Bogotá
Fuerte trancón en la calle 26 de Bogotá por protestas de los galleros que rechazan proyecto de ley
Miembros de la Federación Nacional Gallística Colombiana marchan a esta hora por toda la calle 26. El destino final será la Plaza de Bolívar.
En la mañana de este lunes 10 de octubre, la movilidad en la calle 26 o avenida El Dorado en Bogotá se convirtió en un verdadero caos producto de una manifestación que está afectando la calzada a la altura de la carrera 57 en sentido oriente-occidente.
Quienes se están manifestando son miembros de la Federación Nacional Gallística Colombiana (Fenagaco), en rechazo a un proyecto de ley que cursa su trámite en el Congreso de la República y que prohíbe la pelea de gallos en todo el territorio nacional.
#AEstaHora:
— Personería de Bogotá (@personeriabta) October 10, 2022
Nuestros guardianes acompañan y articulan el diálogo en la movilización que realiza la Federación Nacional Gallística Colombiana sobre la Av. Calle 26. con destino hacia la Plaza de Bolívar. #GuardianesDeTusDerechos pic.twitter.com/g2ioIxAMfC
La manifestación inició hacia las 9:00 a. m. y de acuerdo con información de la Secretaría Distrital de Movilidad, hay un aforo aproximado de 10.000 personas. A esta hora, la marcha avanza por la carrera 68 con calle 26 en sentido norte-sur, generando afectación vial de la calzada.
La Secretaría recomendó rutas alternas: tomar la calle 72 al occidente para continuar al sur por la avenida Boyacá.
Tendencias
El destino final de los miembros de Fenagaco será la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, a escasos metros del Congreso de la República.
¿Por qué protestas los galleros?
A mediados de agosto, la senadora Esmeralda Hernández radicó un proyecto de ley ante el Congreso de la República, que pretende revertir la excepción consagrada en la Ley 84 de 1989, que no cataloga como conducta cruel las peleas de gallo.
Según la congresista, este tipo de prácticas deben ser prohibidas no solo por el sufrimiento de los animales, sino también porque no existe un control eficiente de la aplicación de requisitos básicos para su realización.
“El mayor porcentaje de las personas que trabajan en esto de la gallística, son personas de estrato 1 y 2, que tienen más de 40 años. La vida laboral en Colombia es muy difícil, ¿quién los va a contratar? Nosotros, en aras de que nuestra actividad siga, estamos dispuestos regular muchos aspectos, pero es necesario conversar”, indicó Campo Elías Manotas, presidente de Fenagaco.
Por eso, la federación anunció que este lunes 10 de octubre marcharán por las principales calles de Bogotá.
“Necesitamos ser escuchados por el Congreso. Sentimos que está usando información de Facebook y de redes sociales para construir un imaginario errado sobre los galleros y no está teniendo en cuenta la realidad económica que nos rodea. Con diálogo podemos construir”, expuso Hugo García, miembro de la federación.
De acuerdo con el gremio, las peleas de gallo logran movilizar más de cuatro billones de pesos anuales para la economía del país. Además, se estima que más de 180.000 personas serían desplazadas a condiciones de pobreza en caso de que se prohíba esta actividad.
Además, los galleros del país dicen que también están cansados de la senadora Andrea Padilla, de quien consideran hace política con las culturas tradicionales del país y, a su juicio, quiere convertir a todos los colombianos en vegetarianos.
A juicio de los galleros, ellos también tienen derechos económicos que deben ser respetados y que la congresista no ha tenido en cuenta que miles de familias viven de esa actividad en todo el país. Además, indican que la prohibición solo llevaría a aumentar la ilegalidad y que se hagan las peleas sin control alguno.
Las peleas de gallos
La senadora Esmeralda Hernández describió el proceso por el que pasan estos animales para ser usados en las peleas.
“En el proceso de preparación del gallo para la pelea, se les mutila la cresta y la barbilla, para evitar que el oponente pueda sujetarlo con facilidad. Esto lo hacen cuando el animal tiene entre cuatro y seis meses de edad”.
Agregó que luego se les instalan objetos cortopunzantes como picos postizos y espuelas en sus patas para lacerar y cortar al otro gallo que participa en la pelea. Esto les genera heridas profundas y muy dolorosas, pérdida de sus ojos e incluso la muerte.
“Muchas veces los gallos son drogados para garantizar mayor agresividad y rendimiento en la pelea. Esta es una práctica ilegal y aumenta la exposición al sufrimiento y el dolor de los animales que participan en el espectáculo”, apuntó la congresista.