Bogotá
Alarmante: denuncian lo que sería una nueva modalidad de estafa con falsa agencia de viajes en Bogotá
Los presuntos estafadores llaman a las víctimas diciéndoles que se ganaron un bono de consumo para que lo rediman en almacenes de cadena, pero en realidad es el inicio de una larga pesadilla.
“Hola Ana María, buenas tardes, ¿cómo estás?, te estamos llamando de Logistic, somos una empresa de publicidad y en estos momentos estamos entregando un bono familiar de consumo de mercado y tú, por el manejo que le has dado a tus tarjetas de crédito, fuiste beneficiaria de un bono de $250.000 para que lo redimas en cualquier almacén de cadena, pero como el bono es familiar, necesitamos que te acerques con tu esposo a esta dirección para que lo puedas reclamar”.
Esa fue la conversación que tuvo Ana María Muñoz, una pediatra de 36 años de edad, con un supuesto promotor de una agencia de publicidad que la llamó a su teléfono celular el pasado primero de junio de 2023 y quien de ante mano tenía conocimiento que ella manejaba tarjetas de crédito y compraba en supermercados de cadena como Jumbo y Éxito y quien con gran elocuencia logró hacerle creer a la mujer que en realidad se había ganado un bono de consumo para que lo pudiera redimir.
Sin embargo, Ana María, en ese momento, estaba lejos de imaginarse que esa llamada iba a ser el inicio de una pesadilla que durante algunos días le quitó el sueño y la tranquilidad. Primero, porque durante varios días estuvieron llamándola insistentemente para que fuera a reclamar el bono y segundo, porque todo en realidad terminó en lo que sería una posible estafa.
“Me llamaron insistentemente y después cuando accedí a reclamar el bono, me citaron a la calle 26 con carrera 92, el edificio se llama Wework y para ingresar es demasiada la seguridad porque hay que dar un código de ingreso y uno tiene que esperar a que alguien de la empresa baje a la recepción y lo suba a uno a la oficina. Al llegar al lugar, me dijeron que debía preguntar por Lina Rocío Galindo”, dijo Ana María a SEMANA. Ella llegó hasta a la dirección donde la citaron en compañía de sus dos hijos.
De acuerdo con Ana María, al llegar a la oficina ubicada en un cuarto piso de este edificio, la mujer que la recibió le explicó que para poder recibir el bono debía escuchar primero una charla de 20 minutos, a lo cual ella accedió, siendo hoy una muy mala decisión de la cual se arrepiente.
Sorpresivamente, la charla que le dieron no estaba a cargo de la supuesta empresa Logistic, que fue la que contactó a Ana María en un principio para la entrega del bono, sino que se la dio un supuesto asesor de una agencia de viajes.
“La seguridad para el ingreso al edificio da la mayor confianza posible. Ya en el cuarto piso, la oficina era tipo cubículo. Se me acerca un asesor llamado Alberto, un tipo super adulador, y después de varios minutos de tratarme de la manera más dulce me dice: ‘nosotros somos la empresa Ikaros Travel, quiero que por favor busques nuestra página y leas un poco acerca de la compañía’. Yo lo hice, leí rápidamente la reseña, me di cuenta que es una empresa en el extranjero que tiene varios años de experiencia, pero solo leí la primera parte porque él me cortó y fue ahí cuando me empezó a ofrecer una membresía para disfrutar de beneficios en hoteles y planes vacacionales a la hora de viajar”, contó Ana María.
“Yo sabía cómo eran este tipo de charlas y desde un principio me mostré reacia, pero Alberto me empezó a ofrecer y a ofrecer, pero yo seguía en mi postura en que no quería nada. En ese momento ingresó a la oficina un chico más joven que se hace llamar Nicolás Góngora, me dice que él estudió hotelería y turismo y empieza a ofrecerme muchos más paquetes promocionales, tiene una parla impresionante; el primer plan que me ofreció valía $4 millones por seis años, pero yo insistía en que no; luego me ofrece un plan de $1,9 millones por tres años, y me dice que ese dinero lo puedo diferir a 36 cuotas y solo termino pagando $60.000 mensuales, y al ver mi negativa, me ofrece el último plan que es el $1,1 millón por dos años”, agregó Ana María.
Ya en ese momento, la charla que supuestamente era de 20 minutos, en realidad había completado más de una hora. “Mis hijos ya estaban llorando, me decían que tenían hambre, que quería ir al baño, y Nicolás me siguió ofreciendo el plan, y finalmente accedí a pagar el millón de pesos, y la transacción la hicimos con mi tarjeta de crédito, pero online por medio de Bold”.
Ese día, por los incómodos que ya estaban sus hijos, Ana María, después de hacer la transacción del millón de pesos, salió de la oficina y quedó de pasar a los días siguientes para empezar a disfrutar de los supuestos beneficios que le daba la membresía, pero para sorpresa de ella, prácticamente no volvió a tener contacto con dichos asesores, pero eso sí, ella sí se quedó con su deuda en su tarjeta de crédito.
“Hicieron una transacción de $6 millones desde mi tarjeta de crédito”
Pero el caso de Ana María no es el único que hay con la misma modalidad en común y con la misma supuesta empresa de agencia de viajes. SEMANA también conoció la estremecedora historia de Yineth González, asesora de ventas de una marca de relojes, a quienes los presuntos estafadores le quitaron, en cuestión de minutos, $6 millones.
En los primeros días de junio, Yineth empezó a recibir insistentemente varias llamadas a su teléfono celular, en las cuales un supuesto asesor le comunicaba que había sido ganadora de un bono de consumo y le pedía que por favor se acercara a una oficina a reclamarlo. Ella accedió a dirigirse a dicha oficina el 7 de junio. A diferencia de Ana María, a Yineth la citaron fue a una oficina ubicada en la carrera 13 con calle 93, no obstante, en este edificio existe la misma seguridad en la que se exige un código y que una persona baje hasta la recepción para recibir al invitado.
“Al llegar a la oficina que quedaba ubicada en un sexto piso, me aborda un tipo llamado Alberto Crespo Padilla y una mujer, ambos me piden mi cédula en físico para poder validar mi identidad y me comunican que para poder reclamar el bono, primero debo escuchar una charla que dura aproximadamente 20 minutos”, precisó Yineth a SEMANA.
En diálogo con esta revista y también en la narración que hizo de los hechos al interponer la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, Yineth dio detalles de cómo estos presuntos estafadores le sacaron el dinero de sus productos bancarios.
“Ellos me empezaron a ofrecer una membresía a una agencia de viaje para disfrutar de unos beneficios a la hora de viajar y me ofrecieron muchas posibilidades de pago a través de mis tarjetas de crédito, por lo que no vi ningún problema en cotizar en cuánto me quedarían las cuotas, pero al yo acceder a realizar dicha cotización con mi tarjeta de crédito del Banco Bogotá, ellos llamaron a la mesa al señor Nicolás Góngora, quien para poder hacer la cotización, me pidió mi celular con la aplicación del banco abierta”, dijo Yineth.
Fue así como comenzó la terrible pesadilla que hoy enfrenta esta madre soltera de 28 años de edad. “Yo intenté oponerme a darle mi celular con la aplicación del banco abierta, pero Nicolás me dijo que no me preocupara, y mientras él manipulaba el celular, el señor Alberto Crespo me hacía preguntas constantemente, después de diez minutos le exigí a Nicolás que me devolviera el celular y cuando lo hizo me di cuenta que había hecho una transacción por $6 millones desde mi tarjeta de crédito a una cuenta de Ikaros Travel”, afirmó Yineth.
En ese momento la ira y la desesperación se apoderaron de ella. “Yo le alegué, le dije que por supuesto estaba en desacuerdo con esa transacción e inmediatamente llamé al banco para pedir reversar la compra, pero me dijeron que en ese momento no se podía hacer nada y tocaba esperar unos días hábiles para ver qué decisión se tomaba”, precisó Yineth.
Y agregó: “Le exigí a Nicolás que devolviera el dinero a mi cuenta, pero me dijo que no podía porque ese dinero ya no lo manejaba él, y me empezó a decir que le diera la oportunidad de demostrarle que la membresía que se adquirió era real. Yo de los nervios y de la desconfianza y para poder tener un documento que sustentara lo que había pasado, accedí a firmar el supuesto contrato”.
Ese día Yineth salió de la oficina con el contrato firmado, pero a los días siguientes se puso a averiguar más acerca de la compañía Ikaros Travel y encontró “que es una empresa que no tiene Registro Nacional de Turismo y que el registro mercantil está vencido”, dijo.
Así las cosas, Yineth decidió regresar hasta el edificio ubicado en la calle 93 para enfrentar a los supuestos asesores de Ikaros Travel, pero para sorpresa de ella, por la extrema seguridad que se maneja, no pudo subir hasta la oficina.
“Resulta que en el contrato que firmé dice que si yo me quiero retractar del negocio, tengo que radicar una carta manifestando el interés de echarme para atrás y solicitando la devolución del dinero, fue por eso me fui nuevamente hasta el edificio para radicar dicha carta, pero no me dejaban entrar, entonces empecé a hacer un escándalo en el primer piso y llamé a la policía, hasta que por fin me dejaron subir a la oficina. El que salió a dar la cara fue Nicolás Góngora y él me decía que efectivamente yo podía retractarme, pero que al radicar la carta, ellos se demoraban cinco días hábiles en responderla, sin embargo, yo hice que me firmara el recibido con el número de cédula de él”, añadió Yineth.
Esta joven de 28 años grabó el momento exacto en el que ella enfrenta a quien sería Nicolás Góngora y le pide que le firme el recibido de la carta. SEMANA tuvo acceso a esas imágenes, pero se abstiene de publicarlas para no interferir en las investigaciones.
A pesar de la denuncia que Yineth ya interpuso ante la Fiscalía y de la carta que radicó pidiendo el reintegro del dinero, hasta la fecha nadie le ha respondido, y por, el contrario, ella sí continúa con la deuda en el banco.
Otros casos
Además de las experiencias de Yineth y Ana María, SEMANA conoció otros casos de más víctimas del mismo modus operandis tanto con el supuesto bono de consumo de regalo y posteriormente con las mismas supuestas membresías de una compañía a la que hacen llamar Ikaros Travel.
Por ejemplo, a Edison Vera, un hombre de 36 años de edad, al igual que como sucedió con Yineth, lo citaron en la oficina de la calle 93 y al llegar allí, después de toda la charla, le pidieron el celular para realizar la supuesta cotización y en cuestión de minutos le hicieron una transacción, desde su tarjeta de crédito, de $4,5 millones a una cuenta a nombre de Ikaros Travel, pero lastimosamente Edison se dio cuenta del movimiento fue días después y cuando quizo ir a reclamar, tampoco lo dejaron ingresar.
A Yaneth Castañeda, por su parte, quien se acercó junto con su tía Blanca Rodríguez a la misma oficina de la calle 93 después de haber recibido una llamada para reclamar un bono de consumo, también les ofrecieron una membresía a la supuesta empresa Ikaros Travel y ellas sí accedieron a hacer una transferencia desde una cueta de ahorros a una cuenta de Ikaros por un valor de $2.400.000. Sin embargo, días después cuando quisieron disfrutar de los beneficios para un viaje a Aruba, nadie les contestó.
Tanto a Yaneth, a Blanca, a Edison, ni a Ana María ni a Yineth, les han respondido por el dinero. SEMANA intentó comunicarse con los supuestos asesores de Ikaros Travel, pero nadie nunca contestó las llamadas.
Así mismo, esta revista le solicitó a la Fiscalía General de la Nación y a la Superintendencia de Industria y Comercio que entregaran un balance de cuántas denuncias ha recibido por estafa la supuesta empresa de Ikaros Travel en los últimos tres años, pero hasta el momento de la publicación de este artículo ninguna de las dos entidades respondió al requerimiento.
De igual modo, a partir del NIT que reportan de Ikaros Travel en los contratos que le hicieron firmar a las víctimas, SEMANA logró establecer que esta compañía no cuenta con Registro Nacional de Turismo.