Santander
Niña resultó herida en ataque sicarial contra un hombre en Barrancabermeja
La menor fue trasladada a un centro asistencial y su estado de salud es reservado.
La Policía confirmó que, luego del ataque sicarial registrado en una vivienda de Barrancarbermeja, resultaron heridos una menor de edad y un hombre de 33 años. El hecho ocurrió en la tarde del pasado jueves en el barrio Versalles.
De acuerdo con el coronel Edwin Libardo Nieto Escobar, comandante de la Policía Magdalena Medio, el ataque fue realizado por un sicario que disparó contra las víctimas, desde afuera de la vivienda que tenía la puerta abierta.
“Lamentamos profundamente este incidente que involucra a un adulto y a una menor. Estamos realizando todas las acciones necesarias para dar con el paradero del responsable de este atroz hecho y ponerlo a disposición de las autoridades competentes”, dijo el coronel.
Por su parte, las autoridades locales señalaron que las víctimas fueron trasladadas a un centro asistencial. Su pronóstico es reservado.
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Las autoridades de Santander han señalado su preocupación por estos hechos violentos, a los que se suma el supuesto plan para asesinar al alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán. Al parecer, el plan estaría justificado en la redada que él ha emprendido contra el narcotráfico y la extorsión. SEMANA tuvo acceso a las primeras pistas e hipótesis del expediente.
Todo comenzó cuando el Gaula interceptó unas comunicaciones al interior de la cárcel de Palogordo y, en medio del procedimiento, escuchó que varios hombres estaban diseñando un atentado en contra del mandatario local, entre los que se encontrarían exintegrantes de la guerrilla del ELN y del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Ese proyecto ya estaría dando los primeros pasos, pues se conoció que varios sujetos tendrían la misión de infiltrar el círculo cercano de Beltrán para lograr el objetivo. Los detectives dan cuenta de espías en la alcaldía y en la iglesia a la que él asiste con frecuencia: el Movimiento Evangelístico Camino a la Libertad.
La principal sospecha de los investigadores es que esto sería una retaliación por las medidas de seguridad que se han tomado en Bucaramanga, pues el narcotráfico y la extorsión han recibido fuertes golpes. Además, las instituciones han logrado desarticular varios grupos que tenían atormentada a la población civil con robos y homicidios.