El proyecto 'Ciudad Paraíso' busca cambiarle la cara al centro de Cali. | Foto: Alcaldía de Cali

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‘Ciudad Paraíso’ en el centro de Cali: qué se sabe del proyecto

En enero de este año inició la construcción del primer edificio y se prevé la ejecución de al menos dos más.

18 de abril de 2022

El pasado mes de enero, tras doce años de espera, dio inicio la construcción del primer edificio del proyecto urbano de vivienda Ciudad Paraíso, en la zona de El Calvario, centro de Cali.

Recientemente, el gerente de la Empresa Municipal de Renovación Urbana (EMRU) -entidad gestora del proyecto-, Yecid Cruz, dijo que Ciudad Paraíso, con inversiones por 55.200 millones de pesos en 20.300 metros cuadrados de construcción, traerá beneficios para la ciudad.

La primera torre del edificio tendrá 20 pisos y contará con 331 apartamentos. Se prevé que su construcción finalice en el primer mes del próximo año. En entrevista con El País, el gerente del EMRU mencionó que ya 300 familias adquirieron viviendas, por lo que se espera la construcción de al menos dos torres más de igual tamaño y cantidad de apartamentos que la primera. Medios locales de Cali reportaron que el avance de las obras de la primera torre es del 11 %.

En la zona en la que se está construyendo Ciudad Paraíso también se espera la puesta en marcha del búnker de la Fiscalía y la estación central del sistema Masivo Integrado de Occidente (MIO).

El predio del búnker quedará ubicado en la carrera 10 con calle 13 de Cali y, según Cruz, ya fue contratada una licitación para su construcción por un valor que asciende a los 476.000 millones de pesos. Las obras podrían iniciar en junio de este año. Por su parte, la estación Central del MIO tendría un costo de 75.000 millones de pesos.

Sobre la viabilidad del proyecto, teniendo en cuenta que su zona de construcción es escenario de indigencia y microtráfico de drogas, Cruz dijo a El País que “el proyecto ha sido estudiado y evaluado. Tiene todas las garantías, aunque ha atravesado varias dificultades”.

“Por ejemplo, recuerdo que se retrasó dos años por una demanda de los Embera Katío, quienes vivían en un inquilinato y afirmaban que era un territorio ancestral, por lo que un juez suspendió la compra de predios por doce meses. Y a eso se suma la situación que tuvimos en 2019 con la Base Aérea, que restringió el desarrollo de proyectos de altura, un bache que nos duró más de ocho meses. Sin embargo, el sector privado entiende que esto es una apuesta rentable”, agregó.

De otro lado, agregó que la percepción de seguridad es un problema multifactorial que puede encontrar soluciones en el urbanismo: “Esto es un problema multifactorial: ambiental, por las basuras; seguridad, por el microtráfico; lo del habitante de calle como fenómeno social, y la convivencia en la zona. La comunidad nos ha venido acompañando, pues entiende la necesidad de integrar este espacio del centro que antes estaba vedado. A medida que las más de 1000 personas que compraron los apartamentos de la primera torre se instalen en la zona, ellas generarán las condiciones de seguridad mediante su apropiación del sector”.