NACIÓN
Cinco restaurantes fueron sancionados por el Dagma en Cali
En lo corrido de este 2023, se han impuesto 62 medidas preventivas en sectores gastronómicos de la ciudad.
En la madrugada del sábado, 22 de abril, cinco restaurantes se hicieron merecedores a sanciones contenidas en el Decreto 2811 de 1974, al ser sorprendidos en flagrancia por personal del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), disponiendo sus residuos en los corredores gastronómicos de la avenida 4 norte con calle 52, del sector la Flora.
También, en la carrera 83C entre las calles 25 y 42 del barrio Ciudadela Comfandi, en el sur de la capital vallecaucana. En la actividad realizada en el norte de la ciudad, se contó con el acompañamiento y apoyo de personal del Departamento de Planeación Distrital.
En lo corrido del 2023, los técnicos y profesionales operativos del Grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Dagma, han impuesto 62 medidas preventivas a restaurantes de los diversos sectores gastronómicos de la ciudad.
Esta sanción busca detener y corregir de manera inmediata la afectación ambiental causada por el posible infractor y va acompañada por un informe técnico al área jurídica de la autoridad ambiental, donde, con base en la norma ambiental, se podría dar inicio a un proceso sancionatorio.
Tendencias
En el 2022, el Dagma impuso 53 medidas preventivas e inició 320 procesos sancionatorio a infractores ambientales por la disposición inadecuada de residuos en vía pública, lo que demuestra la efectividad de la estrategia de inspección manual de las bolsas con residuos abandonadas en vía pública que ha implementado la autoridad ambiental, acción que permite la identificación plena del infractor gracias a las facturas, empaques y otros elementos identificables al interior de la bolsa.
En este sentido, Willis Izquierdo, líder del Grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Dagma, señalo que, el fortalecimiento de estas acciones busca además poner in cintura a los infractores que afectan ambiental y paisajísticamente la ciudad con sus residuos, mitigar los riesgos a la salud y la infraestructura que tiene este comportamiento.
“No podemos olvidar que el inadecuado manejo de los residuos de los restaurantes, facilita la aparición de vectores como roedores y cucarachas, además la escorrentía de aguas por las lluvias, genera el arrastre de elementos que reducen la capacidad hidráulica de los sistemas de drenaje de la ciudad, generando inundaciones y afectaciones a la ciudadanía”, puntualizó el funcionario del Dagma.
“Desde la autoridad ambiental caleña se invita a la ciudadanía a sacar sus residuos solo al paso del vehículo recolector, por civismo y amor por la ciudad, y no solo por evitar las sanciones, pues la ciudadanía es respondiente hasta el momento que se entrega al operador de aseo”, agregó el Dagma.
También se recuerda que, ante cualquier duda, los caleños pueden comunicarse a la Línea 110, donde se confirman los horarios o frecuencias de recolección para las calles y donde también se puede gestionar la recolección de residuos voluminosos como poltronas, armarios o colchones, además de residuos de construcción y demolición.
En los Farallones han retirado más de 600 kilos de residuos
A más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, arrieros y habitantes de la vereda Peñas Blancas, zona rural de Cali, se sumaron a la jornada liderada por la Gobernación del Valle del Cauca, en la que se recolectó más de media tonelada de residuos ordinarios, especiales y peligrosos en minas ilegales abandonadas en el sector Alto del Buey, en el Parque Nacional Natural Los Farallones.
La secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Valle, Nasly Vidales González, precisó que fueron 677.5 kilogramos recuperados en tres días por parte de un grupo de arrieros de la vereda Peñas Blancas del corregimiento de Pichindé.
De acuerdo con el subsecretario de Proyectos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mauricio Hernando Cruz Guzmán, en cumplimiento del Plan Minero Ambiental se adelantó este proceso de recuperación de un pasivo ambiental que impacta positivamente los ecosistemas de bosque alto andino y páramo, donde por décadas se ha realizado la minería ilegal de oro en esta área protegida.
Según la Gobernación, esta acción contribuye con la mitigación de la contaminación que genera la minería ilegal de oro en la cuenca hidrográfica del río Cali, que surte de agua potable a más de 500.000 caleños en la zona de ladera y centro de la ciudad, así como los corregimientos de Pichindé, Los Andes y Felidia.
“Esta es la primera actividad de recuperación de pasivos ambientales que consistente en la recolección, embalaje, transporte y disposición final de los residuos recuperados, con el apoyo de la empresa Bioindustrial Ingeniería y Consultoría, como firma consultora para el proceso, así como la vinculación de otros actores estratégicos como Corpocuencas en calidad de ejecutor del convenio, la Junta de Acción de la Vereda Peñas Blancas y la empresa de Servicios Públicos Pro-Ambientales”, indicó el funcionario.