Bogotá
Innovación Social Abierta: ¿cuál es la nueva apuesta de Bogotá para revitalizar el espacio público?
Ciudad Bolívar fue el epicentro de esta novedosa estrategia.
El mes de agosto fue un período de gran importancia en Bogotá, ya que se celebró el Mes del Espacio Público, una iniciativa que busca revitalizar y transformar los entornos urbanos a través de la innovación social abierta. En medio de este evento, se destacó el proyecto #DiseñoAlBarrio, que logró una impresionante transformación del parque El Arado en el barrio Paraíso de Ciudad Bolívar.
La innovación social abierta es un enfoque que pone a la comunidad en el centro de la creación de soluciones creativas e innovadoras para abordar desafíos urbanos y sociales. Se basa en la colaboración activa entre la ciudadanía, la academia, las entidades gubernamentales y el sector privado, fomentando la escucha activa, la participación colectiva y el diseño comunitario.
Este enfoque busca aprovechar la inteligencia colectiva y la diversidad de perspectivas para generar transformaciones significativas en el espacio público y otros ámbitos, promoviendo un sentido de apropiación y cuidado por parte de la comunidad. La innovación social abierta es una herramienta clave para construir ciudades más inclusivas, sostenibles y habitables para todos sus habitantes.
Por medio de esta iniciativa se mostró cómo la colaboración entre la ciudadanía, la academia, entidades gubernamentales y el sector privado puede generar soluciones creativas e innovadoras para mejorar los espacios públicos.
El parque El Arado, que abarcaba más de 9,000 metros cuadrados, se había convertido en un espacio problemático con problemas de salubridad debido a la mala disposición de basura y desechos de mascotas, falta de mantenimiento del mobiliario, uso inadecuado del lugar y falta de iluminación, entre otros. Sin embargo, a través del proceso de este programa se logró una transformación significativa.
El proyecto se dividió en varias etapas, comenzando con “Soñar para Innovar”, en la que los residentes del barrio Paraíso identificaron los problemas clave en el parque. Estos incluyeron preocupaciones sobre la salubridad, el mantenimiento y el uso inapropiado del espacio. Esta etapa permitió una comprensión profunda de las necesidades de la comunidad.
La segunda etapa involucró talleres en colaboración con la academia, donde se generaron soluciones a los problemas identificados. La tercera etapa incluyó la presentación de los resultados a la comunidad a través de un panel virtual, asegurando la transparencia y la participación ciudadana.
La cuarta etapa fue la intervención física en el parque, en la que la comunidad y los Defensores del Espacio Público trabajaron juntos durante cuatro días en tareas de limpieza, pintura y mantenimiento. Esta colaboración activa de la comunidad fue fundamental para el éxito del proyecto.
La quinta y última etapa consiste en documentar la experiencia, con la esperanza de que sirva como guía para futuras transformaciones de espacios públicos no solo en Bogotá, sino en todo el país.
#DiseñoAlBarrio no fue la única iniciativa durante el Mes del Espacio Público. Se llevaron a cabo más de 10 actividades que involucraron a la ciudadanía en conversatorios académicos, desayunos al aire libre y la selección de las comunidades “Padrinos del Espacio Público”. Además, los vecinos de Chicalá en Bosa retaron al DADEP en partidos de microfútbol en un espacio público que ellos mismos habían restituido al Distrito. Estas actividades destacaron la importancia de la colaboración de la comunidad en el cuidado de los espacios públicos.
Armando Lozano Reyes, director E de la Defensoría del Espacio Público, expresó: “La transformación del parque El Arado nos demostró que la innovación nos ayuda a crear lazos más fuertes con la ciudadanía y que si todos los actores que confluyen en el espacio público se unen para su cuidado y preservación, podemos beneficiar a un mayor número de ciudadanos”.
La innovación social abierta se ha convertido en una herramienta clave para abordar los desafíos urbanos y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Bogotá. El enfoque en escuchar a la comunidad y colaborar con una amplia gama de actores demuestra que la ciudad está comprometida en hacer de sus espacios públicos lugares acogedores y vibrantes.
En palabras de Santiago Amador, director del Iteam de Bogotá e integrante de iBO: “Estos días de trabajo con la comunidad, en los que niños, adultos, adultos mayores, mujeres cabeza de hogar deciden apropiarse del espacio público, generar ideas y soluciones para mejorar el parque de su barrio, proponer nuevas vías para atender conflictos de la localidad, hacen tangibles los procesos de innovación pública”.
“Entre los líderes del barrio escogimos este lugar porque ya estaba muy abandonado, le faltaba como amor. Y ahora con esta mano amiga, el parque quedó bellísimo. Ahora nuestra tarea es cuidarlo, el llamado es a la comunidad para que lo cuide, porque esto no se ve todos los días y esto es un regalo. Estamos muy agradecidos. Ojalá estos proyectos así se puedan hacer en todas las localidades” indicó Ana Mercedes Mora, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio El Paraíso.
El Mes del Espacio Público en Bogotá demostró que la colaboración y la innovación son herramientas poderosas para transformar los entornos urbanos y crear lugares que todos los ciudadanos puedan disfrutar y cuidar. Esta apuesta por la innovación social abierta es un paso significativo hacia la construcción de una ciudad más inclusiva y habitable para todos.