Nación
Con una mujer muerta terminó trágica fiesta de amigas en Bucaramanga, ¿cuál es la historia?
Una persona conocida como La Diabla fue capturada por las autoridades.
La víctima fue identificada como Carmen Sofía Acevedo Arciniegas y recibió varias heridas con arma blanca por lo que falleció cuando recibía atención médica en el Hospital Universitario de Santander, hasta donde fue trasladada. En este mismo lugar se recupera su acompañante y presunta agresora.
La información preliminar que manejan las autoridades es que las amigas departieron por varias horas y consumieron bebidas embriagantes en este local ubicado en el centro de la capital santandereana, pero de un momento a otro empezaron a discutir y sacaron armas cortopunzantes con las que se agredieron. Otras versiones indican que no se registró ninguna riña.
Por este caso una persona conocida como La Diabla fue capturada por las autoridades, quienes avanzan con la investigación escuchando versiones de testigos y verificando las cámaras de seguridad de la zona.
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Tragedia en Bucaramanga
Un nuevo hecho de violencia contra la mujer se presentó en la ciudad de Bucaramanga (Santander), donde el martes 27 de diciembre un hombre asesinó a su excompañera sentimental al interior de un establecimiento comercial y luego se disparó él. El agresor se debate entre la vida y la muerte.
Hacia las 11:30 a.m., el homicida llegó a un edificio ubicado en la calle 34 entre carreras 13 y 14, zona céntrica de la capital santandereana, e ingresó simulando ser un cliente, por lo cual no levantó sospechas. En este lugar funciona un hotel y varios locales comerciales.
El sujeto, según el reporte de las autoridades, subió al segundo piso y ubicó el local donde se encontraba laborando su expareja sentimental. Tan pronto vio a la mujer, cuya identidad no ha sido revelada, comenzó a discutir con ella y en medio del alegato, desenfundó un arma de fuego.
Ante la violenta situación, los testigos alertaron a las autoridades e intentaron intervenir, pero el agresor los amenazó con dispararles. En cuestión de segundos, puso el arma hacia su expareja y le disparó en repetidas ocasiones hasta dejarla sin vida.
Luego, apuntó hacia su cabeza y se propinó un disparo con el propósito de acabar también con su propia vida; el hombre quedó agonizante, con la existencia pendiendo de un hilo. Minutos después, uniformados de la Policía arribaron al lugar y lo trasladaron en una patrulla hasta el Hospital Universitario de Santander (HUS), donde fue ingresado a cirugía y permanece en estado crítico, bajo pronóstico reservado.
“Un hombre ingresó al segundo piso del Hotel Sevilla Plaza, en donde funciona un local de venta de elementos para el hogar. Allí se encontró con quien sería su expareja y comenzaron a discutir, posteriormente sacó un arma de fuego y le disparó en reiteradas ocasiones a la mujer. Luego se agredió él mismo”, dijo el coronel José Óscar Jaramillo, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Personal de la seccional de Investigación Criminal, Sijín, se encargó de realizar el levantamiento del cuerpo y trasladarlo hacia la morgue de Medicina Legal, para los respectivos análisis forenses. “Este tipo de hechos deja familias destruidas, es una escena donde se observa a los familiares muy tristes, compañeros de trabajo demasiado conmocionados”, agregó el coronel Jaramillo.
La pareja, según se conoció, llevaba muy poco tiempo de separados y habían discutido con anterioridad porque el hombre no aceptaba la ruptura, por lo cual se presume que este habría planeado el ataque con antelación.
De otro lado momentos de pánico vivieron los residentes del barrio Villa Rosa, ubicado al norte de Bucaramanga, luego de escuchar una ráfaga de balas en horas de la noche del pasado 27 de diciembre.
Tal parece que Anderson Javier Ortiz Castro habría recibido una amenaza un día antes de su homicidio por parte de unos sujetos, quienes supuestamente le advirtieron a su madre que tendría 24 horas para “desaparecer” o de lo contrario asumiría las consecuencias.
Sin embargo, este hombre de 31 años, hizo caso omiso y mientras muy tranquilamente departía en su casa sobre las 9:30 p. m., los mismos pistoleros de la noche anterior, irrumpieron su casa y sin mediar palabra desenfundaron su arma de fuego indiscriminadamente contra él.
La víctima quedó tendida en el suelo tras recibir 13 impactos de bala en todo su cuerpo, mientras los delincuentes en su afán de huir del lugar se toparon con la madre de Anderson que entró rápidamente a la residencia tras escuchar los disparos.