NACIÓN
Con el regreso a clases, autoridades en Cali dan a conocer plan para prevenir violencia escolar
A través del lenguaje de señas, se busca generar entornos inclusivos, efectivos y seguros para los estudiantes con discapacidad auditiva que regresan a las aulas de clase.
Con el fin de prevenir la violencia escolar en este regreso a clases, la Policía Metropolitana de Santiago de Cali implementó una estrategia que busca consolidar espacios educativos seguros, especialmente para los niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad de origen auditivo, que hacen parte del sistema educativo en la capital vallecaucana.
La iniciativa, liderada por el Grupo de Protección a la Infancia y la Adolescencia, cuenta con uniformados capacitados en Lengua de Señas Colombiana (LSC), quienes serán los encargados de enseñar a los estudiantes con esta condición auditiva cómo identificar y denunciar de manera efectiva los casos de bullying físico, psicológico, verbal, sexual, social o cibernético dentro del ámbito educativo.
“Esta no es solo una respuesta a las necesidades de seguridad dentro y fuera de las instituciones educativas, también se convierte en un mecanismo de inclusión que busca romper las barreras del lenguaje, dando un mejor abordaje policial a la población con particularidades lingüísticas y comunicativas”, dijo el comandante de la Policía de Cali, Daniel Gualdrón.
Las autoridades también indicaron que a la fecha, la Patrulla Escolar ha atendido al menos 475 casos de violencia escolar, así como 1.500 llamadas a través de la línea telefónica 316-018-60-71, un promedio de 150 mensuales, donde se brinda asesoría y acompañamiento a las víctimas de este flagelo.
Por otra parte, desde lo operacional, en 2022 fueron desarticuladas 20 estructuras delincuenciales dedicadas al tráfico de estupefacientes, gran parte de las cuales venían afectando la tranquilidad en entornos escolares de la ciudad.
“La Policía Nacional, desde la prevención, la operatividad y la articulación institucional, busca que los estudiantes se sientan seguros en sus jornadas académicas y activar de forma oportuna la ruta de atención integral frente a las situaciones que perturban la convivencia y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de la niñez y adolescencia”, sostuvo.
Gualdrón añadió: “buscamos consolidar unos espacios y entornos seguros en los colegios de la ciudad. Hemos priorizado alrededor de 15 instituciones, donde de acuerdo a nuestros mapas de calor y problemáticas de los años anteriores nos han determinado que ha habido problemas de seguridad en el entorno e incluso de venta y consumo de estupefacientes; por eso los estamos apadrinando con nuestros oficiales para que sean ellos el canal de articulación más directa para nosotros actuar rápidamente”, dijo.
El comandante de la Policía también agregó que es responsabilidad conjunta de la comunidad educativa, los padres, los compañeros y la sociedad en general evitar que el acoso escolar siga existiendo, para ello invitó a atender las siguientes recomendaciones:
Padres, madres y cuidadores
- “Recuerde que usted debe conocer el manual de convivencia del colegio, solicítelo siempre a la institución educativa y socialícelo con su hijo”.
- “Tenga una buena comunicación con su hijo y esté atento a las señales de alerta, como cambio de comportamiento”.
- “Asista siempre que sea convocado por el colegio, recuerde que la responsabilidad de la formación es compartida y no depende solamente del colegio”.
Directivos y Docentes
- “Usted es el primer responsable de activar la ruta y protocolos de atención en materia de convivencia escolar”.
- “Su responsabilidad es dirimir en los conflictos que afecten la convivencia, así como respetar el debido proceso cuando se evidencia un caso de violencia escolar”.
- “Ante un posible delito, permita que las autoridades se encarguen de ello, no interfiera y evite obstaculizar el proceso”.
Estudiantes
- “Cualquier tipo de agresión es violencia escolar, informe inmediatamente a sus padres, profesores y/o cuidadores”.
- “Recuerde que su comportamiento inadecuado puede convertirse en violencia escolar y tiene consecuencias con responsabilidad penal”.
- “No se convierta en cómplice de la violencia escolar, esto se ve reflejado cuando ridiculiza, ríe, guarda silencio o participa activamente de una agresión física”.