NACIÓN
Por vencimiento de términos podría quedar en libertad docente que abusó de sus estudiantes en Bucaramanga
Las víctimas habrían sido amenazadas por la familia del procesado.
Una audiencia citada para este martes, 17 de enero, definirá si queda o no en libertad el profesor Juan Sebastián Gómez Rosas, acusado de presuntamente haber abusado sexualmente a sus estudiantes menores de 11 años, en la ciudad de Bucaramanga (Santander).
Gómez Rosas, quien se desempeñaba como docente de música y artes digitales, fue capturado el pasado 6 de noviembre de 2021, desde entonces permanece privado de la libertad en una cárcel de la capital santandereana. Sin embargo, ahora las víctimas temen que este hombre quede en libertad y el proceso en impunidad, toda vez que desde que se denunció el caso no ha avanzado.
“La defensa de este señor interpuso en audiencia preparatoria un recurso de apelación del auto que concedía las pruebas halladas, este recurso fue a la Sala Penal del Tribunal Superior de Bucaramanga a cargo del magistrado Jairo Mauricio Carvajal Beltrán, quien desde hace varios meses no ha dado respuesta a dicho recurso. Las víctimas de Gómez Rosas hacemos un llamado a la Rama Judicial para que haya celeridad y no impunidad”, dijo a SEMANA la hermana de uno de los niños afectados (de esta persona reservaremos su nombre por seguridad).
De acuerdo con la investigación adelantada por la Fiscalía, Juan Sebastián habría fundado Applicate, una escuela de tecnología, con la supuesta intención de enseñar artes digitales a estudiantes de prestigiosos colegios de Bucaramanga y niños de bajos recursos, a quienes al parecer engañaba diciéndoles que estaban subsidiados por parte de una fundación extranjera.
“Él seleccionaba a los estudiantes de su preferencia, les brindaba más atención que a los demás e incluso los invitaba a clases personalizadas para indagar más sobre sus vidas. A los niños les daba regalos hasta que los padres con el objetivo que ganarse la confianza de ellos y sus padres”, agregó la joven.
En medio de dichas clases, el docente “de acuerdo al relato de las víctimas, les imponía retos que los menores debían cumplir, los cuales terminaban en prácticas sexuales que eran grabadas”, explicó en su momento la Fiscalía.
El profesor fue capturado por funcionarios del CTI con el apoyo del Ejército en un conjunto residencial del sector de Provenza, en Bucaramanga. En medio del operativo le fue incautado material pornográfico guardado en dispositivos digitales hallados en su vivienda.
El crudo relato de las víctimas
Una vez seleccionaba a las víctimas, el docente al parecer las engañaba diciéndoles que una fundación artística española los iba a patrocinar y para ello debían cumplir con una serie de retos exigidos, que nada tenían que ver con artes digitales.
Los retos, según contaron las víctimas, se hacían por semanas: la primer semana les vendaba los ojos a los niños. Luego, les ponía un aparato bucal; en la tercera semana los ataba de pies y manos (repitiendo todo lo anterior). Una vez los menores de edad estaban inmovilizados, el profesor Gómez Rosas presuntamente los ponía a adivinar el sabor de algunas bebidas e incluso, presuntamente, se masturbada frente a ellos y los fluidos los echaba en sus bocas.
Todos estos vejámenes eran grabados por el mismo docente, quien al parecer luego vendía este material pornográfico en el mercado negro de internet.
“A algunos niños los amarraba sin camisa en papel vinipel transparente de pies a cabeza, a otros les exigía quitarse la ropa en el baño y salir vestidos con un pañal de bebé. Los amarraba con cadenas y los ponía a dar vueltas en círculos, él decía que nadie podía contar nada”, relató una familia afectada.
Los abusos fueron denunciados por una de las víctimas, un niño de 12 años, quien teniendo los ojos vendados fue obligado a lamer el miembro viril del señalado abusador. En medio de este acto, Gómez Rosas habría amenazado al pequeño con matarlo si llegaba a contar algo.
“El día de la captura, el papá del abusador nos amenazó diciendo que: ‘así tuviesen que vender todo que tenían, lo venderían con tal de destruirnos la vida y vernos bajo tierra’, luego se encargaron de venderle a los medios el caso como un supuesto montaje por temas pasionales, omitiendo todas las pruebas que hay”, contó.
Debido a las constantes amenazas de muerte, una de las familias afectadas tuvo que abandonar Santander e incluso el país. Ellos ahora piden que se haga justicia y este hombre no quede en libertad, pues estaría en peligro la vida tanto de ellos como de otros niños que podrían caer en manos de dicho abusador sexual.