MEDIO AMBIENTE
COP16 | La financiación se convierte en el principal escollo para llegar a un acuerdo en la conferencia en Cali
En Cali se dieron cita los jefes de Estado de Colombia, Ecuador, Armenia, Guinea-Bisáu, Haití y Surinam, además de 115 ministros y 44 viceministros. Guterres recordó el miércoles a los delegados que la humanidad ya ha alterado tres cuartas partes de la superficie terrestre y dos tercios de las aguas del planeta.
A dos días de la clausura de las conversaciones en Colombia sobre cómo frenar la destrucción de la naturaleza en la COP16, los delegados se atascaron en la cuestión de la financiación. El tire y afloje entre países ricos y naciones en desarrollo enrareció un ambiente que hace unos días era de entusiasmo alrededor de la mayor conferencia sobre biodiversidad jamás celebrada, con cifras récord de participación, en el clima festivo y tropical de la ciudad de Cali.
Desde el 21 de octubre, 196 países evalúan los avances en los planes nacionales y la financiación para alcanzar los 23 objetivos de la ONU, que se trazaron hace dos años en Canadá para detener la destrucción de especies. El Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal acordó destinar 200.000 millones de dólares anuales a la protección de la biodiversidad de aquí a 2030.
Esto debe incluir 20.000 millones de dólares anuales de las naciones ricas a las pobres. La conferencia de Cali se anunció como una oportunidad para agilizar las acciones y la financiación de los objetivos de la ONU, que incluyen la protección del 30 % de las zonas terrestres y marinas para 2030.
En la recta final, los pesos pesados aterrizaron en Colombia para destrabar las negociaciones: el jefe de la ONU, António Guterres, cinco jefes de Estado, además de 115 ministros y 44 viceministros. “El tiempo apremia. La supervivencia de la biodiversidad de nuestro planeta –y nuestra propia supervivencia– están en juego”, dijo Guterres en un intento por “acelerar” la toma de decisiones. Sin embargo, a puerta cerrada, las negociaciones sobre el financiamiento no avanzan.
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Desacuerdos
“Hasta ahora, desde la COP15, no hemos visto un aumento significativo” de la financiación, declaró en Cali el ministro nigeriano de Medio Ambiente, Iziaq Kunle Salako. Hizo un llamado en nombre de 20 países en desarrollo para que las naciones ricas “aumenten urgentemente sus compromisos financieros internacionales” y garanticen “que el compromiso de 20.000 millones de dólares se cumpla a tiempo”.
En 2022, el nivel de financiamiento anual para la biodiversidad de los países ricos a los pobres ascendía a poco más de 15.000 millones de dólares, según la Ocde. El ministro de Medio Ambiente de Sierra Leona, Jiwoh Abdulai, dijo a la AFP que los países en desarrollo querían un fondo totalmente nuevo en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, donde todas las partes –ricos y pobres– estuvieran representadas.
Los países en desarrollo sostienen que los fondos multilaterales existentes son demasiado burocráticos y de difícil acceso para ellos. “Ahora mismo no tenemos un sitio en la mesa. Hay gente que toma decisiones que afectan a nuestras vidas”, se quejó Abdulai. En el otro lado de la balanza, el negociador de la UE Hugo-Maria Schally dijo a la AFP que las naciones ricas estaban “en vías de cumplir el compromiso de los donantes para 2025″.
“Enésimo nuevo fondo”
En Cali se dieron cita los jefes de Estado de Colombia, Ecuador, Armenia, Guinea-Bisáu, Haití y Surinam, además de 115 ministros y 44 viceministros. Guterres recordó el miércoles a los delegados que la humanidad ya ha alterado tres cuartas partes de la superficie terrestre y dos tercios de las aguas del planeta.
“Muchos países dicen que tenemos que crear un nuevo fondo aquí, mientras que todos los países donantes dicen: ‘Bueno, no estamos convencidos de que un nuevo fondo vaya a aportar realmente dinero nuevo porque el dinero público escasea, especialmente en Europa en estos días’”, afirmó. La ministra francesa de Ecología, Agnes Pannier-Runacher, declaró a la AFP que crear un “enésimo nuevo fondo” no resolvería la cuestión de base, que es “cómo los países menos desarrollados tienen acceso a los fondos”. La idea de un nuevo fondo es el mayor escollo de las negociaciones financieras.
Otro de los puntos en disputa es cuál es la mejor manera de compartir los beneficios de los datos genéticos secuenciados digitalmente y extraídos de animales y plantas con las comunidades de las que proceden. Estos datos se utilizan sobre todo en medicamentos y cosméticos que reportan miles de millones a la industria. Los negociadores aún deben resolver cuestiones básicas como quién paga por el uso de los llamados DSI (por sus siglas en inglés), cuánto, a qué fondo y a dónde debe ir a parar el dinero.
*Reportaje de la AFP.