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Sicariato en Bogotá: un hombre de 55 años y su hijo de solo 14 fueron asesinados por pistoleros en plena vía

Se trata de un abogado que a esa hora llevaba a su hijo al colegio.

Redacción Nación
26 de octubre de 2023
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta | Foto: Redes sociales

Un nuevo episodio de violencia sacudió la ciudad de Bogotá en la mañana de hoy, cuando un hombre de 55 años identificado como Carlos Ernesto Gaviria perdió la vida en un ataque sicarial mientras conducía su automóvil por la calle 183. Trágicamente, su hijo de 14 años, quien lo acompañaba en el vehículo, también perdió la vida, aparentemente a causa de un infarto provocado por el impactante evento.

El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 a. m. en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta en el semáforo de la carrera novena con calle 183. Los sicarios dispararon al menos siete veces contra el automóvil, hiriendo gravemente a Gaviria.

El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 a. m. en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta | Foto: Redes sociales

El joven de 14 años, presuntamente impactado por al menos una bala, falleció en el interior del vehículo, víctima de un infarto que habría sido provocado por la terrible situación de la que fue testigo. Las autoridades locales, incluyendo el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Bogotá y unidades de la Policía Metropolitana de Bogotá, respondieron inmediatamente a la escena del crimen.

La comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Sandra Hernández, ordenó la implementación de un plan candado en toda la ciudad con el fin de ubicar a los dos responsables del doble sicariato. Además, se ha autorizado la entrega de una recompensa de hasta diez millones de pesos para aquella persona que proporcione información valiosa que conduzca al arresto de los presuntos autores materiales de este crimen.

La víctima, Carlos Ernesto Gaviria, era un hombre de 55 años de edad y abogado de profesión. Se encontraba conduciendo un vehículo de lujo, un BMW de placas DDU 187, en el momento del ataque. Hasta el momento, el móvil del crimen no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades, y las investigaciones están en curso.

El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 a. m. en el norte de la ciudad, cuando el vehículo de Gaviria fue interceptado por dos hombres a bordo de una motocicleta. | Foto: Redes sociales

El hombre no tenía antecedentes penales ni deudas pendientes con la justicia, pero había estado involucrado en un proceso legal previo. Fue demandado por un tercero debido al incumplimiento de un laudo arbitral relacionado con la compraventa de acciones por un valor superior a 159 millones de pesos. Este proceso legal se llevó a cabo de manera irregular, lo que llevó a Gaviria a presentar una denuncia penal contra la jueza que lo había embargado.

Además, se ha revelado que Carlos Ernesto Gaviria presentó una demanda contra la Sala Civil del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Bogotá en enero de este año. Su nombre también aparece en comunicaciones relacionadas con un proceso de conciliación por una denuncia de convivencia que fue cerrado por el inspector 11 de Policía en diciembre de 2022.

A medida que las autoridades avanzan en la investigación de este trágico incidente de sicariato, la ciudad de Bogotá se enfrenta a la dolorosa realidad de la violencia armada que sigue cobrando vidas en sus calles. La pérdida de un padre y su hijo, además de las incógnitas en torno a los motivos del ataque, plantea un sombrío recordatorio de los desafíos de seguridad que persisten en la capital colombiana.