Bogotá
Desgarrador relato de la mamá de una niña de seis años que habría sido abusada en un colegio en Bogotá: “mi hija está traumatizada”
La menor habría sido abusada en el baño colegio Castilla, ubicado en la localidad de Kennedy, al sur de la capital del país. El testimonio es aterrador.
La seguridad de los niños y niñas, estudiantes de colegios en Bogotá, nuevamente está en entredicho. En las últimas horas, un grupo de padres de familia hizo un plantón al frente del colegio Castilla, en la localidad de Kennedy, al sur de la capital del país, para reclamar por un presunto caso de abuso sexual en contra de una pequeña de tan solo seis años de edad.
El plantón de los padres se hizo no solo para pedir justicia, sino también para exigirle tanto a las directivas del colegio, como a la Secretaría de Educación, que expliquen por qué tardaron varios días en activar el protocolo respectivo, si desde el primer momento que sucedieron los hechos, los familiares de la pequeña pusieron en conocimiento de la rectora lo que habría sucedido al interior de la institución educativa.
Los hechos habrían ocurrido el jueves 10 de agosto. En diálogo con SEMANA, Laura Rojas, mamá de la niña, narró los aterradores momentos que vivió la menor al interior del colegio.
“La niña me dice: ‘mamá, tres niñas del salón pidieron permiso para ir al baño, el profesor fue, nos abrió el baño, mis dos compañeritas entraron, yo me quedé afuera, y de un momento a otro un niño me cogió por detrás, me empezó a tocar y al final me amenazó y me dijo que si decía algo me lo iba a ser más duro’”, contó Laura, quien no se explica cómo un caso tan aberrante ocurrió al interior de un colegio.
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De acuerdo con el relato de Laura, fue solo hasta el fin de semana que la niña, llorando, le contó a ella lo que había sucedido en la institución educativa.
“El viernes en la noche, la niña se había orinado en la cama, algo súper extraño en ella. Ese fin de semana hicimos un paseo, y estando al interior de la piscina, la niña se ensució, yo extrañada y preocupada por lo que estaba pasando, llevé a la niña al baño para limpiarla y preguntarle qué ocurría y la bebé se soltó a llorar y me contó todo lo que le hicieron en el colegio”, señaló Laura.
Aterrados por lo que había ocurrido, tanto la mamá, como el papá de la menor, se dirigieron el lunes 14 de agosto, a primera hora del día, para hablar con las directivas del colegio para buscar explicaciones, sin embargo, las respuestas que recibieron, según denuncian, fueron vagas.
“Llegamos el lunes 14 al colegio, a radicar una carta, pero el colegio nos dice que debemos mantener prudencia y que ellos van a tomar las medidas pertinentes, pero no inician el protocolo de código blanco, y le aconsejan al papá de la niña que pida cita prioritaria de psicología, pero no hicieron absolutamente nada. La niña tuvo la cita el 17 el agosto, y la psicóloga quedó aterrada de por qué el colegio no activó ninguna alarma”, precisó Laura.
Después de la cita de psicología, la menor fue llevada a urgencias en un centro médico, y luego fue remitida a al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y se ordenó que el Instituto de Medicina Legal le practicara un examen a la niña y se interpuso la denuncia respectiva ante la Fiscalía.
“Y ahí quedó el tema, fue hasta el domingo 20 de agosto que el papá de la niña recibió un correo de la orientadora del colegio citándonos para el día de hoy, es decir, diez días después de que se radicó la carta. Eso es inaudito, por eso fue que decidimos adelantar el plantón al frente del colegio, pero irónicamente la rectora nos indicó que ella no tenía conocimiento de ningún caso de abuso al interior de la institución”, comentó Laura.
La mamá de la menor le exigió a la rectora del colegio que necesitaba ver los videos de las cámaras de seguridad, para ver qué sucedió cuando su hija quiso ir al baño, pero la respuesta que le dieron es que “desde hace cuatro semanas las cámaras están fuera de funcionamiento”.
Según lo relató Laura a SEMANA, fue solo hasta ese momento que el colegio activó el protocolo. “Después el caso se fue a Medicina Legal y el resultado arrojó positivo, confirmando que efectivamente la niña fue abusada”, precisó con la voz entrecortada.
Si bien Laura tiene de presente que muy probablemente sería otro menor de edad el que habría abusado de su pequeña, y que ese menor también tiene derechos, ella exige que se haga justicia. “Ese menor puede ser una persona que también esté siendo abusado en casa y peor aún, es un hombre que después se puede convertir en un violador en serie, pues la forma de actuar, como me lo han dicho los psicólogos, es un modus operandis”.
Mientras la Fiscalía avanza en las investigaciones, Laura, con bastante preocupación, afirma que su hija no ha vuelto a ser la misma.
“La niña duró unos cuatro o cinco días sin quererse sentar, todo lo hacía de pie, le da miedo ir al baño, tenemos que limpiarla muchas veces. Obvio es una niña de seis años, y de un momento a otro está bien y juega, pero después se achanta y tiene cambios parciales de estado de ánimo. Mi hija es una bebé y desde ya me le dejaron un trauma para toda la vida”, subrayó Laura.
¿Qué responde la Secretaría de Educación?
En primera medida, la Secretaría de Educación del Distrito afirmó que rechaza cualquier tipo de acto que vulnere la integridad de los estudiantes y está comprometida en promover la activación efectiva y oportuna de la ruta de atención para la garantía de los derechos humanos de la comunidad educativa.
Frente a lo ocurrido con la niña en el colegio Castilla, la Secretaría precisó que “desde los equipos territoriales de entornos escolares y especializados de la Oficina para la Convivencia Escolar (OCE), la estrategia de Justicia Escolar Restaurativa (JER) y en articulación con gestores de convivencia, la alcaldía local y personería local, se acompañaron espacios de diálogo con actores, como familias, el equipo directivo del colegio, los consejos directivo, académico y de padres y estudiantes, con el fin de identificar los requerimientos y las situaciones de presunta vulneración que hayan ocurrido. Además, se ha contado con el acompañamiento por parte de Policía de Infancia y Adolescencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Policía Judicial y el equipo de convivencia de la alcaldía local”.
No obstante, la Secretaría de Educación señaló que fue solo hasta el 23 de agosto que tuvieron contacto con la familia de la pequeña niña de seis años, es decir, varios días después de que Laura y el papá de la menor fueron a radicar la carta al colegio.
“Los equipos especializados en violencias basadas en género y violencia sexual de la OCE tuvieron contacto directo con la familia en la mesa técnica realizada en la mañana del 23 de agosto, en la que se brindó acompañamiento en el proceso de activación de la ruta. Asimismo, se recogieron distintas inconformidades por parte de algunos familiares de la estudiante. Se continuará brindando acompañamiento psicosocial a la estudiante y su familia y se proyectan acciones pedagógicas a desarrollar con la comunidad educativa para la prevención de este tipo de violencias”, comentó la secretaría.
La entidad distrital señaló además que “la Oficina para la Convivencia Escolar de la Secretaría de Educación ha hecho acompañamiento a la niña, su familia y la comunidad educativa del colegio, desde que se dio a conocer la situación. Sumado a esto, se ha orientado el reporte del caso por parte del colegio a las entidades correspondientes garantes de derechos como el ICBF y la Fiscalía General de la Nación”.
Ahora, para brindar una atención oportuna a las peticiones de la comunidad educativa, el 25 de agosto se prevé la realización de una Asamblea General / Comité Ampliado, con la participación de la Oficina para la Convivencia Escolar, la DILE, y las directivas de la institución. En este encuentro participarán voceros de la familia, con el fin de presentar sus peticiones orientadas a garantizar la implementación efectiva de las rutas y los procedimientos adecuados para abordar posibles casos de vulneración de derechos de las y los estudiantes en la institución educativa