Barranquilla
Las amenazas del Clan del Golfo por el no pago de extorsiones que han paralizado a dos empresas de buses en Atlántico
Las autoridades han desplegado operativos para poder evitar situaciones que lamentar en Barranquilla y los municipios del Atlántico.
La llegada del Clan del Golfo a Barranquilla y el Atlántico ha desatado todo tipo de reacciones entre las autoridades, quienes anunciaron reforzar la seguridad y en los últimos días han entregado importantes resultados en operaciones contra este grupo armado ilegal.
Sin embargo, por otro lado se encuentran los comerciantes, empresarios y los dueños de las empresas de buses de transporte urbano que están siendo víctimas del accionar extorsivo de estos criminales que han sembrado el terror en el departamento del Atlántico: primero, instalaron pancartas en diferentes puntos de la ciudad para demostrar su presencia, y segundo, enviaron panfletos a dos empresas de buses como lo son Transportes Lolaya y Cooasotlan, ambas con sede en Soledad, pero que le sirven a usuarios en Barranquilla.
Luego de conocerse estos panfletos, las autoridades como el Gaula de la Policía y el Gaula del Ejército desplegaron toda su capacidad de investigación judicial para poder atender esta situación que ha generado terror sobre la capital del Atlántico.
Y es que ha sido tanto el temor, que la empresa de Transporte Lolaya frenó su operación durante un día y actualmente no toda su flota se encuentra recorriendo las calles de Barranquilla y Soledad, mientras que la segunda compañía tuvo temor y se detuvo durante dos horas aproximadamente hasta que las autoridades pudieron garantizarles la tranquilidad de sus recorridos.
Tendencias
En uno de los panfletos que se conocieron, se pudo leer: “Por orden del Estado Mayor del Ejército Gaitanista de Colombia se le informa al gerente de la empresa de transporte Cooasoatlan que tiene 24 horas a partir de hoy para que se comunique con nosotros y poder dialogar de forma pacífica para llegar a unos buenos acuerdos que se vienen tocando con todo el gremio de transporte terrestre público aquí en el departamento del Atlántico”.
En el escrito aseguraban: “Estamos retomando el control absoluto del Atlántico y nos hacemos responsables del atentado del bus de la empresa Lolaya, el día 18 de agosto del año en curso, en el barrio Ciudadela Metropolitana, decisión tomada por culpa de sus dirigentes que hacen caso omiso a nuestro llamado buscando protección con el Gaula. No siempre van a estar cuidándolos”.
El testimonio de un conductor
“La verdad es que la Policía y el Ejército creen que diciéndonos que esas extorsiones son de tipo carcelario nos van a tranquilizar, cuando en años anteriores hemos visto cómo han matado a nuestros compañeros y hoy la problemática sigue igual”, dijo uno de los conductores que prefirió no ser identificado por motivos de seguridad.
“Vea, uno prefiere pasar hambre que trabajar porque a uno lo pueden matar y los que quedan sufriendo son nuestras familias. Lo que les dan es poco para poder sobrevivir y no es justo que a uno le toque trabajar para pagar las extorsiones a esas bandas que no brindan seguridad y no hacen nada porque a uno lo siguen atracando en los viajes”, agregó.
El hombre también cuestionó la reunión que realizó la Policía Metropolitana de Barranquilla con los transportadores frente a esta problemática de la extorsión.
“En una oficina o en un salón reunidos no van a lograr es nada, es necesario que vengan y eliminen a esta gente, que no nos están dejando trabajar. Un oficial de la Policía reunido con los dueños de las empresas no soluciona todo esto porque esas reuniones ya las han realizado y mire que nos siguen atacando”, finalizó.