Bogotá
Desarticulada ‘Los Coletos’, banda delincuencial en la que trabajaba hasta el padrastro del cabecilla: vendía estupefacientes en Bogotá
La estructura criminal traía la droga desde el departamento del Guaviare y la transportaba en buses intermunicipales.
Uniformados de la Policía Metropolitana de Bogotá lograron dar un golpe contundente contra el tráfico de estupefacientes en la capital del país, al desarticular la estructura criminal denominada ‘Los Coletos’, quienes eran los encargados de la comercialización de droga en las localidades de Kennedy, Suba y Ciudad Bolívar.
Un año de seguimiento, 14 diligencias de registro y allanamiento, 300 horas de interceptaciones a comunicaciones, acompañados de vigilancia a personas y labores de vecindario, permitieron determinar que el alucinógeno era camuflado por los padres del cabecilla en cajas de alimentos y canecas de pintura, para luego ser transportado en buses intermunicipales, desde el municipio de Calamar del departamento del Guaviare.
La droga era transportada principalmente en canecas de pintura o estuco, para pasar desapercibido ante los controles policiales. Así mismo, los estupefacientes eran camufladas al fondo de cajas, que posteriormente eran llenadas con frutas o elementos de belleza.
“La modalidad de esta estructura era la de traer la base de coca desde el departamento de Guaviare, la cual era guardada en un apartamento en el barrio Carimagua, en la localidad de Kennedy, y una vez era dosificada la sustancia en dicho lugar, era trasladada a los barrios Juan Pablo y Compartir en Ciudad Bolívar, donde se comercializaba directamente”, aseguró un investigador del caso.
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Una familia entera hacía parte del grupo delincuencial. “Esta estructura era prácticamente una familia dedicada al tráfico de estupefacientes, en donde cada uno cumplía un rol especial”, añadió el funcionario.
Es así como este importante operativo permitió la captura de cinco mujeres y cuatro hombres, entre ellos alias ‘Deivy’ líder de la organización, quien; junto a su madre, padrastro, esposa e hija, realizaban las coordinaciones necesarias, para traer la droga desde el sur oriente del país, para luego dosificarla y transportarla a las ‘ollas’ de la localidad de Ciudad Bolívar.
De acuerdo con las investigaciones adelantadas por los uniformados, en un lapso de dos días, esta organización, al margen de la ley, distribuía alrededor de 7.925 dosis de alucinógenos, lo que les reflejaba una ganancia de 300 millones de pesos al mes.
Al momento del allanamiento a estos sujetos se les incautó dos armas de fuego, 44 cartuchos, 82 gramos de cocaína, 725 gramos de bazuco y dos vehículos utilizados para la comisión de delitos, así como, 7 celulares con posible información de las actividades criminales, todo estos avaluados en 192 millones de pesos.
Dentro del prontuario criminal de esta estructura, se logró determinar que cuatro de ellos cuentan con antecedentes por los delitos de hurto, estafa y tráfico de estupefacientes. Cinco de los capturados fueron cobijados con medida de aseguramiento en centro carcelario.
Las autoridades resaltaron que uno de los integrantes de esta organización, alias ‘Pastor’ quien se desempeñaba como proveedor, fue capturado en el municipio de Calamar del departamento del Guaviare.
Así funcionaba ‘La Mansión’, una casa en Bogotá en la que torturaban niños para vender droga
Después de una ardua investigación, la Policía Metropolitana de Bogotá logró desmantelar a una peligrosa banda que tenía azotada a una gran parte de la ciudad. Se trata de ‘Los Amarillos’, la cual era comandada por una mujer conocida en el mundo delincuencial bajo el alias de ‘La Mona’.
Luego de la intervención de las autoridades competentes, los informes entregados causaron una profunda impresión en más de una persona. La banda ‘Los Amarillos’ delinquían en una casa en el centro de la capital del país denominada como ‘La Mansión’. Allí se producían y traficaban drogas de diferentes tipos.
“Tenía aproximadamente 36 habitaciones, entre estas habitaciones se subdividían y subarrendaban porque era pagadiario (…) en varias habitaciones se evidenció que la droga la consumían, la procesaban y armaban los paquetes, las dosis, para poner a disposición de los consumidores del sector”, manifestó, en palabras recogidas por el sitio web de Noticias Caracol, el mayor Sergio Alexander Torres, jefe de la unidad seccional de protección de la Policía.
En la intervención, la Policía de Bogotá pudo evidenciar que menores de edad eran utilizados a la fuerza para vender la droga. Lo peor del caso es que si no vendían la droga o se consumían la misma, eran torturados a sangre fría en ‘La Mansión’.
Los niños que no vendían toda la droga o se consumían parte de ella “eran castigados por los padres o por las personas que se las daban para la venta”. Además, “algunos de ellos los dejaban sin alimentación los propios padres”.
Durante la investigación, los uniformados analizaron la salida y entrada a ‘La Mansión’ de niños y niñas entre los 5 y 6 años. Estos salían con las sustancias estupefacientes y regresaban a la misma con el dinero recogido de la venta.
“Aproximadamente quienes entregaban la sustancia eran unos 5 o 6 niños, y a quien les vendía en el sector, que llegaban a los parques, aproximadamente fueron unos 12 niños que se lograron evidenciar”, dijo el mayor Sergio Alexander Torres.
El operativo para desmantelar a ‘La Mansión’ y a la propia banda ‘Los Amarillos’ se lanzó después de un año de investigación y recolección de pruebas.