El crimen ocurrió el 3 de enero de 2022.
El interno purgaba una condena por el delito de homicidio. | Foto: Getty Images/EyeEm

NACIÓN

Recluso murió por presunta sobredosis de estupefacientes en cárcel de Palogordo en Girón

Al parecer un familiar de la víctima le habría ingresado las sustancias al penal.

22 de agosto de 2022

Como David Mauricio Pérez Rey, de 30 años, fue identificado el hombre que perdió la vida en las últimas horas a causa, presuntamente, de una sobredosis de alucinógenos, al interior de la cárcel de alta seguridad de Palogordo, en Girón (Santander).

El hecho se habría presentado este domingo después de la jornada de visitas, en la cual al parecer la compañera sentimental le entregó las sustancias encapsuladas; luego de presuntamente ingresarlas al penal camufladas en sus partes íntimas.

Tras ingerir la sustancia, hasta el momento desconocida, David Mauricio habría empezado a convulsionar por lo cual fue atendido de forma inmediata en la enfermería de la cárcel, donde fue sometido a labores de reanimación y después tuvo que ser llevado al Hospital Universitario de Santander (HUS), donde finalmente los galenos confirmaron el fallecimiento.

“Esto es producto del hacinamiento carcelario y la falta de personal para custodiar a tantos internos, entonces esto hace que dentro de los patios haya venta de todo. Sin embargo, el problema está en cómo entra la droga al penal. En este caso al muchacho se le fue la mano en lo que estaba consumiendo”, explicó Hernando Mantilla, defensor de los derechos carcelarios de Santander.

Según se pudo establecer, David Pérez estaba purgando una condena de 22 años y 4 meses por el delito de homicidio agravado, la cual le fue impuesta en 2014 tras ser hallado culpable de la muerte de Jesús Pabón Ojeda, un comerciante de la ciudad de Cúcuta, a quien le habría disparado en repetidas oportunidades cuando se movilizaba por la trasversal 17 con calle 3 del barrio Los Alpes.

El cuerpo de David Mauricio, quien era oriundo de Cúcuta, fue trasladado hacia la morgue de Medicina Legal de Bucaramanga, donde los forenses dictaminarán la causa real del fallecimiento y posteriormente el cuerpo será entregado a sus familiares.

Hacinamiento carcelario

De acuerdo con el defensor de los derechos carcelarios de Santander, Hernando Mantilla, el hacinamiento carcelario sería la base de todos los problemas que se presentan al interior de los penales y estaciones de policía del área metropolitana de Bucaramanga. Adicional a esto, algunos guardias del Inpec se estarían prestando para, también, ayudar a ingresar los estupefacientes a las cárceles.

“En este problema de las drogas tienen mucho que ver los guardianes, hay casos que se descubren, pero otros no. También existen familiares, sobre todo las mujeres, que camuflan de todo en su cuerpo y logran burlar los controles de seguridad”, sostuvo Mantilla.

El hacinamiento en la cárcel Palogordo presenta una variación bastante confusa, pues a nivel general se reporta del 8 % negativo, es decir, “aparentemente no hay hacinamiento, por el contario hay más cupos que población. Sin embargo, si se mira patio por patio se puede encontrar que algunos tienen el 200 % de hacinamiento y otros en los que sobra espacio. Todas estas cifras son un espejismo”, afirmó el defensor.

Los bajos niveles de las cifras de hacinamiento en las cárceles de Santander, al parecer, sería producto de que el hacinamiento se “trasladó hacia las estaciones de policía del área metropolitana de Bucaramanga”, donde actualmente hay ocho estaciones de Policía, las cuales tienen una capacidad para 87 personas privadas; sin embargo, a la fecha se presenta un hacinamiento del 844 %. Mientras que, específicamente, en la Ciudad Bonita la capacidad es de 42 reclusos y el hacinamiento supera el 1.100 %.