Valle del Cauca
Alejandro Éder se posesionó como alcalde de Cali en medio de un gran evento en el centro de la ciudad
La ceremonia se llevó a cabo en la Plaza de Cayzedo.
Alejandro Éder se posesionó como nuevo alcalde de Cali este lunes festivo, primero de enero, en una ceremonia solemne en el centro de la ciudad con gran parte de su gabinete, personalidades del mundo político, su familia y esposa, Taliana Vargas.
La posesión estuvo marcada por un discurso de esperanza para la ciudad, luego de que Éder manifestara en días pasados que Cali quedaba desfinanciada, “en cuidados intensivos”, tras el paso de Jorge Iván Ospina por la Alcaldía.
El alcalde electo de la capital del Valle del Cauca, Alejandro Éder, presentó una crítica radiografía de las condiciones en que recibe a la ciudad y advirtió sobre inconsistencias tras el proceso de empalme con la administración de Jorge Iván Ospina.
Su equipo de trabajo identificó un mal momento en la cartera pública y una alarmante caída en el recaudo de los impuestos, lo que se traduce en un reto económico para sostener el plan de desarrollo: “Nos enfrentamos a una crítica situación financiera”.
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Aunque no es el único problema que sorteará en la Alcaldía. En su lista también aparecen los hechos de inseguridad que afectan todos los días a los ciudadanos, la cifra de desempleo, las pocas oportunidades y el caos que hay en la movilidad.
Sin embargo, hay especial preocupación por lo que se gestionó en los últimos cuatro años, bajo la batuta de Ospina: “El continuismo iba a matar a Cali. Cali está en cuidados intensivos. Cali está quebrada (…) y ha tomado prácticas que tienen que erradicarse”.
Prometió socializar los hallazgos del empalme con la ciudanía en los próximos días y ponerles freno a los actos irregulares: “Vamos a recuperar a Cali, vamos a recuperar el manejo eficiente de lo público. De cara al ciudadano, vamos a rendir cuentas”.
Perfil de Éder
Cuando Alejandro Éder tenía 15 años, le dijo a la mamá de uno de sus mejores amigos que pusiera una fotografía suya en la mesa de noche porque algún día sería presidente. Era un niño de la Cali pudiente: su papá, un empresario de la industria azucarera del Valle del Cauca, que acababa de regresar a Colombia por las amenazas del conflicto armado, y él, un adolescente interesado en estudiar los conflictos del mundo.
Entonces, doña Virginia Correa de Wartenberg, la mamá de uno de sus amigos de la infancia y quien le dirigió la campaña a la Alcaldía de Cali de 2019 a Federico Wartenberg, agregó a su álbum de retratos la imagen de Éder: el joven curioso por el mundo, que pasaba las tardes jugando en su casa y que ahora a sus 47 años acaba de conseguir la Alcaldía.
Éder aún no es presidente, pero sí alcalde después de ganar los comicios con el 40,38 % de los votos frente a quien era su principal contendor y viejo rostro conocido de la política caleña, Roberto Ortiz. Apodado como el Chontico, el empresario de las apuestas se volvió a quedar en el camino en su tercer intento de llegar a la administración de la ciudad y está pensando dos veces si sigue en el cargo como concejal.
Los pasos de los Éder
Nació en Estados Unidos y cuando tenía tres semanas sus padres regresaron a Colombia. Pero solo vivió en el país hasta los siete años, pues su abuelo Harold Henry Éder, ministro de la Junta Militar de Gustavo Rojas Pinilla, fue secuestrado y asesinado por las Farc, una de las primeras personas visibles de la opinión pública víctima del conflicto armado.
Aunque Éder solo se estrenó en la política electoral hasta 2019, siempre estuvo rodeado de ella, pues su papá, Henry Éder Caicedo, fue concejal y alcalde de Cali designado por el fallecido presidente Virgilio Barco. Éder (hijo) trabajó en el gobierno de Álvaro Uribe (2007) y en el de Juan Manuel Santos (entre 2010 y 2014) con asuntos de paz.