NACIÓN
En Santander, 30 pacientes han recibido trasplantes de corazón artificial; así es el proceso
Una persona con este tipo de corazón no presenta pulso.
Cuando Carlos Reyes García tenía 30 años, los problemas de salud comenzaron a presentarse en su vida; sudoración excesiva, insomnio y taquicardias fueron las señales que le indicaron que algo no estaba bien, por ello tuvo que visitar a su médico.
Tras ser sometido a rigurosos análisis, le diagnosticaron acromegalia, un trastorno hormonal que se padece cuando la glándula pituitaria (ubicada en la base del cerebro) produce gran cantidad de hormona de crecimiento durante la edad adulta y provoca un gigantismo en los huesos, manos, pies, cara, e incluso, en otras partes del cuerpo.
La estatura de Reyes García alcanza un metro con 91 centímetros, es decir, mayor a la del colombiano promedio (1.72). Ante el preocupante panorama, Carlos Reyes tuvo que iniciar un riguroso tratamiento médico; sin embargo, la respuesta a este no fue positiva y algunos síntomas empeoraron.
En 2022, cuando Carlos Reyes tenía 34 años, una nueva enfermedad se sumó a su historia médica. Le diagnosticaron miocardiopatía dilatada (una grave falla cardíaca que vuelve el músculo cardíaco débil). Este hombre tenía poco tiempo de vida si no se atendía rápidamente.
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En otras palabras, Reyes García necesitaba un corazón nuevo para seguir viviendo, sin embargo, recibir esta donación puede tardar años o en ocasiones ni siquiera llega. Ante este situación y con el tiempo en su contra, Carlos Reyes fue remitido al Instituto Cardiovascular del Hospital Internacional de Colombia (HIC) para encontrar soluciones.
Aunque era vital trasplantarle un corazón, encontrar un donante con un corazón del tamaño requerido por él era imposible; esto sumado al estado de salud en el que se encontraba Carlos dificultó el proceso y puso en aprietos tanto a los especialistas como al mismo paciente.
“Para encontrar un donante como el que Carlos requería, era necesario que esa persona pesara, por lo menos, 110 Kg y midiera más de 1.85. En Colombia personas así hay muy pocas, era muy difícil encontrar un donante con estas características”, contó el doctor Leonardo Salazar Rojas, director del programa de ECMO y corazón artificial del HIC, y quien acompaña el proceso de Reyes García.
Sólo quedaba una opción, y era implantarle un corazón artificial, un HeartMate III. Sin pensarlo dos veces Carlos Reyes aceptó, los médicos prepararon todo y el procedimiento realizado el pasado jueves 2 de marzo fue todo un éxito.
“Soy el paciente número 30 que recibe un implante de corazón artificial, desde la cirugía mi evolución ha sido positiva; ya puedo caminar, hablar y me siento cada vez mejor. Esto es para mí una segunda oportunidad y solo tengo gratitud para todos los que me acompañaron en este proceso: mi familia, los médicos, el grupo de auxiliares… todos serán bendecidos por Dios”, expresó Reyes García.
Hoy, Carlos continúa con su recuperación y está a pocos días de volver a casa. Por ahora, está aprendiendo a conocer su nuevo corazón, a manejar las fuentes de energía, sus cuidados y el proceso adecuado para recuperar su peso, fuerza y demás habilidades que fue perdiendo a causa de su enfermedad.
¿Cómo funciona el HeartMate III?
El HeartMate III bombea hasta 10 litros de sangre por minuto, pero no trabaja solo. Los pacientes con este implante llevan siempre a la mano un controlador externo que está conectado por una línea de transmisión; este incluye un regulador y dos baterías recargables que pueden durar hasta 12 horas. Dicho elemento (una caja pequeña con pantalla) va mostrando el desempeño del corazón artificial y ayuda al paciente a ver cómo está funcionando su implante.
En los últimos meses, se han implantado cuatro dispositivos HeartMate III en el Instituto Cardiovascular del HIC y se estima que, por año, se pueden realizar hasta nueve intervenciones de este tipo. El primer corazón artificial de este tipo lo recibió en abril del 2014 Cielo González, una mujer de 56 años de edad, quien entonces padecía una falla cardíaca terminal.
“Somos el centro más grande de implante de corazón artificial que existe en Suramérica y el único que está reconocido como un centro de excelencia por la Joint Comission international (JCI). Esto nos ha permitido crecer en equipo, entrenar gente, y sobre todo tener el privilegio de atender a estos pacientes, de acompañarlos y de ayudarlos”, agregó el doctor Salazar Rojas.
Vale precisar que un paciente con este implante no presenta pulso, los latidos no se escuchan como los de un corazón normal, sino que realiza un sonido similar al de una turbina. Debe llevar a todas partes una caja digital que monitorea sus latidos y el estado de su dispositivo implantado; cada noche, el paciente debe conectar su HeartMate III a una fuente de energía para mantener su corazón en funcionamiento.