor existen varias declaraciones de integrantes de la institución que lo señalaron de haber tenido contacto directo con los jóvenes que fueron subidos a la fuerza a una patrulla de la Policía, donde fueron golpeados, amenazados y torturados mientras los trasladaban hasta Sincelejo, en hechos registrados en la tarde del 25 de julio de 2022.

Debido a la gravedad de las heridas, José Carlos Arévalo Contreras, Jesús David Díaz Monterroza y Carlos Alberto Ibáñez Mercado fallecieron en un centro médico en la capital de Sucre. Pese al pacto de silencio que se fijó desde el principio, un grupo de patrulleros declararon que los jóvenes habían sido golpeados con palos y las armas de dotación por los policías, todo esto con el conocimiento del coronel Benjamín Núñez, en retaliación y venganza por un hecho que se había presentado semanas antes en la región.

En el caso del mayor Salamanca Betancourt se indicó que él golpeó en repetidas oportunidades con la cacha de su revólver a uno de los jóvenes que ya estaba herido y en total indefensión. Estos hechos –según la declaración– se habría presentado en el platón de la patrulla de la Policía, que estaba adscrita a la subteniente Camila Buriticá.

“Veo que mi mayor Betancurt iba de civil y chaleco negro (...) Él se acerca de rapidez. Se subió a una llanta de la camioneta y se sube a la llanta trasera y (...) le pega en la cabeza (...) Enseguida arranca el vehículo. Vi que lo golpeó con un objeto negro en la cabeza, pero no alcancé a ver si era una pistola o era otro objeto”, manifestó un patrullero, cuya identidad se mantienen en reserva por protección, en medio de la declaración juramentada rendida en agosto pasado.

Después de conocerse que los jóvenes habían muerto y que se iban a iniciar las investigaciones, el general Núñez, quien fungía como comandante operativo de la Policía de Sucre, convocó a todos los policías que habían estado en la zona y les presentó al capitán Rafael Antonio Cordero Álvarez. En ese encuentro se hizo un pacto de silencio: “Acuérdense que tienen que colocar que ellos venían gravemente heridos. No se les olvide: gravemente heridos. Yo estaba en shock porque yo mismo los vi, yo detuve al que tenía una herida en la pierna y de eso nadie se muere. Ni uno solo más venía herido”. La idea era que se unificaran las versiones que se iban a dar ante la Fiscalía y la Procuraduría.