NACIÓN
Toda una hazaña: así fue el reemplazo de cadera a un ecuatoriano en Bucaramanga
Las piezas artificiales van a la medida del hueso y la articulación afectada.
Hace 11 años, la vida de José Vicente Endara, un ecuatoriano, cambió tras ser diagnosticado con artrosis, una enfermedad que impacta directamente al cartílago, generando un fuerte dolor e impidiendo la movilidad. En el caso de José Vicente, el dolor se presentaba en la cadera y la pierna derecha.
Desde aquel momento, cuando el ortopedista en su natal Guayaquil le diagnosticó la enfermedad, la vida de José Vicente se convirtió en un martirio. Actividades tan sencillas como amarrar los cordones de los zapatos, ir al baño o quitarse la ropa se convirtieron en todo un reto muy doloroso para él.
“No fue fácil. Primero, visité por lo menos cinco médicos más para encontrar otra solución, pero todos llegaban a la misma conclusión: era necesario realizar un reemplazo de cadera. Después de pasar largos 11 y dolorosos años con una calidad de vida realmente terrible, decidí operarme”, cuenta el ecuatoriano.
Una vez tomada la decisión, en medio del temor, el siguiente paso era buscar cuál era mejor hospital para realizar el delicado procedimiento. Así fue como apareció Santander, lugar donde la historia de dolor de José Vicente nuevamente cambió.
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“El seguro médico hizo un research (búsqueda) desde Ecuador para ver las mejores posibilidades de la región y ahí fue que me dieron la opción del Hospital Internacional de Colombia (HIC), con el Dr. Luis Alberto Salazar”, afirmó Endara.
José Vicente se embarcó en un vuelo con destino a Colombia y después de 832 kilómetros llegó al país; durante cinco días, fue sometido a un riguroso procedimiento de preparación. Aunque sabía que cada vez estaba más cerca de cambiar su vida, los nervios se apoderaron de él. “Me temblaba hasta la quijada y llegué a pensar incluso en regresarme”, indicó.
Tras recibir la confianza que necesitaba, el procedimiento quirúrgico fue realizado en el HIC. Luego de salir del quirófano inició, como él dice, una segunda oportunidad de vida que ahora aprovecha al máximo con sus seres queridos.
“En este momento siento como si hubiese vuelto a vivir. Es volver a tener una vida sin dolor y feliz de saber que puedo hacer nuevamente las cosas que antes no, como caminar. Vivir con dolor, no es vivir”, expresó.
Así es un reemplazo de cadera
La artrosis es una enfermedad degenerativa que, por lo general, afecta a adultos mayores. Al tener esa condición (degenerativa) se hace necesario e indispensable realizar la intervención, este reemplazo de cadera, para mejorar la calidad de vida del paciente.
“El objetivo de este reemplazo articular es que se vaya el dolor y mejore la calidad de vida del paciente. Cuando se toma la decisión de realizar un reemplazo de cadera, es porque ya llegó a su estado más terminal de daño que no le permite una vida confortable”, dice Luis Alberto Salazar, ortopedista del Hospital Internacional de Colombia.
La cirugía, que puede tardar de dos a tres horas, consiste en el implante de una prótesis que va a la medida de la articulación afectada. El cirujano retira el cartílago y el hueso de la articulación de la cadera que están lesionados y los reemplaza con piezas nuevas artificiales. Estos elementos son elaborados en diversos materiales que pueden ser titanio, cromo-cobalto y hasta cerámica.
“Se prueban los componentes antes de instalar los definitivos y cuando uno está seguro de que tienen una buena función y que la cadera es estable, se implantan los elementos definitivos”, afirma Salazar.
Para la recuperación, los pacientes pueden tardar entre tres y cuatro semanas para estar en condiciones de salir a caminar sin ningún tipo de ayuda, a menos de que padezcan alguna comorbilidad o tengan dependencia a elementos como bastones o caminadoras para su movilidad, según manifiesta el ortopedista.
La actividad física también es parte de su proceso de recuperación y rehabilitación. “Es mandatorio que se hagan ejercicios para activar la musculatura y mejorar la parte circulatoria, de tal forma que el paciente recupere la funcionalidad y sea capaz de su autocuidado y reincorporación laboral”.