Enfoque
Visa para un sueño: Paula Durán, colombiana que lucha contra un cáncer terminal, recibirá la visita de sus padres
La Embajada de Estados Unidos les dio el visto bueno y ahora comienzan una cruzada para recoger fondos y hacer el desplazamiento a California, donde vive Paula Durán.
Gloria Camargo estaba hecha un manojo de nervios cuando ingresó a la sede de la delegación diplomática en Bogotá. Apretó el pasaporte en su mano derecha, y con la otra, tomó a su esposo, Ever, y entraron a la cita más importante de sus vidas.
Mientras Paula Durán libra una batalla sin cuartel contra la muerte en Concorde, california, víctima de un cáncer terminal, sus padres siguen haciendo hasta lo imposible para correr a verla, y por eso, con la ayuda de una experta, presentaron su solicitud de visa para viajar cuanto antes a abrazarla.
“Hicimos una solicitud de visa de turismo como cualquiera de nosotros la puede hacer, para que ella bajo su dolor de mamá pudiera mostrarles a ellos que ella quiere entrar a Estados Unidos de manera legal, que sabe que necesitaba un proceso y que va a hacer un uso correcto de su visa”, explica Pamela Monroy, quien los asesoró paso a paso desde la recolección de los documentos hasta dándoles consejos para su entrevista con el funcionario que los atendería.
Pasaron 57 eternos minutos hasta que Gloria y Eder salieron de nuevo a la calle con una sonrisa que desató el júbilo: “Visa aprobada”, gritaron ambos mientras que ella explicaba que, pese a que los funcionarios de la Embajada les prestaron una ayuda invaluable, los nervios la traicionaban por momentos.
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“Fuerte, fuerte, me ´preguntaron de todo, nos preguntaron de todo, tuvimos que pasar documentación, pero Dios nos envió un ángel y esa niña que nos entrevistó tiene tiene un corazón muy bueno, y nos ayudó y nos dijo: “Hay cosas que tengo pasar, solamente porque entiendo la situación de ustedes, voy a confiar en ustedes, porque no todo está claro, pero voy a confiar en ustedes y nos otorgó la visa”, confesó en medo de lágrimas
Con la primera tarea hecha, le apuesta ahora a poder ver a sus muchacha y estrecharla entre sus brazos cuanto antes: “Yo lo único que quiero es llegar y abrazar a mi hija; He pasado por todas las pruebas, Dios me ha guiado por el camino con un solo propósito que estar con mi hija, es lo único que quiero”.
Ever, el padre de Paula, tampoco pudo ahorrar la emoción y tiene claro que dentro de dos días cuando reciban la visa formalmente, comenzará el conteo regresivo del primer día del resto de sus vidas, porque está convencido de que su muchacha está muy lejos de partir de este mundo.
“Decirle que la amo, va a ser algo impresionante: sabemos que nosotros la vamos a levantar, nosotros vamos a ser su fortaleza para que siga luchando, porque los médicos lo que dijeron yo sé que no va a ser así. ella nos va a durar mucho tiempo”, aseguró visiblemente conmocionado por la felicidad.
Pero viene ahora una tarea igual de compleja. Mientras aguardan la entrega de sus pasaportes visados, comenzaron a recoger fondos para poder financiar la compra de los pasajes hasta California, que cuestan $ 10 millones y algo más de dinero para su manutención y la ayuda de su hija. Por eso, esperan que miles de colombianos los apoyen, con donaciones en la cuenta de ahorros de Gloria, quien asegura que “a mí me da pena decirlo, no hubiera querido que fuera así pero los necesitamos de verdad”.
El llamado también lo reiteró Saray Robayo, Representante a la Cámara, quien hizo las veces de madrina y se apersonó de un caso que ha causado conmoción nacional. “Por eso a Colombia le pido que nos unamos en oración por la recuperación de ella, y para que esta familia se una en estos momentos que vivimos: Necesitamos seguir recogiendo fondos, recoger un granito de arena para que esta familia esté en buen estado en California, y también para todos los cuidados que Paula merece”, aseguró la parlamentaria.
Por ahora, Gloria y Ever están que no caben de la dicha, soñando con ver a sus nietos y contando las horas para salir por primera vez del país, rumbo a ese encuentro que el destino ha decidido que sea amargo y dulce.