Nación
Noche violenta en Barranquilla: atentados y robo frustrado dejaron cuatro heridos y dos muertos
Una sola persona fue capturada por la Policía Metropolitana. Autoridades investigan.
Tres hechos delictivitos protagonizaron la noche del pasado miércoles 18 de enero en Barranquilla. En casos aislados, dos ataques sicariales y un intento de robo dejaron como saldo dos personas muertas y otras cuatro que resultaron heridas.
Uno de los fallecidos respondía al nombre de Willmer Torres Cantillo, de 22 años. Según información preliminar, el occiso se encontraba junto con otros dos jóvenes cuando fueron abordados por sujetos que se movilizaban en un vehículo color gris. Un hombre, al parecer, descendió del automotor, subió a una moto y abrió fuego contra ellos.
Las tres víctimas tuvieron que ser trasladadas hasta la Clínica San Ignacio para recibir atención médica. En medio del procedimiento, los galenos confirmaron el deceso de Wilmer. Las otras dos personas resultaron lesionadas y fueron identificadas como Freddy Alonso Martínez Orozco y Harlin Eduardo Gómez Barrios, de 22 y 19 años, respectivamente.
Se pudo establecer que Martínez Orozco registra cuatro anotaciones judiciales por porte ilegal de arma de fuego y lesiones personales.
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Esa misma noche, en el norte de Barranquilla, se reportó un intento de robo que terminó con dos personas heridas. De acuerdo con la Policía metropolitana de la ciudad, un sujeto se disponía a abordar su vehículo cuando fue abordado por otra persona, cuyas intenciones, aparentemente, estaban enfocadas en robar sus pertenencias.
El hombre habría opuesto resistencia. Supuestamente, le quitó el arma de fuego al presunto asaltante y en medio del forcejo le habría disparado. En ese momento transitaba una patrulla de la Policía, que se percató de lo sucedido. Las primeras versiones dan cuenta de que los uniformados observaron a la presunta víctima del robo con la pistola y lo confundieron con el antisocial. Razón por la cual, en una rápida reacción, uno de los agentes desenfundó su arma traumática y disparó contra el hombre.
El sujeto que, aparentemente, pretendía cometer el robo fue capturado por los uniformados y remitido a la Clínica San Vicente. Entre tanto, el otro afectado permanece en la Clínica Porto Azul, donde recibe asistencia médica.
Como si fuera poco, sobre las 9:00 p. m., se registró otro atentado sicarial en la calle 78A con carrera 5 Sur, barrio 7 de Abril. Hasta ese sitio arribaron dos individuos en motocicleta. El parrillero se habría acercado hasta la víctima mortal y le propinó varios impactos de bala que desencadenaron en su deceso.
El hombre que murió respondía al nombre de Julio César de la Rosa Guerrero.
En relación a las manifestaciones de violencia, la Policía metropolitana explicó que, en lo que concierne a los atentados sicariales, el común denominados parece ser un ajuste de cuentas. No obstante, anotaron que se están desarrollando acciones para contrarrestar ese tipo de flagelos.
“De esta forma, en los últimos meses de 2022 se registró un descenso en las cifras de pérdidas de vida en comparación con el mismo periodo de 2021. Esta contención se logró gracias a la captura de los principales cabecillas y determinadores de homicidios así como al trabajo anticipativo de Inteligencia. Además, se ha fortalecido el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes y se han creado reacciones motorizadas en sectores priorizados”, dijo la Institución.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, se pronunció el pasado lunes 16 de enero para exigir resultados a las autoridades y reiterar su iniciativa de judicializar a quienes porten un arma de fuego sin salvoconducto.
Para el mandatario distrital, la clave está en atacar el dinamizador del delito: el arma de fuego ilegal. Recordó que, desde el Distrito, “estamos proponiendo a los legisladores que alguien que sea capturado con un arma ilegal de fuego, que la porte o la tenga en su casa sin el salvoconducto correspondiente, debería ser considerado un criminal peligroso, debería ser conducido inmediatamente a un centro penitenciario y no debería gozar de una medida extramural, y de esa manera debería ser priorizado para que sea imputado, al menos, por el delito del porte ilegal de armas, que podría conllevar a una pena de casi 10 años de cárcel si lo tratáramos como un criminal peligroso”.
Insistió en que “ahí es donde nos la debemos jugar. Queremos ofrecer recompensas, pero necesitamos que los jueces se sumen a esta campaña priorizando este delito y unificando su criterio, y necesitamos también que con la Policía podamos armar una gran red de informantes y empezar a caerle a esos bandidos que usan y almacenan armas”.