Por la fuerte devaluación del peso, se declaró desierta la licitación del cable aéreo de San Cristóbal en Bogotá

A las 9:00 a. m. de este viernes 21 de octubre se venció el plazo para recibir las ofertas que permitirían avanzar en la adjudicación del Cable Aéreo de San Cristóbal en Bogotá. Sin embargo, culminado dicho plazo, no se presentó ninguno de los dos oferentes europeos con capacidad técnica y experiencia para el desarrollo de esta modalidad de infraestructura y que inicialmente mostraron su interés. Por esta razón, la licitación fue declarada desierta.

De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), dentro de las causas que llevaron a los interesados a declinar su participación y que fueron expresadas por las dos empresas interesadas, se encuentra el riesgo cambiario.

A través de cartas enviadas al IDU, se indicó que: “el componente electromecánico de este tipo de proyectos es fabricado por proveedores europeos (…) y la situación macroeconómica mundial golpea el peso colombiano (…)”, teniendo como efecto que el presupuesto por la fuerte y rápida variación de estas monedas se haya visto afectado.

El director del IDU, Diego Sánchez, explicó que el Cable Aéreo San Cristóbal tiene un presupuesto estimado de $ 393.000 millones, incluyendo la interventoría y la compra de predios, y ya se había incrementado considerando factores como el incremento del precio del acero y un margen de fluctuación cambiaria.

“La comunidad de San Cristóbal puede tener la certeza de que sacaremos el proyecto del cable y la infraestructura del cuidado que incluye en sus estaciones adelante”, precisó el funcionario.

El Instituto considera necesario esperar un tiempo prudencial para retomar el proceso licitatorio. Según lo establece la ley, la entidad podrá abrir un proceso de selección abreviada, dentro de los 4 meses siguientes a la declaración desierta de la licitación, periodo en el cual se espera la situación macroeconómica se estabilice.

“La estabilidad cambiaria y macroeconómica es un bien público que todos debemos cuidar para sacar adelante estos importantes proyectos sociales y de infraestructura, que además generan empleos justos y verdes que necesita la ciudad y el país”, señaló la entidad.

El pasado 23 de septiembre, es decir, hace un mes, y luego recibir y responder alrededor de 642 observaciones a los prepliegos para la adjudicación del cable aéreo San Cristóbal, el Instituto de Desarrollo Urbano publicó los pliegos definitivos para avanzar en el proceso de adjudicación de este importante proyecto para la ciudad.

En la primera parte del proceso participaron 18 firmas interesadas en el proyecto, quienes enviaron las inquietudes y observaciones, que permitieron llegar a los pliegos finales.

El tiempo proyectado para la construcción total de la obra, que permitirá mejorar la movilidad de más de 400.000 personas, es de aproximadamente 30 meses, por lo que el Distrito esperaba que estuviera listo a mediados de 2025, pero ahora con este revés, los tiempos van a cambiar.

El cable tendrá 2,8 km de longitud y contará con tres estaciones, comenzando en el portal de TransMilenio del 20 de Julio; la segunda parada será en el sector de La Victoria, y el recorrido finalizará en el barrio Altamira, en total serán 17.800 m2 de espacio público.

En su momento, tras hacerse la publicación definitiva de los pliegos tipo, la alcaldesa Claudia López celebró el anuncio y dio a conocer la fecha en el que iniciarían las obras de construcción.

“Una maravillosa noticia para San Cristóbal. Abrimos la licitación para contratar este año y empezar a construir el primer trimestre de 2023, el segundo cable aéreo/eléctrico de Bogotá en esa localidad. Más movilidad digna, compartida y sostenible”, fueron las palabras de la mandataria local, pero ahora, luego de que la licitación fuera declarada desierta, todo cambia.

De hecho, tras lo sucedido, la alcaldesa López hizo un nuevo pronunciamiento: “Lamentamos que quedara desierta la licitación del cable de San Cristóbal por la incertidumbre cambiaria. Tenemos por Ley hasta 4 meses para volver a abrirla. La estabilidad cambiaria y macroeconómica es un bien público que debemos cuidar para sacar adelante estos proyectos y empleos”, dijo.

El cable aéreo San Cristóbal hace parte de los proyectos del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) 2022–2035. Contará con 144 cabinas, tres estaciones y 10.000 metros cuadrados de espacio público. Movilizará a 4.000 pasajeros/hora/sentido en un tiempo estimado de 10 minutos por cada recorrido.