Bogotá
Hay desmejoramiento en la calidad del aire en Bogotá por incendios forestales y arenas del Sahara
Las estaciones del suroccidente han presentado un índice regular y moderado. Se ha observado un aumento generalizado en las concentraciones de material particulado (PM10 y PM2.5)
La Secretaría Distrital informó que Bogotá registra un desmejoramiento en la calidad del aire debido a la influencia de arenas del Sahara y las condiciones meteorológicas adversas como el fenómeno de la inversión térmica.
Durante las últimas 24 horas, algunas estaciones del suroccidente han presentado un Iboca regular y moderado.
El índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud (Iboca) ha mostrado condiciones regulares en las estaciones de monitoreo Carvajal - Sevillana y Móvil Fontibón. Según el reporte de la Secretaría de Ambiente, en 13 estaciones se registran condiciones moderadas, mientras que cuatro están favorables.
Así mismo, durante las últimas 48 horas, se ha observado un aumento generalizado en las concentraciones de material particulado (PM10 y PM2.5) en las estaciones de monitoreo Carvajal - Sevillana y Móvil Fontibón.
La Secretaría de Ambiente detalló además que este jueves 30 de noviembre se mantendrán las condiciones moderadas de calidad del aire en la mayor parte de la ciudad, sin embargo, en algunas zonas del suroccidente, podrían presentarse niveles regulares. Se espera que en los próximo días, las concentraciones de PM2.5 disminuyan, con condiciones parcialmente nubladas sin presencia de lluvias.
Ahora, la entidad precisó que la inversión térmica es un fenómeno que ocurre cuando la temperatura en las capas superiores de la atmósfera es mayor a la que se registra en la superficie, lo normal es que abajo sea más caliente que en la parte de arriba.
Los fenómenos de inversión térmica hacen que el movimiento de los contaminantes se limite y se mantengan al nivel de la superficie. Además, la dirección de los vientos puede generar que el material particulado, que se genera en las ciudades, se concentre en algunas zonas y, así, se evite su dispersión.
Los eventos de contaminación atmosférica se agravan cuando, sumada a esta situación, hay transporte local y regional de partículas generadas por incendios forestales, quemas agrícolas o de material vegetal.
Dado que las emisiones no se pueden dispersar y se mantienen “encapsuladas” a baja altura, la inversión térmica ocasiona un aumento en la concentración de contaminantes.
La contaminación del aire es el mayor riesgo a la salud humana
Según una investigación del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC), la polución del aire por partículas finas -procedentes de las emisiones de vehículos e industrias, incendios forestales, etcétera- sigue siendo la “mayor amenaza externa para la salud pública”.
Si el mundo redujera de forma permanente estos contaminantes hasta alcanzar el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida de una persona promedio aumentaría en 2,3 años según los datos recogidos hasta 2021.
Las partículas finas se relacionan con enfermedades pulmonares, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y cáncer. En comparación, el consumo de tabaco hace caer la expectativa de vida mundial en 2,2 años, mientras que la desnutrición infantil y materna es responsable de una reducción de 1,6 años.
Asia y África soportan la mayor carga, pese a que cuentan con infraestructuras más débiles, y los fondos para hacer frente a la contaminación atmosférica son mínimos. Toda África recibe menos de 300.000 dólares para ese fin.
“Hay una profunda desconexión entre los lugares donde la contaminación atmosférica es peor y los lugares donde, colectiva y globalmente, estamos desplegando recursos para solucionar el problema”, declaró a la AFP Christa Hasenkopf, directora de programas de calidad del aire de EPIC.
Mientras existe una asociación internacional de financiación denominada Fondo Global que vierte 4.000 millones de dólares anuales para el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis, no existe un fondo equivalente para la polución del aire.
“Sin embargo, en la República Democrática del Congo (RDC) y Camerún la contaminación atmosférica acorta más años de vida a una persona promedio que el VIH/sida, la malaria y otras amenazas para la salud”, señala el informe.
El sur de Asia es mundialmente la zona más afectada. Bangladés, India, Nepal y Pakistán son, en ese orden, los cuatro países más contaminados por sus promedios anualizados de partículas finas, que se detectan por satélite y se definen como partículas con un diámetro igual o inferior a 2,5 micras (PM2,5).