Barranquilla
Inpec llegó hasta la casa del hijo de La Gata para regresarlo a prisión domiciliaria; así fue el procedimiento
La decisión se tomó luego de que el Gobierno nacional le quitara el cargo de facilitador de paz.
Funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) llegaron hasta la residencia de Jorge Luis Alfonso López, hijo de alias La Gata, para privarlo nuevamente de su libertad, luego de que el Gobierno nacional lo descartara como facilitador de paz.
Este procedimiento se realizó en un exclusivo sector de la ciudad de Barranquilla. Si bien los integrantes de su esquema de seguridad afirmaron que las últimas horas las había pasado en un centro médico, se confirmó que no había salido de su vivienda.
La comitiva del Inpec arribó al barrio Riomar a las 12:00 m. para informarle que un juez de control de garantías de la capital del Atlántico revocó el auto por medio del cual se le otorgó la libertad, en medio de la condena de 29 años con la que carga.
Él está detenido por participar en el crimen del periodista Rafael Enrique Prins Velásquez el 19 de febrero de 2005, ejecutado por los paramilitares. En medio de su detención, fue convocado para formar parte del proyecto de la ‘paz total’ que impulsa el presidente Petro.
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La conversación entre el Instituto Nacional Penitenciario y Jorge Luis Alfonso López se extendió por 40 minutos. Esa entidad nuevamente tiene el control sobre sus movimientos, dejado sin efectos desde el pasado 2 de febrero cuando recibió el beneficio judicial.
Detrás de esa medida estuvo el juez quinto de ejecución de penas de Barranquilla, motivado por una solicitud de la defensa del condenado aludiendo que necesitaba tiempo completo para ejercer la tarea que le fue encomendada por el Gobierno nacional.
Ante la presión de la opinión pública, se frenó el rol que se le asignó, no por ser hijo de alias La Gata y por el prontuario delictivo que lo representa, sino porque las medidas de seguridad no estaban dadas para los objetivos que, inicialmente, se le trazaron.
Por esa razón, tenía que volver a estar privado de la libertad. Esta situación le ha sacado factura en su vida familiar: sus allegados denunciaron en SEMANA que han sido víctimas de matoneo en las redes sociales por cuenta de la figura que le entregó el Gobierno.
Incluso su estado de salud se ha visto comprometido. Estas fuentes informaron que sufrió una crisis de hipertensión por la visibilidad pública que tuvo en los últimos días. En consecuencia, ha tenido que recibir atención de varios especialistas desde su casa.
En las últimas horas, once personas ingresaron a su vivienda. Varias de ellas con el objetivo de estabilizarlo, según contó un familiar a los medios de comunicación que estaban atentos a la evolución del caso, y otros de su robusto esquema de seguridad privado.
Pero no para la polémica. Si bien el Gobierno salió a defenderse después de que Alfonso López quedara en libertad, alegando que nunca había solicitado su liberación, por lo que procedió a pedir la revocatoria de la medida y le canceló su rol como facilitador de paz.
Lo cierto es que la propia Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ya le había cerrado la puerta a El Gatico por no contar la verdad años atrás. En febrero de 2021, la JEP le negó su entrada luego de que, en 2014, Alfonso López fuera condenado a 29 años de prisión.
La JEP advirtió, en su momento, que: “Alfonso López presentó su solicitud de sometimiento tanto en calidad de agente de Estado no integrante de la fuerza pública, en relación con hechos ocurridos durante su ejercicio como alcalde Magangué (Bolívar)”.
Este tribunal decidió negarle la entrada por no querer contar la verdad. “Las sucesivas declaraciones y escritos presentados por el solicitante denotaron hasta el extremo su falta de voluntad para aportar a la verdad plena y reparar a sus víctimas”, afirmó la JEP.