Robo de película: sedaron a vigilantes para desocupar cajero en Barranquilla

Las autoridades abrieron una investigación para esclarecer el minuto a minuto de un escandaloso robo que ocurrió al interior de un reconocido centro comercial de la ciudad de Barranquilla en la madrugada de este martes 6 de febrero.

El misterioso incidente ocurrió en un establecimiento ubicado en el barrio Miramar. Según el expediente, conocido por SEMANA, sujetos desconocidos se infiltraron en el lugar en la noche del lunes y lograron burlar los esquemas de seguridad.

En circunstancias que están siendo analizadas, los vigilantes fueron sedados con una poderosa sustancia para que perdieran el control de sus movimientos y decisiones, lo que los dejó indefensos ante cualquier amenaza o emergencia.

Bajo estas condiciones, los ladrones usaron sofisticadas herramientas para abrir el cajero automático del Banco Bogotá. En imágenes difundidas en redes sociales quedaron captados los estragos que causaron: la estructura fue destruida y vaciada completamente.

La Policía Metropolitana de Barranquilla informó que la cuantía que se llevaron los ladrones no ha sido establecida. Mientras que los guardas de seguridad fueron remitidos a la Clínica Porto Azul donde establecerán el origen del químico que habrían consumido.

Supuestamente, dos mujeres se ganaron la confianza de los vigilantes y los convencieron para que tomaran una bebida. Precisamente, en ese líquido pudo haber estado la sustancia que los dejó “dormidos” para frenar el millonario robo.

En imágenes: así ocurrió misterioso robo en Barranquilla

Mujer pilló a su pareja saliendo de un motel en Barranquilla y el video se hizo viral; el hombre dio insólita excusa

El pasado lunes 29 de enero se hizo viral un video en la red social X, antes conocida mundialmente como Twitter, en el que una mujer vio a su pareja salir de un motel en la ciudad de Barranquilla, capital del departamento del Atlántico.

La tremenda escena de celos tuvo lugar en el parqueadero del motel. La mujer, llamada Ingrid, apenas vio salir del sitio a su esposo, le reclamó hasta más no poder. Esta lo acusó de estar en el motel con su supuesta amante, la cual responde al nombre de Rosa.

Pero la respuesta de su pareja fue más que insólita. Este, viendo la situación a la que se enfrentaba, le dijo a su novia que simplemente se encontraba en ese motel trabajando, haciendo labores de plomería. Claramente, Ingrid no le creyó, aunque el hombre le mantuvo su excusa durante toda la escena.

Como la situación, con el paso de los minutos, fue subiendo de temperatura, patrulleros de la Policía Metropolitana de la ciudad de Barranquilla se tuvieron que acercar hasta el lugar de los hechos para poder mediar en la situación.

Los uniformados se vieron obligados a presentarse en el lugar para que Ingrid no tomara represalias en contra de su pareja. El final de la historia es el mejor de todos. La mujer, aun sin creerle a su pareja, tomó la decisión de marcharse del lugar en la moto del mismo.

Eso sí, Ingrid se fue muy enojada del motel y, sin lugar a dudas, con el ánimo bien puesto para continuar la acalorada discusión en su casa. Solo los seres queridos de la pareja pudieron saber cómo terminó la situación.

Fueron muchas las personas, de Barranquilla y de diferentes partes del país, las que opinaron sobre la situación que se presentó en la capital del departamento del Atlántico

“Así son todas, sin importar el origen: desconfiadas. Uno no puede, después de dictar la conferencia en un simposio, encontrarse en las playas a una muchacha joven, porque no estaba en simposio, sino vagabundeando”; “Yo le hubiera creído si al menos tuviera un rollo de cinta de teflón”; “Qué mujer tan empeliculada”; “El que graba no hace nada para defender y el encargado tampoco sale a ayudar al pobre que pronto van a enterrar con Rosa y todo”; “Bueno, pero alguien que viva cerca de estos personajes y suelte el rollo como es”, fueron algunos de los comentarios más cómicos.