“Es colombiano y no es asesino”: la defensa a uno de los hombres señalados de masacre en Santander

Las autoridades avanzan en las investigaciones de la masacre registrada el pasado fin de semana en el municipio de Landázuri, Santander, donde fueron asesinados cuatro integrantes de una misma familia y posteriormente la comunidad linchó a sus agresores.

Según las primeras versiones de la comunidad, los cinco agresores, que fueron acribillados por ser los presuntos responsables de este crimen, eran de nacionalidad venezolana. Sin embargo, el Instituto de Medicina Legal ya pudo identificar a dos de ellos.

De acuerdo con la autoridad competente, Deiker Guillermo Chacón Rico, quien si es extranjero, presentó una herida por arma de fuego. Mientras que el otro cuerpo pertenece al ciudadano Reiner Marín Carvajal, de 36 años, oriundo de Santa Marta, el cual presentó dos heridas por arma de fuego.

Ante esta situación, la hermana de este último, Andrea Marín, reprochó la acusación de la comunidad que le hacen a Reiner y recalcó que su familiar no era un asesino.

“Supuestamente, es venezolano, no es venezolano y tampoco es asesino de esa familia. Hay muchas versiones y por eso es que estoy aquí, porque mi hermano era la mano derecha del profesor, se supone que si lo mató la comunidad, ¿por qué tenía tiro de gracia?, que lo maten con cuchillo y golpes, pero él no tiene golpes”, señaló la mujer a las afuera de Medicina Legal en Bucaramanga.

Por otro lado, cabe mencionar que el gobernador de Santander, Mauricio Aguilar Hurtado, anunció en sus redes sociales que fue capturada una de las personas presuntamente implicadas en esta masacre.

“Gracias al apoyo oportuno de la comunidad fue entregado a la fuerza pública William Trejos, uno de los presuntos responsables del múltiple homicidio ocurrido este domingo en Landázuri. Que caiga todo el peso de la ley a los autores de tan atroz hecho”, trinó el mandatario.

Trejos es conocido bajo el alias de El Negro. De acuerdo con información preliminar, es un migrante que se alojaba en la residencia donde ocurrió la tragedia.

De acuerdo con las primeras versiones, la masacre comenzó sobre las 3:00 a. m. al interior de una vivienda de la vereda Buenos Aires, ubicada en el corregimiento Plan de Armas. Allí vivía un profesor identificado como Álvaro Díaz Pineda.

Todo indica que, al parecer, cinco extranjeros llegaron hasta ese lugar para cobrarle un dinero que habría obtenido producto de un negocio realizado días atrás. El educador se habría negado a la petición y los agresores comenzaron a torturarlo, e hicieron lo mismo con su esposa y sus dos hijos. De acuerdo con el reporte, a todos los apuñalaron letalmente. Posteriormente, les prendieron fuego a los cuerpos para tratar de borrar las evidencias.

En la casa también se encontraba una empleada, identificada como Natalia Calle, quien resultó lesionada en medio de la confrontación, pero alcanzó a salir para avisarle a los vecinos. Según se conoció, justo cuando los cinco criminales emprendían la huida, una turba enfurecida los retuvo y los asesinaron.

“La gente se tomó a la fuerza de la mano propia y pues acabó con la vida de los cinco asesinos que causaron esta tragedia. Hasta el momento, hay uno que no lo han encontrado, pero por información de la misma comunidad se dice que está muerto”, aseveró en SEMANA Marlon Ballén, alcalde de Landázuri.

El mandatario detalló que la pieza clave para esclarecer este crimen sería la empleada, quien permanece hasta el momento bajo protección en el hospital de este municipio.

“Dentro de la hipótesis que se maneja es que el profesor iba a recibir un dinero producto de la venta de algunos viajes de carbón y había como un pleito entre ellos por el negocio de una moto y pues, al parecer, fue un hurto. Los venezolanos eran trabajadores del profesor y sabrían tal vez los movimientos de dinero que él hacía. Algunos hablan de que les habría prestado como 20 millones de pesos, pero por el momento todo es materia de investigación”, detalló el gobernante local.