Nación
Sancionan a empresa agropecuaria en Atlántico por malos olores
Al parecer, la materia prima llevaba más de 24 horas en un estado de acopio inapropiado, sin ninguna clase de refrigeración,
En atención a la queja interpuesta por las comunidades de los corregimientos de Caracolí, Cascarón y la Aguada, en contra de la empresa Agropecuaria San Fernando S.A.S. Agrosan, por la generación de olores ofensivos, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico ( C.R.A) impuso medida preventiva de suspensión de actividades e inició un procedimiento sancionatorio ambiental.
Mediante la resolución 423 de 2023, la autoridad ambiental solicitó a la empresa Agrosam S.A.S, la suspensión de actividades de recibo de la materia prima, teniendo en cuenta que el acopio no se está adelantando de manera adecuada, generando olores fuertes y manejo inadecuado de lixiviados, que presuntamente pueden generar afectaciones a la salud y a los recursos naturales.
“En las visitas realizadas, se pudo constatar que la empresa Agrosan S.A.S., tiene un punto de acopio para la materia prima que no cuenta con las condiciones necesarias para el recibimiento, recolección y almacenamiento de la misma. Se comprobó que existe un manejo inadecuado de la materia prima, que usan para sus procesos, lo que sería la fuente principal de la emisión de olores, considerando que los desechos de origen animal provenientes del procesamiento de la carne pueden contener materia orgánica y microorganismos patógenos y expedir olores”, explicó Juliette Sleman, asesora jurídica de la C.R.A.
Al culminar la visita de inspección técnica por la emisión de olores en la planta de procesamiento, la C.R.A. determinó que la materia prima acopiada en la misma zona de recepción, llevaba más de 24 horas en un estado de acopio inapropiado, sin ninguna clase de refrigeración, expuesta a las altas temperaturas, a la luz directa y a la emisión de calor por radiación solar, acelerando el proceso de descomposición.
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Adicionalmente, la entidad impuso medida preventiva de suspensión del vertimiento de aguas presuntamente residuales, teniendo en cuenta que el vertimiento que se está realizando no ha sido autorizado por la Corporación.
Pez gigante
En la tarde del pasado miércoles, 24 de mayo, se conoció la noticia sobre un grupo de cinco jóvenes que capturaron a un pez gigantes mientras practicaban pesca submarina como hobby.
Se trata de un pez mero que pesó 297,8 kilogramos y midió 2,3 metros de altura. El espécimen fue encontrado en el sector conocido como Tres Piedras, en las playas de Santa Verónica, en el municipio de Juan de Acosta, departamento del Atlántico.
Joseph Molina, Alex Molina, Jesús Molina, Hernando Baldovino y Carlos Alvares, fueron los jóvenes que lograron esta hazaña. Joseph, en conversación con el medio local Zona Cero, dio a conocer cómo fue atraparlo y luego la odisea de traerlo a tierra.
“Ese día empezó a las 5:30 de la tarde del domingo, con una buena organización logística: equipos, combustible y meriendas. Al día siguiente, nos dirigimos primero a un punto que está a 18 kilómetros de nuestro punto de salida, pues el agua en las costas estaba turbia. Después de muchas inmersiones sin resultado decidimos descansar”, contó.
Sin embargo, al retomar la actividad dieron con, literalmente, el pez más gordo. Molina explicó que luego del arponeo bajó a 22 metros de profundidad, en ese momento su corazón latía a mil por hora, pues la cuerda que sostenía a esta bestialidad estaba tensa y costaba mantenerlo quieto.
Les tomó 30 minutos poder llegar hasta el mero y fue su hermano, Alex Molina, quien logró llegar hasta el pez, para llevarlo a la superficie. Inmediatamente, se encontraron con otro reto: subirlo a la lancha.
“Después fue otra odisea para subirlo a nuestra pequeña embarcación y sacarlo”, aseguró Joseph. Finalmente, con maniobras pusieron al pescado de casi 300 kilos en la embarcación y tomaron rumbo a tierra, donde la comunidad se impresionó al ver un animal de esa magnitud.
Como sacado de un libro del nobel del literatura, así fue la reacción de cada personas que escuchaba que las aguas de Santa Verónica habían sacado un pescado de dos metros. Pero en muchos casos la realidad supera la ficción y este grupo de jóvenes consiguieron algo particular de ver y creer.