testimonio
Yuk Yin, el chino que fue operado en Bucaramanga y ahora vive con una turbina en el pecho
El HeartMate III bombea hasta 10 litros de sangre por minuto y puede durar hasta 12 horas continuas en funcionamiento.
En el 2021, cuando Yuk Yin Hau Fun tenía 52 años, el corazón le comenzó a fallar; se contagió de covid-19, el virus que nació precisamente en su natal China. Desde entonces, él y su familia comenzaron a batallar para ganarle la pelea a la muerte, porque él aún tenía mucho por vivir y no estaba dispuesto a rendirse.
El primer round lo ganaron. Yuk Yin superó la enfermedad respiratoria. Sin embargo, la felicidad no duró mucho tiempo y las secuelas del virus aparecieron. Hau Fun, como se apellida el hombre, fue diagnosticado con una enfermedad coronaria llamada cardiopatía cardíaca, tipo cardiopatía isquémica (obstrucción parcial o total de las arterias que suministran sangre al músculo del corazón).
El panorama médico no era alentador, la falla era severa y empeoraba rápidamente, por lo cual fue sometido a una primera cirugía.
“Mi padre tuvo su tercer evento cardíaco después de tener covid en el 2021, meses después empezó con síntomas, secuelas de corazón y ahí fue donde empezó a tener una terapia refractaria. Estuvo tres meses hospitalizado, los tres primeros meses del 2022; aunque salió del hospital, en julio no tenía muchas más opciones para salvarse, solo había una salida y era un trasplante de corazón, pero no tenía el tiempo para otros estudios”, cuenta Daniel Hau NG, hijo de Yuk Yin.
Yuk Yin Hau Fun, su esposa e hijos residen en Panamá; allí fue diagnosticado con la enfermedad, pero en ese país agotaron todos los recursos y los tratamientos no resultaban efectivos. El tiempo también se iba agotando, con el pasar de los días la presión era mayor y el daño en el corazón de Hau Fun también.
Ante esta situación, Daniel Hau NG, el hijo de Yuk Yin, comenzó a buscar dónde podían salvar la vida de su padre y la búsqueda dio resultados, de paso, una pequeña esperanza. En ese momento, Colombia apareció como el país con el mejor tratamiento para la cardiopatía cardíaca.
“Empezamos a buscar una fundación con respecto al corazón en Panamá, y lo primero que salió fue este nombre, Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV). El pronóstico no era bueno, pero empezamos a confiar; los médicos tampoco tenían mucha certeza de lo que iba a pasar, pero era la única opción y salió bien”, agregó Daniel.
La llegada a Colombia
Sin pensarlo dos veces, esta familia china empacó maletas y subió a un avión rumbo a Colombia, 734 kilómetros (aproximadamente) después aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Palonegro, en el municipio de Lebrija. Desde allí tomaron un taxi hacia la FCV, ubicada en la vía que comunica a Floridablanca con Piedecuesta.
Allí los recibió el doctor Leonardo Salazar, director del Programa de Corazón Artificial del Hospital Internacional de Colombia (HIC). Aunque no fue fácil, en ese momento comenzó el segundo tiempo en esta ‘carrera contra la muerte’.
La salud de Yuk Yin Hau Fun era muy inestable, tuvo que ser sometido a procedimientos complejos para poder ser estabilizado.
El doctor Salazar cuenta que no solo su corazón estaba funcionando mal, también otros órganos vitales estaban en precarias condiciones, estaba muy delgado y desnutrido (pesaba menos de 40 kilos).
“Yo he tenido pacientes muy difíciles, desde el punto de vista médico muy desafiantes y muy complejos. Pero, de todos los pacientes que yo he tenido, el paciente más complejo y difícil a tratar médicamente ha sido el señor Yuk, por el estado de debilidad con la que llegó. Fue necesario irle poniendo aparatos que iban ayudando a funcionar su corazón para conseguir que tuviera la fortaleza física para resistir la cirugía del implante del corazón artificial”, explicó el especialista.
El nuevo corazón
En noviembre de 2022, Hau Fun ya estaba estable, había recuperado peso y, lo más importante, estaba listo para recibir su nuevo corazón, uno artificial. El lunes 21 de noviembre Yuk Yin ingresó al quirófano y luego de varias horas salió Heartmate III en su pecho.
“Él tiene implantado en su pecho una turbina de titanio con un motor que hace levitar esta turbina magnéticamente, esta turbina gira a una velocidad de 5.600 revoluciones por minuto y está bombeando la sangre por el cuerpo. Entonces, ya su corazón no es el que se encarga de bombear la sangre por el cuerpo, sino esta turbina de titanio, que es un corazón artificial”, detalla el doctor Salazar.
El HeartMate III bombea hasta 10 litros de sangre por minuto, pero no trabaja solo. Yuk Yin lleva siempre a la mano un controlador externo que está conectado por una línea de transmisión; este incluye un regulador y dos baterías recargables que pueden durar hasta 12 horas. Dicho elemento (una caja pequeña con pantalla) va mostrando el desempeño del corazón artificial y ayuda al paciente a ver cómo está funcionando su implante.
El Instituto Cardiovascular del HIC es pionero en implantes de corazón artificial en Suramérica y el mejor de América Latina. Pacientes originarios de países como Canadá, Venezuela, Ucrania, República Dominicana y China han recibido procedimientos de este tipo y hoy viven un nuevo episodio en sus vidas gracias a la nueva oportunidad que les brinda la tecnología.
“Yuk, a pesar de ser el paciente más enfermo que yo he tenido que enfrentar, también ha sido el más optimista, él nunca se desanimó y eso es muy sorprendente porque es muy fácil desanimarse cuando alguien tiene una enfermedad tan grave. Él nunca se desanimó, él siempre me decía ‘doctor, vamos pa’lante, vamos a mejorar’, y eso también fue muy importante para su recuperación”, sostiene el doctor.
Hoy, a sus 54 años, Yuk Yin Hau Fun y su familia nuevamente se encuentran en su hogar en Panamá, disfrutando de un nuevo comienzo. “Me llevo sus corazones, sus pensamientos, sus alegrías, me llevo sus sonrisas, me llevo a todas estas personas, a donde vaya, voy a recordarlas para siempre. Esta es una segunda casa donde voy a venir muy frecuentemente, segurísimo con mi padre y con mis familiares, así que gracias por todo”, expresó Daniel Hau.