TRANSPORTE PÚBLICO
Hueco en finanzas del sistema de transporte público en Bogotá es grande y no hay solución creativa; dura crítica de concejales
En el año queda un faltante de $ 3,2 billones. Lo más ineficiente en ingresos es el esquema zonal, es decir, los buses que en general son azules. Entre tanto, los rojos de TransMilenio siguen impactados por los colados.
Si los ciudadanos se preguntan por qué tienen que soportar los momentos difíciles que implica trasladarse a los sitios de trabajo y estudio en los buses del sistema integrado de transporte público de Bogotá, el Concejo de Bogotá dio la respuesta.
Una exhaustiva revisión a la situación actual, realizada por el concejal Juan Daniel Oviedo, no solo halló realidades que poco se mencionan, sino que el cabildante puso el dedo en la llaga: no hay soluciones creativas para enfrentar de una vez por todas la grave problemática de movilidad en el transporte público en la capital del país.
Con el acervo de estadista que le dio su anterior cargo en la dirección del Dane, Oviedo puso en el debate cifras contundentes que evidencian que, literalmente, los ciudadanos están siendo embutidos en menos buses.
Esto hace parte del contexto según el cual en la capital del país, hay un Fondo de Estabilización de Tarifas (FET) para garantizar que la operación del sistema dé un equilibrio en la financiación. Pero eso no se ha logrado.
Por el contrario, el FET tiene un déficit de 3,2 billones de pesos al año, impulsado principalmente por el componente zonal, es decir, el de los buses que van por rutas mixtas, no exclusivas, como las de TransMilenio, que son los buses rojos.
Colados, robos, zonas calientes (donde más hay inseguridad), fueron algunos de los problemas que salieron a relucir en el debate, pero gana en barbarie el hecho que evidenció Oviedo, y es que el sistema está operando con un 13,6 % menos de buses en comparación con el 2019. Mientras en 1019 había 13.716 buses, ahora hay 11.855.
Y cada día crece más el inconformismo ciudadano, según lo presentó el concejal Emel Rojas, quien puso sobre el tapete los resultados de encuestas sobre la percepción con el servicio. “60 % de insatisfacción con la frecuencia en que llegan los buses; 55 % de descontento con las condiciones de infraestructura del sistema”, sin contar con que hay una alta percepción de inseguridad, mientras que la evasión en el pago de pasajes es del 35 %, lo que podría ser mayor, pues es un asunto difícil de calcular.
La gente se fue a la moto
Los niveles de percepción de la ciudadanía no es algo para pasar desapercibido, ya que tiene sus efectos y no tan inocuos. Según los datos de Oviedo, el número de pasajeros transportados tuvo una contracción de 15,7 % entre 2019 y 2023, lo que, a su juicio, significa que “la gente se fue a la moto”. No solo por los problemas de movilidad en las vías, sino por el amontonamiento de gente en los buses y los demás inconvenientes que están desanimando a la gente a usar este servicio. Cabe destacar que el concejal Oviedo pidió claridad en las cifras, pues son distintas las que tiene el Dane y las que maneja TransMilenio.
El mensaje definitivo que surgió del debate de control político a varios funcionarios del Distrito, fue el de buscar soluciones creativas, no solo esperar que el gobierno nacional aporte los faltantes. “No se habla de alternativas de financiación del déficit existente”, dijo Oviedo.
Al final de cuentas, el usuario del servicio de transporte público, según dijo Oviedo, es un cliente que merece menores tiempos de desplazamiento, mayor despacho de buses y, en general, una mejor calidad del servicio.