Así es como un joven colombiano restaura un ecosistema único de agua en el páramo del Almorzadero, en Santander

El viernes, 2 de junio, se conmemora el Día Mundial de las Turberas, ecosistemas que controlan el abastecimiento de agua, previenen inundaciones y sequías; además, son fuente de alimento y combustible, y albergan especies poco comunes de fauna y flora.

Sin embargo, estos paisajes son degradados por actividades humanas como la agricultura y la minería, impactando negativamente la biodiversidad, el bienestar de comunidades, pueblos y ciudades vecinas, y el potencial de mitigación del cambio climático, según señala el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

En Colombia, el joven ecólogo David Santiago Rocha Cárdenas desarrolla un proyecto denominado ‘Turberas para el futuro’, el cual está enfocado en restaurar turberas en el páramo de Almorzadero, un ecosistema único ubicado en el departamento de Santander, en la cordillera Oriental de los Andes.

David, quien forma parte del Restoration Stewards apoyados en 2023 por el Global Landscapes Forum, estudiará junto a su equipo el impacto de las turberas en las emisiones de metano y dióxido de carbono, contribuirá al empoderamiento y sensibilización de la comunidad, y buscará ampliar el impacto del proyecto a través de estrategias como la venta de bonos de carbono.

Este joven tolimense, que de pequeño dio por sentado el agua que recibía en su casa desde el páramo, se enamoró de este paisaje en la universidad y ahora se propone ser su guardián. Además, forma parte del Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Climático (LECC) desde hace seis años en la Pontificia Universidad Javeriana. LECC estudia el potencial de los ecosistemas en la mitigación del cambio climático.

“Son las turberas en los páramos las que causan que se tenga la posibilidad de generar tanta agua, pero las estamos destruyendo porque las desconocemos, por eso con la comunidad del Almorzadero estamos trabajando para que comprendan el valor de los servicios ecosistémicos y las conservemos. Es la primera vez en Colombia que se trabaja en restauración de turberas de alta montaña”, señaló Rocha Cárdenas en entrevista a SEMANA.

Específicamente este páramo de Almorzadero tiene muchas turberas, pero están muy degradadas y es por ello que se trabajará con la comunidad de la zona para que sean ellos quienes aprendan a conservarlas, debido a que el mayor problema es que el ganado que anda por todo este ecosistema estaba afectando los humedales.

“Los campesinos ya hicieron su primera acción y fue aislar las turberas, donde hicieron una reja alrededor para que las cabritas no se pudieran meter, entonces mi trabajo se base en orientarlos de cómo restaurar para que vuelvan a hacer las turberas que eran al inicio y les vuelven a producir agua, debido a que ellos se estaban quedando sin agua porque las cabritas les estaban dañando las turberas”, mencionó el ecólogo.

Así las cosas, este proyecto tiene como objetivo restaurar tres hectáreas de turberas, las cuales son su hidrología y cobertura vegetal, empoderando a la comunidad para contribuir a la mitigación y adaptación climática.

“Somos pocos jóvenes los que le hemos metido la mano a turberas acá en Colombia. Es un ecosistema desconocido, desprotegido por el simple hecho de que no es reconocido ni tiene una definición, estaba ahí pronto a desaparecer, por eso mostramos hoy este proyecto estratégico”, puntualizó David Rocha a SEMANA.