Impresionante rescate: policías salvaron a dos hermanos de morir ahogados en el río de Oro

Más de 160 viviendas afectadas, colapso en el sistema de alcantarillado de varios sectores y el desbordamiento del río de Oro fueron algunas de las consecuencias del fuerte aguacero registrado la madrugada de este martes, 22 de agosto, en el área metropolitana de Bucaramanga.

Las situaciones más críticas se presentaron en los barrios Santa Cruz, Convivir, La Isla y Galán, del municipio de Girón. Allí, debido al taponamiento del alcantarillado, el nivel del agua alcanzó, aproximadamente, un metro de altura, por lo cual varias viviendas resultaron inundadas y las familias perdieron sus enseres.

Ante esta emergencia, los organismos de socorro y las autoridades se trasladaron hasta los diferentes sectores para establecer el balance de afectaciones y brindar ayuda a la comunidad. Precisamente, mientras un grupo de uniformados de la Policía adelantaba labores de limpiar y restaurar las áreas afectadas por la inundación, recibieron una nueva llamada de auxilio.

Desde el asentamiento humano Pizarro del barrio Galán, en Bucaramanga, reportaron la desaparición de dos niños de ocho años, tras ser arrastrados por la corriente del río de Oro. Los pequeños se encontraban en una orilla del afluente, al parecer, lavando un par de zapatos que estaban llenos de barro.

“Estábamos al mediodía en el almuerzo de olla comunitaria, aquí en el barrio, cuando escuchamos los gritos que a los niños se los llevó el río. Que supuestamente estaban lavando unas chancletas y se metieron mucho a la corriente, estaba crecido por las lluvias”, dijo a las autoridades un familiar de los menores de edad.

Al lugar de inmediato llegó Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres, Ponalsar, e iniciaron las labores de búsqueda con ayuda de la comunidad. Los niños fueron vistos un kilometro más abajo de donde se encontraban y, por fortuna, unas piedras impidieron que siguieran avanzando.

“La comunidad del sector del Cinco de Enero, el cual limita con el barrio Galán y el sector de Pizarro, nos generó una alerta temprana que nos permitió reaccionar de forma rápida. Los niños estaban siendo arrastrados por la corriente casi desde un kilómetro y alcanzamos a ubicarlos, unas piedras los detuvieron y ahí los rescatamos”, explicó la subintendente Lisseth Peña, integrante del grupo Ponalsar de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.

Una vez los hermanitos fueron sacados del agua, los uniformados les brindaron los primeros auxilios y lograron reanimarlos, posteriormente —en una carrera contra el tiempo— fueron llevados a un centro asistencial, donde se encuentran bajo observación médica con pronóstico reservado.

Tanto la familia de los niños como residentes del sector catalogaron este hecho como un “milagro”, toda vez que permanecieron durante varios minutos sumergidos en el agua, situación que pudo costarles la vida.

“Es un milagro que los niños estén vivos, los policías estaban con nosotros en la cancha y tan pronto escucharon los gritos de auxilio reaccionaron de forma inmediata, logrando que los niños pudieran seguir viviendo. Esto nos hace valorar más la vida, Dios le dio otra oportunidad a esos niños y también a todos los que vivimos a orillas del río”, expresó Robinson Villalba, residente del barrio el Galán.

Así mismo, las autoridades hicieron un llamado a la comunidad y en especial a los padres a no descuidar a los niños durante la temporada de lluvias, evitar acercarse a los ríos y quebradas cuando los caudales estén crecidos y extremar medidas de prevención.

“El llamado es a los padres para que no descuiden a sus hijos, estamos afrontando una emergencia y debemos estar muy alerta de los pequeños, que no se acerquen a las orillas de los ríos. Esperamos la evolución del menor que tiene las mayores complicaciones”, agregó la subintendente Peña.