Cauca
Asesinan a dragoneante del Inpec en medio de ataque en la Vía Panamericana entre Cali y Popayán
La víctima fue baleada mientras conducía un vehículo de la institución.
No se detiene la ola de violencia que tiene azotado al departamento del Cauca. Este jueves fue asesinado un dragoneante del Inpec en medio de un ataque sicarial en la Vía Panamericana entre Cali (Valle del Cauca) y Popayán.
La víctima fue identificada como Juan Carlos Semanate, quien fue baleado mientras se transportaba en uno de los vehículos de la institución en el sector de Lácteos, kilómetro 7.
Este hecho se suma al hostigamiento presentado en la tarde de este miércoles en Caldono, donde disidencias de las Farc atacaron con ráfagas de fusil a la estación de Policía de ese municipio. En ese departamento, los violentos han montado una especie de república independiente.
os criminales dominan todo. Desde ese rincón del país, les declararon la guerra a los colombianos. Los habitantes describen lo que están viviendo como una dictadura del horror que secuestra, asesina, destierra, obliga a los ciudadanos a transitar carnetizados y hasta los someten a sembrar coca y marihuana. Es un ‘Estado’ aparte, donde los violentos tienen aterrorizados a decenas de miles de civiles inocentes.
A diario se reportan en el Cauca al menos tres retenciones, un asesinato y varias denuncias por desaparición. A comerciantes y finqueros se los llevan por espacios de tres a seis horas para obligar a sus familias a desembolsar gruesas sumas de dinero. Cuando no se llevan al dueño de la finca, las víctimas son los animales. “Si no pagamos, nos matan las vacas, pollos o marranos; en algunos casos también se los llevan”.
Tanto el ministro de Defensa, Iván Velásquez, como el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, reconocieron que las disidencias de las Farc se fortalecieron durante el cese al fuego. Dicho crecimiento criminal hoy tiene al Cauca ad portas de una crisis social, económica e institucional sin precedentes.
La coca y la marihuana mandan en la tierra del Cauca. Los cultivos ilícitos más apetecidos del mundo se encuentran en el norte, principalmente en Corinto, Toribío, Miranda y Caloto. Allí el grupo criminal más fuerte es la columna Dagoberto Ramos.